Días después me levanté muy enferma, con una fiebre alta y con ganas de que me dieran cariño durante todo el día.
Ese mañana no había nadie en la casa, Marc me había dejado una nota de que había ido a trabajar y me había dejado el desayuno listo. Fui a tomar un poco de jugo y me senté a ver la tv. Estaba sola y me sentía muy mal. Así que decidí salir al parque cercano. Me puse una ropa sencilla y fui caminando. En el camino tropecé con un hermoso perro que parecía huía de algo o de alguien. Se lanzó sobre mi a una gran velocidad y caí con el en brazos al suelo. El comenzó a lamer mi rostro, haciéndome cosquillas.
*risas* -Oye, pero que hermoso y grande eres.
Le hice caricias allí tirada en el suelo y riendo a grandes carcajadas. De pronto vi a un joven corriendo hacia mi con una cadena en sus manos. El tenía un uniforme muy extraño, se acercó y dijo:
-"¿Es de usted este perro?" Vine a llevarlo a la perrera.
Mire la cara del hermoso perro y lo abracé, sin pensarlo dos veces le dije que sí.
-Señorita, debe tenerlo con una cadena e identificación, para la próxima me lo llevaré.
Lo miré con una cara de inocencia muy tierna y me disculpé.
-No pensé que iría muy lejos, vivo muy cerca de aquí y apenas vivimos juntos por un día. Le mentí para que me perdonara. El joven sonrió y me dijo donde podría comprar una cadena muy bonita y para su tamaño.
-¿Quiere que la acompañe? Dijo el joven.
-¿No está usted trabajado?
-Esto cuenta como parte de mi trabajo. Dijo mientras guiñaba un ojo.
Fuimos a un lugar lleno de muchos animales y con casas para perros hermosas y grandísimas. Estuve largos minutos observando las casas y los collares. El joven llevo a mi nueva hermosa mascota a que lo arreglarán y le dieran un baño. Se paró a mi lado y dijo que era una mala dueña.
-¿Cómo puedes tener a tu mascota sin bañar, ni recortar? Sonrió por unos segundos y volvió a decir.
-No soy tonto, pero te la dejaré pasar.
Sonreí y tomé un hermoso collar donde puse mi número de celular.
Salí de allí con mi hermosa mascota y le agradecí eternamente al joven.
-Cuidalo bien, dale mucho de comer para que siga así de grande y báñalo.
-Gracias...
-Jay. Respondió.
-Gracias Jay.
-De nada Siana.
Lo miré un poco sorprendida.
-Le pusiste el nombre bajo tu número en el collar.
Sonreí cómo tonta luego de fijarme y nos despedimos. Llegué a la casa muy contenta con mi gran perro y decidí llamar a Marc.
-¿Siana estas mejor? Respondió Marc.
-Sí, oye estoy en la casa, te dejaré algo en la sala... (Sonreí en voz baja.) Saldré a ver a Isabel y Alex. Dormiré allí, nos vemos mañana.
-¿Que me dejarás? Preguntó con todo de curiosidad.
-Es una sorpresa.
-Eso me motiva a ir ahora mismo allí, sí no fuera por todo el trabajo que tuve que cubrir por la falta de mi asistente enferma.
-Lo siento... Me gustaría ir y ayudarte...
-Ni lo pienses, ve a ver a la chiquilla y te veré mañana.
-De acuerdo, hasta mañana.
Terminé la llamada y dejé a mi mascota en la sala para cuando Marc llegara.
-Adiós hermoso, voy a salir a ver a tu prima y tu tío.
Encendí el auto y me fui para casa de Alex que estaba a unas 4 horas de allí. De camino le marqué.
-Alex ¿cómo están?
-Siana hermosa, estamos muy bien. Tenemos muchas ganas de verte.
-Me alegra escuchar eso, justo ahora que voy a verlos.
-¿Que? Nosotros vamos en camino a un hotel muy cerca de donde vives. ¿Te parece sí nos encontramos allí?
-Claro envíame la dirección para marcarla en mi GPS.
Marqué la dirección y fui a ver a mi hermosa Isabel y mi gran Alex. Llegué al hotel y entramos juntos.
-Alex cariño. Dije mientras lo abrazaba.
El se veía muy cambiado, se veía muy hombre. No es que no lo fuera, pero el parecía la chica en su relación y ahora verlo así me hacia pensar que era otra persona.
-Siana pequeña. Respondió.
Isabel estaba dormida en sus brazos, la contemple por largos minutos, pasé largas horas hablando con Alex hasta que calló la noche.
-Alex debo irme, Marc debe estar pensando que estoy en tu casa.
Le di un beso en la mejilla y lo abrace con fuerza.
-¿Vendrás mañana? Preguntó.
-Claro que sí.
Salí de allí y me dirigí a la casa donde seguro esperaba Marc con nuestra mascota. Entré y había mucho silencio. Jane no estaba fuera y Marc no estaba en la sala con el perro. De momento escuché a Jane gritar mientras lloraba.
-¡Marc Te amo!
Me puse completamente roja y me corazón paró de latir.
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Tres lunas atrás
De TodoSiana es una joven muy despreocupada, con una vida completamente normal, pero el destino está lleno de sorpresas que pueden confundir. Al comienzo de la historia ella conoce a Marc. Un hombre muy serio que derrama su café sobre ella y sigue andando...