No podía creer que hubiera pasado un mes desde que comenzamos nuestra relación.
Thiago sostenía frente a mí un escandaloso globo rojo que llevaba escrito: ¡Primeros treinta días juntos! Y además una bonita bolsa de papel.-Son para ti-Dijo y yo creí morir.
-De ninguna manera-Negué con la cabeza.
Él rió- Debi, es mi manera de pedir disculpas por haber olvidado nuestro aniversario, solo tómalos.
-Thiago, yo...- Ah, no sabía cómo decirle cuánto me avergonzaría caminar con ese globo en las manos, no planeaba herir sus sentimientos pero no quería tener ninguna clase de regalos románticos provenientes de él y menos si iban a ser tan... llamativos.-Yo... es que no compré nada para ti-Se me ocurrió decir-No creí que nos daríamos regalos.-Y tampoco recordé que cumplíamos un mes juntos.
-Estoy bien, tú no me tienes que dar nada.
-¡Pero no es justo!
-Acéptalos.-Dijo él.
El taxi que tomamos nos dejó frente al bowling, cruzamos la pista e ingresamos al lugar después de pagar nuestras entradas, minutos antes Nessa me había mandado un mensaje diciendo que ya estaban en el lugar. Le respondí diciendo que acabábamos de llegar y comencé a buscarla entre los grupos cercanos a la pista de juego mientras nos acercábamos.
Todo el camino me la pasé intentando esconder el globo que llevaba en la mano pero este se empeñaba en ir hacia arriba, así que me resigné a continuar mi desfile con dignidad cuando al final localicé a Harry y después a Nessa y Rowell y oh, una chica sentada a su lado en el otro extremo del salón.
Llegando a la mesa donde se sentaban noté que la gente del lugar se fijaba en el romántico globo, algunos nos señalaban a Thiago y a mí pero la mayoría de chicas ponía cara de ternura, mi rostro empezó a arder como un volcán, yo quería fusilar al chico que iba a mi lado.
-¡Hola!-Saludé esperando que ninguno notase el escandaloso globo y actuaran como personas normales. No debí esperar mucho de ellos.
Para empezar, Thiago puso la bolsa de chocolates al centro de la pequeña mesa.
-¡Qué es esooo!-Dijo Nessa.
-Oh, nad...-Chocolates-Habló Thiago al mismo tiempo que yo.
-¡Le compraste chocalates a Debi, qué romántico!- ¿Y lo que llevas en las manos Debi?
-¡Nada!-repetí con fuerza.
-Es un globo-Dijo Rowell desde su sitio.
Giré en su dirección y lo fulminé con la mirada.
-Sí, es un globo, fin de la historia. ¿Vamos a jugar?
-¿Me dejas verlo?-Nessa hacía pucheros.
-Ahora no...
-Enséñaselo nena-Me habló Thiago cogiendo mi mano, se lo pasé a Nessa y rodé los ojos.
-¡Ohhh! ¿No, es hermoso? –le hablaba a Harry.
-Sí... Es lindo-Coincidió él analizando mi cara y ocultando una risa por ello.
-Bueno, ahora tenemos una razón más para pasarla bien ¡El aniversario de Debi y Thiago!-Aplaudió Nessa con una sonrisa entusiasmada.
Sep, me encontraba en una situación cursi y patética. Me solté de Thiago de la mejor manera y luego me hundí en el mueble de cuero color tomate, donde se sentaba el resto.
Los siguientes quince minutos nos dedicamos a conseguir los zapatos a nuestra medida y las bolas de juego. Las luces neón que bordeaban cada pista de bowling cambiaban continuamente de color y la música que se escuchaba en el lugar pertenecía a The strokes.
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Trágate tus flores
RomanceTodos tienen una idea distorsionada del enamoramiento gracias a las películas y novelas de" terror". En la vida real, solo te llena de dudas, drama y muchas lágrimas. Porque el "terror" es como un "abismo", cuando das un paso hacia el, es probable...