Capitulo|1

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Erin Pov's

La universidad siempre se me hizo fácil. Estábamos de camino a casa y Jane no paraba de hablar. Yo solo asentía o negaba. Jamás hablaba. Había aprendido a las malas a tener la boca cerrada.

Cada vez que abría la boca frente a John, él se acercaba como un maníaco y me agarraba del cuello, me apretaba, y me abofeteaba hasta que mi boca estaba con sangre y no podía respirar. Así durante cuatro meses. Habían veces en que era peor. Si lloraba, él me pateaba. Si gritaba, él me estrangulaba hasta que me quedaba sin voz...

Los recuerdos estaban tan crudos. Mi garganta se cerró y las lágrimas amenazaron en salir. Me las trague. Ya no soy débil.

- Oye, pitufa, mírame - llamo Jane.

Yo la mire y fruncí el ceño. Ella soltó una carcajada y hecho la cabeza hacia atrás.
Me sobresalté. Ella estaba conduciendo. Siempre era tan descuidada.

Cogí el volante y lo gire, estábamos por chocar con otro auto. Ella para de reír y conduce seria.

Al llegar a casa me baje rápido con mi bolso y mi pequeño tablero de marcador. Yo sabia hablar sordo-mudo, pero habían muchos que no y por eso les escribía en el tablerito. Era mas practico que jugar Charadas.

- Adivina - me dijo ella. Yo alce las cejas - Iremos al poso. Allí conocerás al chico del que te hable. Esta en las carreras.

Abrí mis ojos, alarmada. Esta chica nos quiere matar.

- No, no. Tranquila. Él no es malo. Solo tiene un duro pasado - me relaje un poco. Yo comprendo eso - Lo conocerás y nos iremos con él.

Alce una ceja, incrédula.

- Okay, okay. Yo, me iré con él. Tú, te iras en mi auto. ¿Contenta? - Sonreí. Sabia que había mas en esto.

Ella quería que pusiera a salvo su auto. Su amado auto.

Asentí y ella se puso como loca.

(...)

Estábamos en el auto de nuevo. Llegado a esa parte de la ciudad en la que las pandillas y de mas se reunían para las peleas ilegales, carreras, tráfico de drogas, etc. Yo solo traía mi bolso. Jamás lo dejaba. Ahí habían cosas importantes.

- ¿Tomaste tu medicina? - inquiere Jane y yo solo asiento.

Pastillas e inhaladores, era lo que había en la mochila. Aparte de una foto de Eric, mi amado hermano. Yo era muy baja. Con 1.59 de estatura, ojos gris-verdoso, piel blanca y cabello castaño cobrizo, parecía un pitufo. Solo me faltaba la piel azul. De eso se burlaban todos.

- Okay. No olvides que pronto tendremos que ir a que te revise el doctor - recordó y yo de nuevo asentí. Ella bufo y estaciono el auto - Llegamos. Vamos, lo conoces y te acompaño hasta aquí para que te vayas a casa.

Suspire y salí del auto.

(...)

Llevábamos veinte minutos buscando entre la multitud a el chico de Jane, Scott. Visualice una cabellera negra con cuerpo musculoso y la arrastre. Así dijo ella que él era.

Mí Demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora