Cap. 7

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-Ya escuchaste amigo, será mejor que te apartes, Deb ya decidió.

Así que además de dedicarse a espiar en la oscuridad, se tomaba la libertad de opinar en mis asuntos. Vi como Rowell se recostó tranquilamente sobre la pared y me llené de furia.

-¿Sabes qué?-Dije dirigiéndome a Thiago- Acepto salir contigo.-No entiendo por qué lo dije ni mucho menos por qué luego de eso lo cogí del cuello y clavé mis labios en los suyos, no es como si yo hubiese querido demostrar un punto.

Cuando alcé la mirada, Rowell había abandonado su relajada postura y me miraba asqueado mientras se acercaba a paso decidido.

–Eso y una cláusula de bodas, no eres graciosa Deb.-Cogió uno de mis brazos y me apartó de mi nuevo novio.

–Deja de hablar por ella, ya escuchaste lo que dijo.-Thiago lo miraba furioso y cogió mi otro brazo y también jaló de mí.-Será mejor que nos vayamos Debi.

–El único que se tiene que ir eres tú.-Rowell volvió a jalar de mí, haciendo que casi pierda el equilibrio.

-¡Suéltenme!-Grité fastidiada mirando a los dos, eso se parecía más a la pelea por un juguete.

Entonces de la nada Rowell comenzó a reír-No es... ¿Estás de broma? –Dijo cogiéndose la cabeza con las manos-¡Es el mismo idiota de la otra vez!-Ahora estaba gritándome a mí mientras daba vueltas, era tan bipolar...

– ¡Te dije que no te quería cerca de ella!

–Y quién eres tú para decirme qué hacer.

–¿Quieres que te lo demuestre?-Rowell apretó sus nudillos.

–Deja de comportarte como un niño. –Dije.

Por un momento surgió un silencio algo tenso, hasta que Thiago habló y lo hizo peor.

– ¿Te gusta verdad?-Le hablaba a Rowell y me señalaba a mí con la cabeza.

Los ojos se me abrieron estrepitosamente, eso era lo que yo quería saber desde hace varias semanas pero no se lo podía preguntar así porque sí. –Eso no es cierto –Contesté la pregunta que no era para mí–Rowell, busca tus propios asuntos-No me molesté en mirarlo.

Pero él ignoró mis palabras. Cogió a Thiago por la camisa, él logró doblar las rodilla a tiempo para patearlo en el estómago, pero sin mucho esfuerzo Rowell cogió su pierna izquierda y lo comenzó a arrastrar fuera de la habitación, Thiago dio un giro inesperado y se puso en pie, justo cuando Rowell se agachaba para enganchar los brazos a su alrededor y terminar de echarlo fuera del cuarto.

-¡Estás demente!

Estaba segura que Thiago se había roto algo pero cuando intenté ir tras él, el pigmeo mental se puso en mi camino y cerró la puerta.

–Tenemos que hablar. –Soltó como si todo estuviera tranquilo y casual.

–No tengo nada que hablar contigo.

–Quizá no sea necesario que hablemos.-Dijo mientras irrumpía lentamente mi espacio personal.

–Lo que haces es ilegal-Dije retrocediendo, luego me crucé de brazos.

–Todavía no he hecho nada...Y no lo pienso hacer mientras no lo pidas.

–Haaaaa ¿Piensas que lo haré?

–Sí.

–Dame una razón.

–No lo sé, es solo el efecto que causo en las mujeres.-Se encogió de hombros.

Trágate tus floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora