GregorLa besé.
Sin poder evitarlo, puse mi mano en su espalda baja y la acerqué más a mi.
Ella aún estaba en shock. Su falta de movimiento y su obvia inexperiencia, me hizo pensar en la posibilidad de que fuera su primer beso.
Me separe apenas unos milímetros de su boca y mire en sus ojos. En ellos había una emoción que no podía descifrar. La cabeza con lentitud, dejándola ver lo que pasaría si no me alejaba. Uno se podía volver adicto a su inocencia. A su inexperiencia. A ella.
Erin me miró a los ojos. No retrocedió. Miró mis labios con deseo.
Me detuve. Queriendo saber hasta donde ella quería llegar.
Su respiración era agitada. Oscilaba entre alejarse o acercarse. Lo veía en sus ojos.
Ya que estaba tan cerca, asome la punta de mi lengua y rose su labio inferior. Ella gimió.
Ese sonido me hizo estremecer. Jadee.
Me muro un segundo a los ojos y luego arremetió contra mis labios. Me beso con fervor. Aún con su inocencia, era ardiente.
Le respondí con la mis ma intensidad. Hasta que la apreté contra mi para tenerla cerca y ella me reino el aliento con un jadeo de dolor.
La solté con brusquedad. Ella estaba tranquila. Pero con una mueca de dolor.
Ella cogió mi mano y la subió con lentitud provocada por el dolor, o la pérdida de sangre, hacia arriba por su costado. Mi mente sucia me susurro cosas lujuriosas mientras veía a mi mano ascender.
Ella me miró reprobadora, seguro adivinando mis pensamientos, y me presionó los dedos en dos heridas de bala.
- Confió en ti - murmuró y luego se derrumbó en mi pecho.
Cogido fuera de base, casi la deje caer y solté un chillido de angustia. Si me preguntaran que fue ese grito... Lo negaría todo.
La coloque en mi regazo y condiciones hasta un consultorio que, sabía, estaba muy cerca. Eric y yo siempre íbamos a ese consultorio cuando tenían que remendarnos los profesionales. El doc es amigo nuestro.
Con una mirada me cerciore de que Jane estaba ilesa y pise el acelerador.
Unos minutos después ya estaba en la puerta del consultorio. Tocando la puerta de una manera brusca.
Nathan abrió y jadeo de impresión. A Jane la traía sobre el hombro derecho y a Erin la traía estilo bebé. Sus piernas rodeaban mis caderas y la tenía apretada contra mi pecho. Mi mano descaradamente cogía su culo. Su magnífico culo.
Aleje esos pensamientos, no quería que Nathan se fijara de la muestra de mi deseo.
Nathan estaba boquiabierto.
- Tienes que ayudarme - pedí. Jamás en mi vida había pedido nada a nadie.
Me dejó pasar. Yo deje con extremo cuidado a Erin en la camilla doble. Mientras que a Jane sólo la deje en la camilla de al lado.
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Mí Demonio.
Romance"En mi infancia pensé que moriría a manos de mis padres. Pero en vez de eso tuve que ver como todos a mi alrededor morían, mataban y se suicidaban. Para luego quedarme sola." - Erin. "La vida nunca fue fácil. A los 5 años tuve que ver mas de lo que...