Capitulo 10; "¿No te das cuenta?"

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—¡PAREN!—digo cuando veo que no lo hacen.
Nicolás los separa.
—Será mejor que nos vayamos—le dice Nicolas a Bruno.
—Esta bien.
—¿Quieres que te alcance a tu casa?
—Ok—dice Clara.
Los tres se van.
Ben está tirado en el piso con sangre cayéndole de la boca.
—¿Estás bien?— Pregunto mientras lo ayudo a sentarse.
—Mejor que nunca.—dice en tono sarcástico.
—Gastón ¿puedes traer un paño húmedo de la cocina?
El asiente y se va.
A su regreso entra en la habitación seguido por mi hermano.
—¿Qué pasó acá?
—Nada—digo cortante, mientras le pasó el paño a Ben.
—¿Desde cuando un chico con la boca sangrando y olor a alcohol es nada?
—Desde hoy. Ahora ¿te puedes ir?—le preguntó señalando la puerta.
—¿Qué te pasó?—le pregunta riéndose mientras se acerca más.
—No estoy de humor—Dice Ben mientras intenta pararse.
—¿Y eso porque?—le pregunta mi hermano todavía riéndose.
—Porque no me entusiasma mucho la idea de tener la cara hacha un desastre por la culpa de un pelotudo como Bruno.
—Tranquilo— le dice Maya—tú te las buscaste—añade entre dientes.
—¿Qué yo me la busque? ¿Como te sentirías tu, si la persona a la cual amas estuviera atrás de un imbecil que lo único que hace es herirla?—Todos nos quedamos en silencio.
—Bueno creo que es hora de irse—dice mi hermano—menos tu boca sangrienta—agrega haciendo referencia a Ben, a quien no conocía mucho.
—Adiós—Maya y Gastón me saludan—Mejórate—le dice Maya cuando saluda a Ben.
—Bueno, arriba—mi hermano ayuda a Ben a levantarse.
—Llévalo al sofá del living, que voy a buscar algún botiquín.
—Ok.
Salgo del garaje y subo al piso de arriba, me dirijo al baño y agarro una pequeña caja blanca que contenía lo necesario para curar a Ben.
Al bajar me encuentro con mi padre saliendo de la oficina.
—Me voy al congreso, Ok? Tu hermano dijo que prepararía la comida, pero ayúdalo, no vaya a ser que queme algo de vuelta.
—¿Cuándo vuelves?—Le pregunto cuando me abraza.
—El jueves—me da un beso en la frente—Cuídate— dice una vez afuera de la casa.
Tras la muerte de mi madre, mi padre comenzó nuevamente sus estudios, y se recibió como doctor, una vez cada año o a veces más, iba a un congreso, en distintos lugares, a veces de un día, otras veces, de semanas.

Me dirijo hasta el living, una ves ahí escucho una parte de su conversación desde el marco de la puerta. Juan si notaba mi precencia, pero Ben estaba de espaldas.
—¿Qué pasó?—le pregunta mi hermano, parece frustrado.
—Nada—le responde Ben cortante.
—¿Cómo dijiste que era tu nombre?
—Ben
—¿Y qué edad tienes?
—18, ¿Porque?
—Entonces creo que eres lo suficientemente maduro e inteligente como para darte cuenta de que tengo bastantes más años que tú, y bastante más experiencia en estos asuntos, y puedo ayudarte, Asique ¿Qué pasó!?
—¡NA-DA!—dijo Ben acercándose peligrosamente a mi hermano
—Ey, Ey, Ey, Ey.—dije entrando a la sala y apartando a Ben de Juan.
—Mia, ¿Qué pasó?
—Bruno metió la pata, y Ben la metió aún más.
—No es cierto.— me contradijo Ben cortante.
—¿Entonces para que lo hiciste?—le pregunte sentándome a su lado, y abriendo el botiquín.
—Por... ¿Podemos hablar?
Asentí, mi hermano se fue.
—¿Qué pasó, Ben?
—Mia, ¿No te das cuenta?
—¿De qué?
—De que la única razón por la cual lo hago, es por ti.
"—Ten en cuenta que tengo razón— me dijo Clara cuando le negué el hecho de que Ben quería algo serio con migo.—Mia, no seas idiota! Porfavor, reacciona"
—Es lindo el hecho de que lo hayas hecho por mí, pero no era necesario que acabaras así... ¿Te has visto la cara?—Se miró en el reflejo de su celular apagado, el cual sostenía entre sus manos—Tu ojo se está poniendo negro, y te sangra la boca.
—Estoy bien.
—No, no lo estas.
El se mantuvo en silencio mientras yo sacaba de el botiquín una pequeña venda para colocarle en el tajo que se encontraba en su labio provocado por el golpe contra su diente. También se mantuvo en silencio cuando se la coloqué. Una vez terminada me miró y me pidió disculpas.
—Mia, por favor entiende que nunca quise acerté enojar.
—Ya lo sé.
—Perdón
—No es necesario.
Me dio un abrazo, y así estuvimos un rato. Hasta que fuimos al garaje a ver una película.
—Toma esto—le dije dándole un vaso de agua—te hará bien.
—Gracias- Dojo mientras tomaba.

Comenzamos a ver la película. Una de terror que yo nunca antes había visto. Grite varias veces cada vez que la cara del asesino aparecía, pero no fue hasta la última vez que apareció en la cual salte de la susto y me pegue a Ben.
Seguimos así hasta acabar la película.
Una vez terminada la película,
—No estuvo tan mal, ¿no?
—Creo que el alcohol de verdad te afecto, porque para mí fue de las peores que hemos visto.
—Tampoco para tanto.
—¿Quieres ver otra?—digo girándome hacia el quedando frente a frente.
—Como quieras—Dijo casi en susurro.
Los dos nos quedamos en silencio. Y sin previo aviso, y sin darme cuenta.
Me da un beso.

entre ellos y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora