Capitulo|13

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*Jane*

Llegar a la casa y encontrarme con la puerta fuera de sus goznes y en total silencio casi me mató de un susto. Hasta que entre como alma que lleva el diablo a la habitación de Erin y la ví acurrucada con Gregor en la cama, durmiendo.

Hacia tanto que no dormía con tanta tranquilidad... Por el vaso sobre la mesita deducía que a él si le recibía las medicinas.

Hoppe estaba ahí. Sobre la almohada detrás de la cabeza de ella con el hocico entre los cabellos de esa chica a quien amaba como a una hermana.

Salí del cuarto en silencio y llame a Eric. Él arreglaría lo de la puerta y yo podría dormir. Necesitaba con urgencia descansar.

Al primer bip él contesto.

-Jane, ¿Esta todo bien?

- Si, es solo que... La puerta se cayó.

El silencio me respondió.

-¿Se... Cayó? ¿Sin mas? - pregunto al cabo de unos segundos.

Yo bostece.

- Emm... Si. Creo. Eric... ¿Puedes venir y arreglarla? Estoy cansada y Erin esta durmiendo tranquila...

-No juegues conmigo, Jane. ¿esta de verdad dormida? ¿tomo sus medicinas?

-Si y si. Y ¿como crees que jugaría con algo como esto? ¿Vas a venir?

-Estoy a medio camino. Llego en 5...

El resto no lo escuche por que caí dormida en el sofá de la sala.

*Eric*

Esto tenia que ser buena señal.

Ella estaba durmiendo. Quizás ya supero todo lo de la pelea. Quizás...

Llegue a la puerta y ví lo que Jane quería decir.

Literalmente estaba fuera del marco. ¿Que es lo que paso aquí...?

Hice una llamada rápida a un amigo para que viniera a ayudarme. Lo solucione y entré.

Jane estaba dormida profundamente en el sofá. Se veía tan agotada...

En estas semanas de dificultad ella siempre estuvo allí. Ayudándome y Apoyándome.

Era una persona fantástica.

Camine distraído hasta la puerta de mi hermana. Jane era una persona genial y también muy hermosa...

Casi me ahogo cuando llegue a la puerta y mire dentro. Comencé a torcer incontroladamente hasta que mis ojos se empañaron.

Me tranquilice y respire profundo. ¿Que mierda hace Gregor aquí?

Abrazando a MI pequeña.

Di dos pasos al frente con la intención de sacarle la mierda a golpes, hasta que ví la tranquila cara de Erin...

Ella se aferraba a él con fervor.

Pero dormía con más tranquilidad de la que lo había visto en un tiempo. Por lo que pare y me quede mirándola.

Escuche que me llamaban en la sala y salí de allí cerrando la puerta tras de mi.

Los hombres de José, mi amigo cerrajero, con él cerrando la marcha.

Mí Demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora