Capitulo|9

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Erin

El cuerpo me dolía horrores. Tenia cortadas en cada parte visible de mi anatomía. Golpes brutales e inmisericordes en toda la cara. No podía abrir los ojos ya que estaban tan inflamados que me era imposible. El sabor de la sangre en mi cavidad bucal se volvió permanente.

Y solo podía pensar en una cosa. ¿Donde esta Gregor? ¿Eric?

Solo rezo porque estén bien. Se que ellos mantendrán segura a Jane. Ellos no permitirían que ella se pusiese en peligro.

Escucho el sonido de la puerta y mi cuerpo se tensa.

- ¿Aún no quieres hablar? - preguntó la desagradable voz de Ronald.

Yo solo negué con la cabeza.

Un golpe impacto contra el lado derecho de mi cabeza e involuntariamente grite a todo pulmón.

- ¡HABLA, MIERDA! - grito furioso.

El sonido de la puerta al ser abierta nuevamente me sobresalto.

- Ron, ¿no pensaste que tal vez ella es muda? - esa voz no la reconocía.

- NO LO ES. Oí como nombro al Demonio - escupió Ronald con irritación.

- Quizás es lo único que sabe decir...

- Eso querría decir que he estado perdiendo mi tiempo desde que ELLA llego - rugió la voz mas asquerosa.

Sonidos bruscos y gruñidos que se asemejaban mas a los animales que a las personas, llenaron el lugar con rapidez.

Sentí que algo, o alguien, se posicionaba frente a mi.

- ¿Sabes decir algo mas aparte de Gregor? - me preguntó una suave y engañosamente amigable voz.

Yo sabia bien que este no era el momento para pegarse a la moral. Por lo que opte por mentir.

Negué con la cabeza.

Él suspiro y sentí que se alejo.

- Y ¿si soltamos sus manos y preguntamos en modo sordo-mudo? - propuso el desconocido.

- Aun así no dirá nada.

Los pasos se alejaron, seguidos de la puerta al ser estampada contra la pared y luego azotada con fuerza. Bueno, me gane mas tiempo... O firme mi sentencia de muerte.

Gregor

Me despeiné una vez mas el cabello.

Hacían 24 horas que a ella se la habían llevado y, por mi parte, estaba enloqueciendo.

Hacia 15 horas que llegamos al puente y nada. Ni una llamada, ni un recado.

- Es hora de llamar - rompió el silencio Eric.

Yo sabia bien a que se refería. No era llamar a Ronald, no. Eso ya lo habíamos intentado, varias veces, hace 12 horas. A lo que se refería él era llamar a aquellos que una vez necesitaron algo de nosotros.

Hora de cobrar favores.

(...)

Mire una vez mas a todos los presentes. Por lo menos 35 personas o mas. Todos con deudas de vida con nosotros.

Divididos en grupos y mirando, unos imperturbables y otros alarmados.

- Los hemos llamado por una situación de vida o muerte - comenzó Eric - Muchos saben de la existencia de Erin, mi hermana pequeña.

» Ronald Wilon la tiene desde hace unas 24 horas. La esta torturando por algo que ella no entiende.

Los murmullos se alzaron y yo me limite a observar.

- Saben bien que no es nuestro estilo cobrar favores - añadí - Pero en este caso... Es necesario. Los llamamos para que salden sus deudas con nosotros.

Los murmullos se acrecentaron. Fiona Speck, la líder de un de los grupos, dio un paso al frente y con ella los demás también .

- No es necesario saldar deudas. Estamos contigo. Ronald se paso de la raya. Estamos contigo.

Los lideres de los demás grupos dieron un paso al frente y dejaron en claro su acuerdo. Menos uno.

-William Wilon. ¿Y tu?

No era para nadie un secreto que los hermanos Wilon se odiaban hasta la muerte y mas allá. Desde que Ronald, en uno de sus arranques de ira, mato a la pequeña Raquel. La menor de los Wilon y la única mujer.

Pero eso no quería decir que William fuera a entrar en este trabajo. Aunque era lo mas obvio.

- ¿Me llamaste para que te ayudará a matar a mi hermano pequeño? - ironizó con una sonrisa.

-Así es.

Toda su pandilla y él se rieron estruendosamente.

- ¿Donde firmo? - río.

Era obvio que él no desperdiciaría una oportunidad como esta de matar a Ronald. Él seria nuestra mejor arma.

- Saldremos mañana al caer la noche. No saben con quienes se metieron.

Mí Demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora