Tres lunas atrás

Hermoso hogar

Nuestras vacaciones estaban por terminar, teníamos planeado regresar 6 días antes para así poder visitar a mi hermosa Isabel.

Esa mañana comencé a preparar mis maletas para luego irnos al aeropuerto. Extrañaría tanto la playa y el sol. No importaba el día o la época del año en esa isla siempre podrías disfrutar de un día de playa. Ahora cambiar al frío sería muy extraño. Me doble para abrir la maleta cuando el teléfono de Marc sonó...

*Llamada*
-Marc ¿cuando vendrás a verme? Dijo una voz gruesa.

Hice silenció unos segundos pensando en todo tipo de posibilidades. Abrí mis labios para responder, pero antes me interrumpió de nuevo.

-Si muero no pienses venir a verme, tu madre y yo estamos extrañandote cada vez más y entendemos que no quieras vernos más.... Edward ya...

-Lo siento... Interrumpí muy nerviosa.
-¿Quien es? ¿Me equivoque de nuevo...?
-No, es sólo que Marc esta dormido.
-¿Quien eres?
-Soy S... La novia de Marc, Siana.
-Mucho gusto linda.
-El gusto es mío, tu.. Debes ser su padre ¿cierto?
-Así es, pero el ya no quiere verme...
-Lo escuché...
-¿Podríamos encontrarnos?
-Marc y yo estamos de viaje, pero volveremos hoy.
-¿De viaje? Tengo una idea...

~Varios minutos después~

-Siana princesa...
-Buenos días amor. Ya está todo listo.
-¿Nos iremos temprano?
-El... Vuelo será antes... Dije un poco nerviosa.
-Iré a vestirme.

Salí a toda prisa a tomar nuestras cosas y entré al baño donde se encontraba Marc desnudo.

-Amor vamos tarde, apúrate.
-No entiendo como el vuelo se pudo adelantar así de la nada.
-Amor, sabe como son esas cosas.

Salimos del hotel para tomar un taxi que nos llevaría al aeropuerto mientras Marc seguía molesto por el cambio tan repentino. Durante el camino comenzó a buscar su celular, que yo tenía en mi bolsillo y había olvidado sacarlo antes.

-Amor, lo dejaste en la cama y lo encontré. Dije mientras lo saca para dárselo.
-Gracias reina.

Llegamos al aeropuerto y salimos a toda prisa al vuelo, Marc sólo corría detrás de mi. Entregamos los boletos y fuimos a nuestros asientos.

-Princesa nos equivocamos de lugares.
- No iremos a casa... Dije sin mirarlo.
- ¿A dónde iremos?
- A tu casa...
- ¿Que quieres decir?
-Ya sabrás.

Tuvimos unas largas horas de vuelo. Marc se movía nervioso en su asiento y le costaba mucho descansar. Yo sólo miraba por la ventana pensando en sí hice bien al aceptar la propuesta del padre de Marc.

-Ya llegamos amor...
-Siana, ¿Que es esto?
-Sabes que te amo y todo lo hago pensando en tu bien. Dije antes de pararme comenzar a bajar del avión.

Llegamos adentro y tomamos nuestro equipaje hasta que nos encontramos de frente con un señor, una señora y una hermosa niña. Marc me miró muy enojado y se dio la vuelta. Lo tomé de la mano y le rogué en voz baja que dejara su orgullo un momento.

-Siana, ellos mataron a Edward ¿Cómo diablos me pides eso?
-Ellos no mataron a nadie, son tus padres. No importa lo haya pasado con ustedes, no importa sí no aceptaron a Edward en su momento, ahora lo hacen y aunque es demasiado tarde están arrepentidos. Ya no son tan jóvenes.... No sabes cuando puedas perderlos.

Marc dejó caer una lágrima y su madre corrió a abrazarle.

-Mi hijo, mi hermoso hijo no sabes cuanto lo siento.

Su padre me abrazó con mucha fuerza y me agradeció una y mil veces. Luego de convencer un poco a Marc fuimos a su casa. Era una enorme casa muy bonita. Entramos a la casa y al pasar por la puerta sólo se veían fotos de Marc y Edward por las paredes y sobre las mesas. Algunas fotos ya las había visto en aquella caja de recuerdos. Marc y su padre Eduardo fueron por las maletas. La mamá Anastasia me llevo a mi habitación con la pequeña.

-¿Esta hermosa niña quien es? dije poniéndome de rodillas para verla.
-Soy.. Ana.
-Ana eres muy hermosa.
-Ana es nuestra hija. dijo Anastasia.
-¿Hija? Interrumpió Marc mientras entraba con Eduardo.
-Si..
Anastasia salió con la niña y Eduardo se acercó a nosotros.
-La adoptamos años antes de la muerte de Edward... Anastasia había caído en una fuerte depresión desde que se fueron y luego de unos largos años de lucha decidimos adoptar a Ana. Era muy bebé cuando su madre decidió tirarla a la basura... -Hizo una pausa con lágrimas en los ojos- Pero Anastasia se encontró con ella y la convenció fácilmente de que se la entregara. Al tiempo su madre murió por una sobredosis...

Me acerqué y le di un abrazo sin pensarlo dos veces, Marc se quedó sorprendido mirándome y luego bajo la mirada sintiéndose culpable.

-Los dejaré solos, iré con Anastasia. Marc te amo y perdóname por nunca decírtelo antes. dijo mientras besaba su frente.

Marc se acerco a mi y su cara lucía molesta, y a la vez feliz.

-¿Esta era tu sorpresa niñita?
-Sorpresa Marc... *e.v.b*
-Te amo niña, nunca pensé Volver a ver mis padres y en parte siento que debo agradecerte y enojarme por esta sorpresa. Realmente me sorprendiste pequeña.
-Sé que debí decirte, pero tu padre me lo pidió y sí te decía te ibas a oponer. El llamó esta mañana a tu celular...

Marc se acercó y antes de permitirme terminar me besó.

-Nunca antes había sentido estas cosas por alguien más princesa.
-Marc...
-¡Maaaaaarc! Hermanito Marc. Dijo la pequeña que tocaba fuertemente la puerta.
Marc asombrado con aquellos gritos salió a mirarla.
-Hola hermanita....
-Hermanito. mami dice que bajes con la señora.
-¿Señora? Dije en voz baja un poco ofendida.
-Ella es tu cuñada, pequeña.
-¿Ella es Jane?

Me quedé sorprendida mirando la niña y Marc tragó antes de responder.

-¿Cómo sabes de Jane?
-Mamá hablaba con Edward a escondidas y ella...
-Ella no es Jane. dijo Marc un poco molesto. -Ella es mi prometida Siana.

La niña cruzó sus brazos y salió de la habitación corriendo. Miré a Marc sintiéndome algo delicada.

-Siana ella es pequeña y...

Mi vista su puso completamente en blanco y sentí como mis piernas de doblaron. Escuchaba lejos a Marc gritar mi nombre una y otra vez.