Capitulo 6; un héroe vestido en verde.

185 13 2
                                    

                  

Al cabo de unas horas encerrada en el armario observe desde el piso que la puerta se abrió, era alguien vestido de verde, con cabello muy corto. Se agacho y me tomo por la espalda  las piernas y me cargo. Lo próximo que recuerdo es despertarme acostada en mi cama con una bolsa de verduras congeladas en el estómago en función de hielo y un venda en la cabeza y otra muy pequeña en la boca. Me levante con toda la energía que me quedaba y me dirigí a la cocina que quedaba en el piso de abajo de casa, abrí el refrigerador y saque una botella de jugo de naranja, tome un vaso y comencé a servir, la mano me temblaba mucho asique gran cantidad del jugo se volcó en la mesa.

Una mano me agarro y el jugo comenzó a caer adecuadamente al vaso, mire a un costado y pude ver a Juan mi hermano vestido con pantalones camuflados y una remera verde oscura, enseguida lo abrase, enseguida una sonrisa se dibujo en mi rostro.

La venda de mi boca se corrió y como él era bastante más alto que yo, mi boca que estaba a la altura de su hombro mancho su remera.

―Perdón manche tu remera―le dije casi susurrando.

―No te preocupes de todas formas necesita una lavada―dijo con una sonrisa mirándose el hombro.

―¿Fuiste tú? ― pregunte tocándome la frente en busca de heridas

―Si, llegue a casa y entre a tu cuarto pensando que estabas ahí pero no, lo que vi fue tu ordenador abierto con un video de alguien golpeándote, le pregunte a papa donde estabas y me dijo que en el colegio así que fui para allá.

― Me alegra mucho verte, no sabes cuanto te extrañe.

― Yo tambien, muchisimo.

Me di la vuelta para agarrar el vaso de jugo y como por décima vez en el día, lo derrame.

―Está bien, vuelve a la cama y acuéstate te hará bien descansar―me dio un beso en la frente y me acompaño hasta la escalera.

―Tranquilo yo puedo sola― el asintió y me soltó. Cuando me soltó subí muy despacio las escaleras hasta mi cuarto mire mi reloj pulsera y vi que eran las cuatro y tres de la tarde.

Dormí durante cinco horas y me desperté al oír el timbre de la casa, mire mi reloj pulsera y vi que eran las nueve y veintinueve. Después de unos minutos escuche que alguien subía las escaleras asi que voltee como para que no me vean la cara , ya que mi cama estaba paralela a la pared en la que estaba la puerta. Oí que alguien abría la puerta  luego escuche la voz de mi padre diciendo,

―Lo siento Ben está dormida―enseguida voltee y pude ver la cabeza de mi padre asomándose por la puerta,―Ah no, espera esta despierta, Mia tienes visita ¿Lo dejo pasar?

—Si, no hay problema.

Ben entra y me da un abrazo.

―Gracias pa― papa saco la cabeza que estaba apoyada en el marco de la puerta y la cerro.
—¿Como estas?—Me pregunta sentandose a mi lado

—Recuperanodme. ¿Cómo estuvo el partido?

—Pudo haber estado mejor... Pero estuvo...bien, supongo. Te busque después del partido pero no te encontré, hable con los chico y me dijeron que te habías ido con dos chicas asique salí a buscarte pero no te encante— una pausa—ahí fue cuando me llego el video. Llame a tu padre y me dijo que ya estabas en casa y que pasara a verte en un par de horas así podías descansar.

—Ya estoy mejor.

—Me doy cuenta, pero necesito saber quiénes fueron...

―No lo sé no lo recuerdo

―Mia necesito que me lo digas, ¿Quién fue?― me dijo en tono más alto.

― ¡No sé! —dije con tono elevado

― ¡Mia! —Dijo superando mi tono de voz

― ¡No sé! — grite aún más alto.

―Está bien― dijo seguido de una pausa.

—Estando ahí dentro, mencionaron algo de un dibujo...—me interrumpió.

—Sofía tomo de tu cuaderno de dibujos una hoja, ¿recuerdas?

Asentí.

—Le saco una foto, y la mando...

— ¿A cuál dibujo? —pregunte acelerada.

— ¿te lo muestro?

Asentí nuevamente.

Saco su celular y me mostro la foto de aquel dichoso dibujo, era uno que había hecho unos cinco años atrás, y por alguna estúpida razón lo conserve.

Decía "Bruno y Mia" lleno de corazones y otros dibujos todo por el contorno.

— ¿Cuántas personas lo han visto?

— ¿de verdad quieres saber?

—Sí.

—Básicamente, todo el grado.

Derrame un lagrima y al instante Ben paso su pulgar por mi mejilla para limpiarme.

—No voy a permitirte hacer eso, ¿Ok?

Le doy un abrazo y el me da un beso en la frente.



entre ellos y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora