Enamorada De Una Chica Hetero...

¿cómo no enamorarme de ella?

Hoy podría considerar mi día como uno de los mejores.

Mi Julieta, la niña más sentimental del mundo! Algo que me hace quererla cada día más. Siempre ha sido alguien muy inteligente y en cuanto se enteró que había perdido el segundo lugar del salón se deprimió.

Hoy, mientras hacían la entrega de los premios por los primeros tres lugares, mi Julieta empezó a llorar, no era un gran llanto, solo salían pequeñas lágrimas de sus ojos. Me acerqué a su lugar e intenté animarla, pero nada parecía funcionar. Tomó mi brazo y cubrió su rostro en él, sentí sus lágrimas caer por mi brazo y ella también se limpiaba las lágrimas en mi, pero no me molestaba en lo absoluto.

Luego de unos cuantos chistes por fin volvió a sonreír, pero sabía que aún estaba deprimida. Hoy no recibiriamos muchas clases, teníamos un evento y afortunadamente me senté junto a ella. En realidad lo estaba planeando desde el principio, si me mantenía cerca de ella nadie más se sentaría junto a ella más que yo. Afortunadamente, una de mis amigas, con las que suelo molestar a mi Julieta, se sentó lejos de mi, eso lo hacía aún mejor, así no tendría que molestar a mi Julieta para llevarme mejor con ella.

Ya sentía que era el mejor día sólo con sentarme con ella, pero las cosas iban mejorando. Pasé mi brazo alrededor de su asiento, habían compañeros atrás y adelante de nosotras, pero no me importaba si me veían, además, solo éramos amigas, no es que fuera raro...

Empezamos a hablar y bromear sobre diferentes cosas, ella en realidad se lo estaba pasando bien, mis chistes no eran para nada graciosos y ella no paraba de reír, no dejaba de apretar mis mejillas o intentar morderme, incluso lo logró en una oportunidad. Entonces pasó lo mejor de mi vida, se recostó cerca de mi pecho y se quedó ahí casi la mitad de evento. Pensé que eso sólo pasaba en las películas románticas, el chico y la chica que van al cine, el chico pasa su brazo por sus hombros y la chica se acerca a él. Asi parecía para mi, una película romántica. No podía desear nada más que estar así más tiempo con ella, pero tenía miedo de que alguien nos viera.

La comodidad de ese momento se perdió una vez que mencioné a el chico que, anteriomente mencionaba, me atraía un poco. Lo había visto entrar al evento y lo busqué un poco con la mirada, pero no pude encontrarlo.

-¿a quién buscas?- se alejó de mi.

-a nadie, me pareció ver a alguien conocido- sonreí nerviosa.

-¿el niño que te gusta? - sonrió.

-Él no me gusta- miré a otro lado.

-si, claro- se rió un poco pero luego se mostró seria durante lo que quedaba del evento.

Empezó a bromear con otros compañeros que tenía a la par, y yo sólo me quedé observando el aburrido evento. Cuando terminó, salí detrás de ella; ya no parecía seria, incluso seguíamos bromeando sobre tonterías. Llegamos al salón y no pudimos sentarnos juntas, ya que una amiga se sentó entre ella y yo.

Teníamos otra celebración, por lo que también perderíamos clases.

-¿podrías cambiar de asiento conmigo?- le preguntó mi Julieta a mi amiga.

-¿para qué? - preguntó confundida.

-Quiero sentarme con Yami- dijo tímida.

Talves esperaba que no la escuchara, ya que yo estaba hablando con otra amiga, pero me giré hacia ella en cuanto la escuché decir eso.

-acaso no dices siempre que te molesta, ¿por qué quieres estar cerca de ella?- le respondió mi amiga un poco molesta.

-Déjala- la defendí- cambia de lugar con ella, por favor- le pedí y lo hizo.

Seguimos hablando y bromeando sobre cualquier tontería, llegó el final de las clases y ella salió primero, pensé que ya se había marchado, esperaba despedirme de ella. Dejé mis cosas a un lado y salí a buscarla, estaba afuera del salón conversando con alguien más, al verme, me dio un abrazo y se despidió.

Regresé a casa, con una sonrisa en el rostro, nada podía ser mejor que este día.