Manzanita

23 1 0
                                    

-Te compraré un vestido para que te veas muy bonita.
-¿Comprar un vestido?
-Ve y vístete pequeña iremos ahora.
-Estas muy raro.

Me acerque a el para verificar su temperatura, mientras tocaba suavemente su frente el puso sus manos alrededor de mi cintura y pegó su cabeza en mi vientre.

-Es agradable sentirte así...
-Pequeña ¿Te sientes cómoda?
-A pesar de todo soy muy afortunada.
-¿Eres feliz?
-Soy muy feliz aquí con ustedes, pero muchas veces en la calle me saludan y no se que responder. Mi cabeza duele cuando tengo ese sueño y...
-¿De que sueño hablas?
-Es una niña llorando y luego toma la mano de un señor y comienza a reír. Hay sangre en todos lados y comienza a llover. En el sueño grito un nombre extraño, Mars, Marc o Max. No estoy segura. Entonces miro mi rostro, pero me siento vacía. Alguien me abraza y le digo...
-Aah! Mi cabeza vuelve a doler...
-Siana tranquila no pienses en eso... No lo hagas.

Besó mi frente y se fue al baño. No dijo nada más, sólo sé fue. Miré el suelo de la habitación y comenzó a pasar por mi mente unas imágenes. Mi cuerpo estaba frío y mi cabeza daba vueltas. Recuerdo mi casa explotar... Caí al suelo junto a una chica... Fuimos a su casa y ¿Cristina? Me fui a vivir una mujer...

-¡Edw! ¡Edwww!

Salió del baño aún lavando su boca y se quedó mirándome.

-¿Mm?
-¡Recuerdo algo!

El cepillo callo de sus manos al suelo y sus ojos se pusieron enormes. Sus labios temblaban y ni siquiera podía hablar.

-No estoy segura si fue un recuerdo... Mi casa explotaba y caí al suelo con una mujer. Luego fuimos a casa de una chica... No creo que sea posible algo así.

-No... No pienses más en esas cosas. Intenta relajarte un poco. Ve a vestirte...

Regresó al baño mirando el suelo. Caminé a mi habitación y tomé un rico baño. Me puse un vestido y comencé a arreglar un poco mi cabello.

~Golpes en la puerta~

-Siana ¿Estas lista?
-No, estoy peinando mi cabello.
-¿Podemos pasar?
-Claro, adelante.

Ni siquiera mire hacia atrás. Sólo sentí sus suaves y frías manos tomar el cepillo y comenzar a peinar mi cabello. Cerré mis ojos y susurré.

-Amo cuando peinan mi cabello o juegan con el.
-Lo sé.
-¿Como lo sabes?
-Porque... porque estas muy sonrojada.
-No... No estoy sonrojada.
-Claro que lo estas. Mira esas mejillas rojitas.

Cubrí mi rostro con ambas manos y comencé a reír. Sus manos acariciaban mi cabello hasta peinarlo con sus dedos. Me sentía muy delicada, me sentía débil en sus manos. Este tonto me estaba volviendo loca. Mis labios sudaban y mi sonrisa era cada vez más grande.

-Manzanita ¿Nos vamos?
-No me digas manzanita o te morderé.
-¿Morderme? Dijo con sorpresa.
-¿Porque morderías a una persona?
-Quizás es mi manera de darle cariño a una persona.
-¿Quieres darme cariño manzanita?
-Ja! Vámonos ya.

Bajé las escaleras y fui hasta el carro sosteniendo a Nahiara en mis manos. Estaba muy sonrojada y no podía pensar en absolutamente nada. Jamás me había sentido así. Según recuerdo jamás tuve ese amor por el cual uno se pone muy tonta. Ese hilo rojo jamás me había llevado a nadie... Nunca sentí estas cosas, el amor es una caja muy hermosa por fuera, pero no es igual cuando la abres.

-Abrocha tu cinturón y despierta de ese sueño.

-Lo siento, estoy un poco distraída.

-¿Que color será el vestido que compraremos?

-¿Blanco? O ¿Rojo?

-¿Como las manzanas?

-¿Me vas a decir siempre así?

-Me gusta decirte así.

-Bueno te daré el placer.

-Iremos a llevar a Nahiara a casa de mis padres. Luego a comprar tu vestido, también iremos a almorzar juntos, después iremos juntos a un salón de belleza. Me recortaré y Te pondrán hermosa y luego iremos al lago. ¿Qué te parece?

-¿Es un día muy especial para ti?
-Así es, hace unos años conocí a una chica muy especial. Fue mi suerte, pero su desgracia... Ella no merecía nada de lo que sucedió.
-¿Que sucedió? ¿Porque no está contigo? ¿Es la mamá de Nahiara?
-Si, lo es.. Ella se fue muy lejos, me dejó sólo. Se olvidó de mi y yo no de ella. Todo debió sucederme a mi..

-Quizás ella no hubiera sobrevivido sin ti. Se fuerte y lucha por ella tonto.
Decirle eso me dolía... Apoyarlo a seguir a alguien es injusto para esto que siento. Pero debo ser realista, debo no fijarme en el. Siana no pienses más tonterías por favor. Es un hombre que ama a una mujer y tienen una hermosa hija. Serias la peor mujer si te metes ahora entre ellos.

-Ya llegamos.
-Yo iré por el vestido. Tu ve por algo para ti.

-Siana no, yo iré contigo.
-No quiero que veas el vestido.
-Jaja de acuerdo. Anotaré mi número en tu celular y nos encontráremos en una hora frente a esa fuente.

Tomé mi celular luego de obtener su número y caminé hacia una tienda. Dentro de ella miré como se alejaba lentamente y escape de allí. Simplemente me fui, corrí desesperadamente por la calle. No mire hacia atrás, solo corrí con el dolor en mi corazón. Con desesperación y con miedo.

-Mamá... Papá. *Dije entre sollozos.* Por favor perdonenme, lamento lo que sucedió ese día. Lamento la hija cobarde en la que me convertí. Perdón por no recordar nada. Estoy pérdida en este mundo.

Tres lunas atrásDonde viven las historias. Descúbrelo ahora