Tres
Espere unos minutos a que los chicos de segundo años se dignaran a salir de clase, para irme caminando junto a mi amigo.
La chica rara no salía aun, y no es que me haya fijado pero no la vi salir.
Salió mi mejor –y único- amigo quien hoy iría caminando conmigo, junto a él la chica rara y su amiga.
Ellas salieron calladas, sin hablar en lo absoluto de nada, se despidieron y por distintas direcciones se fueron. Kyra desenredo sus auriculares y los enchufo a su teléfono, se los coloco y se fue caminando con la cabeza gacha. Nosotros la seguimos y nos fuimos caminado tranquilamente, por el otro lado de la calle.
-Ryan ¿No es extraña?
-¿Quién?
-La chica al otro lado de la calle.
-Bueno, la verdad es muy diferente. Y cállate que podría escucharnos.
-¿Cómo la haría? Estoy seguro de que la música la tiene al máximo.
-Tal vez –me encogí de hombros- Me parece bonita.
-¿Bonita dices? –río el- Es de todo, menos bonita. Su amiga está muy buena, pero si te gusta lo respeto.
-¡No, no me gusta! ¿Qué cosas dices? –Grite, y al parecer captamos su atención y comenzó a caminar con más rapidez.
-Y tú a ella menos, hasta parece que le asustas. O tal vez si, te mira extraño.
-Ella es extraña.
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Al otro lado de la calle
Genç KurguDonde una chica escucha música pesada y piensa sin compartir su opinión; Y a un chico desinteresado en la vida, ella le llama la atención.