Capitulo 7; "La fiesta"

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PARA AGUS PINTOS:
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Era sabado a la noche, nada importante que hacer. Asi que llame a Clara y a Maya para que vinieran a casa.
A eso de las 19:30 siento que alguien golpea la puerta.
Baje corriendo lo más rápido que pude y abrí, la puerta.
—Heyyy!— me grita Maya al verme.
—Hola feas—digo mientras les doy un abrazo.
Subimos a mi habitación y Maya conecta su celular a un parlante para escuchar.
—Oigan, miren esto.—Clara nos muestra un mensaje en su celular.
—En donde siempre, a las 00, todos invitados—leo el mensaje en voz alta.
—¿Quién te lo mando?—Pregunta Maya pegándole codazos a Clara mientras levanta las cejas una y otra vez.
—Nicolás.
—¿Vamos?—pregunta Maya mientras abre mi placard y comienza a buscar ropa.
—Ni de chiste
—Clara y yo vamos. Así que o te vistes o te quedas, tú decides.
—No voy a ir.
—Ben me acaba de decir que va a estar ahí.
—¿Y...? ¿Eso porque cambiaría el hecho de que vaya o no?
—No seas estupida, y vamos por dios.
—Ok
~
Una vez todas vestidas nos subimos al auto de Maya y vamos hasta la casa de Nicolás.
Al llegar Ben nos estaba esperando en la puerta de entrada.
—Miaa! Viniste—dice acercándose a mi
—Asique tomaste...—Digo tras oler el olor a alcohol que tenía.
—poquito—dice casi en susurro contra mi oído.
—Entren—abre la puerta-Ah, Clara, hay alguien esperándote en la cocina. Dice que quiere verte.
—¿Quién?
—N...N...Ni..algo con N, pero no recuerdo su nombre.
—Ok, ahora vuelvo—dice camino a la cocina.
Comienzo a caminar por el lugar, cuando veo a Sofía encaminada hacia nosotros a paso veloz.
—Hola—le dice a Ben
—Hola
—¿Vamos?—le dice agarrándolo de la mano.
Comienzan a caminar
—Ahora vuelvo—me dice mientras sube las escaleras.
—Por dios—se ríe Maya
—¿A dónde crees que fueron?
—Tu no estarás celosa, ¿Verdad?
—¿Yo? Me parece que te estás equivocando.
—Ajá, lo que tú digas...
De pronto comenzamos a escuchar gritos y la gente se comienza a amontonar contra la puerta.
—Vamos a ver—dice Maya empezando a caminar hacia allá.
—No creo que sea buena idea—digo mientras camino tras ella.
Una vez ahí me asomo por entre la gente y logró ver a unos cuatro o cinco chicos golpeando a otro, pero no logro ver a quién. Lo que si se ve es que le pegan muy fuerte, y que Lucía lo único que hace es reírse.
—Más fuerte—le dice a uno.
Después de unos 10 minutos, sin que nadie haga nada, ya que la puerta de vidrio estaba cerrada y no había otra manera de llegar a ese patio, por fin paran y uno de ellos se acerca a Lucia, se abrazan y se van.
El resto de chicos va atrás de ellos.
El grupo de gente se comienza a mover hacia la entrada para ver al grupo de idiotas irse.
Una vez completamente despejada la puerta logró ver para afuera, veo al chico sangrando en el piso.
Veo su celular a un lado estrellado contra el piso.
Veo una botella rota a pocos centímetros de su rostro.
Veo su rostro, era Bruno.


entre ellos y yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora