Cap. 9

40 1 4
                                    


Caminaba dando pasos apresurados que hacían eco en el estacionamiento, el aire entre nosotros aún se sentía incómodo. A pesar de que andaba sola, sabía que Rowell me seguía muy de cerca, sin hablar, su mirada clavada en mi nuca me estaba matando.

– ¡¿Puedes ser normal?! –Solté cuando no aguanté más.

– Y qué se supone que hice ahora para molestarte. –Dijo alcanzándome.

– ¡Deja de mirarme... Así!

-¿Así cómo, tienes ojos en la espalda?

No pude pasar por alto que volvía a usar su tono borde conmigo.

– Sabes de lo que hablo.

– Paso de ti.-Diciendo eso se adelantó y me dejó atrás, sola.

Seguí caminando hasta que alcancé a los demás, se habían quedado esperando en la entrada donde vendían las golosinas y vi que Rowell había prendido un cigarrillo, debí suponer que fumaba.

– ¡Apúrate Debi, H&M cierra en unas horas!

– Ya estoy aquí. –Dije con falsa emoción.

– Ok, la idea es que las dos vayamos de compras, mientras los chicos se dan una vuelta por otras tiendas. –Dijo Nessa mientras me cogía del brazo.

No sabía si era buena idea dejar a Thiago con ese par, ¿Qué tal si le hacían algo? De acuerdo, dejé de pensar como miedosa.

– ¿Estás bien con eso? –Le pregunté a él.

– Claro que estará bien-Intervino Harry-Nosotros lo cuidaremos.-Dijo palmeando la espalda de Thiago.

Thiago solo levantó las cejas y me hizo reír la cara que puso.

– Anda nena.

– Sí – Dije mientras me acercaba a darle un pequeño beso en los labios, solo que él se alejó demasiado pronto como para lograrlo.

–Vámonos niñato.

Ese era Rowell jalando a Thiago del cuello, lo asesiné con la mirada mientras con la ayuda de Harry lo llevaban lejos de mí.

Idiotas.

– ¿Entonces, qué opinas de este?

– Es el décimo vestido que te pruebas y te queda genial.-Recordé a Nessa mientras salía del vestidor en el que se había metido hace ya como media hora.

Ella soltó un pequeño gorjeo, había puesto su ego un poco más en alto, si es que eso era posible.

– ¿Y tú, aún no has escogido nada? Dije que la tarjeta era para las dos.-señaló.

–Yo estoy bien, además fue un regalo de tu madre para ti.

–Debi, tú eres como mi hermana, ya lo sabes, lo quiero compartir contigo.

Me encogí de hombros-No hoy, no estoy de humor para la ropa.

–Es por...

–No. –Me apresuré a decir. Yo no necesitaba que ella me recordara por qué de pronto mi humor había cambiado.

–A propósito de eso ¿Rowell intentó algo cuando se quedaron solos?- Nessa parecía intrigada.

– Uhhh.. No-Negué con la cabeza, poniendo la cara más neutral que podía, al fin y al cabo, yo no terminaba de entender si lo que pasó en el auto era "algo".

–Bueno... Si tú lo dices. ¡Mira este!-Dijo mostrando uno de los vestidos que colgaban en el riel del extremo izquierdo de la mini suite que nos asignó la vendedora cuando Nessa le explicó el estilo de vestidos que estaba buscando.

Trágate tus floresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora