entre ellos y yo

Capitulo 11; tareas pendientes

Lunes, comienzo de una nueva semana, con las mismas personas, la misma rutina, por todo parece ser distinto.
Mi hermano me lleva al colegio, donde me encuentro con Clara sentada en un banco leyendo un libro.
—Hey, ¿Cómo estás?—me pregunta cuando me siento a su lado.
—Bien, ¿Y tú?
—Bien... Tengo algo que contarte.—me sonríe tímida.
—Yo también, ¿Qué pasó?—digo sonriendo como boba. Ella me devuelve la sonrisa.
—¿Recuerdas el sábado a la noche en la fiesta, que estuve hablando con Nicolas? ¿Y qué después en tu casa cuando me fui, el me alcanzó a mi casa?
—Si... ¿Qué pasó?
Ella agrando su sonrisa.
—¿¡Que pasó!?— volvi a preguntar.
—Después de dejar a Bruno en su casa, Nicolás me llevo a la mía. Lo invite a pasar... Estuvimos hablando, jugamos al Ping pong y vimos una película... Nada importante... pero,
—¿Que pasooo?
Me estaba apunto de contestar pero fue interrumpida cuando unas manos masculinas taparon sus ojos.
—¿Quién soy?—le preguntó Nicolas en susurro a Clara.
—¿Mia, quien es?
—Nose...
—basta, ya está—dijo sacando las manos de Nicolas de sus ojos, mientras se reia.
—Hey—le dijo ella en forma de saludo.
—¿Cómo estás?—le pregunto el sentándose a su lado.
—Bien
—Mia—me dice en forma de saludo.
—Degenerado...—le contesto también en forma de saludo.
Ambos estallamos en risa.
—¿De qué se ríen?—pregunta Clara confusa.
—¿No te acuerdas?— le pregunto.
—Emm... No.— me contesta.
—Creo que fue en segundo o tercero de secundaria.— le comienzo a explicar.
—Segundo—me asegura Nicolas.
—Teníamos clase libre. Porque una profesora había faltado.
—Entonces junto con otros amigos, agarramos mi celular, y nos pudimos a jugar a unos juegos.
—Lucía quiso ver, y se acercó—agregué.
—Pero como no la dejamos ver, le dijo a la profesora suplente, "Profe, Nicolás está viendo videos indebidos en su celular"— agrego Nicolas imitando el tono de voz irritante de Lucia.
Me empiezo a reír más fuerte, y Clara se ríe conmigo.
—"Señor degenerado, acompañeme por favor"— dijo esta vez imitando el tono de vez de la profesora—me dijo la Profe, me llevaron a la oficina del director y me sancionaron.
—¿Pero estabas viendo...?—Pregunta Clara
—¡Noo!—le responde Nicolas al instante.
Los tres nos reímos.
Gastón y Maya comienzan a aproximarse, cuando llegan nos saludan y se sientan.
—Hello—nos saluda Gaston.

— ¿Que van a hacer hoy a la tarde?— nos pregunta Maya.

— Yo tengo practica, y despues tenia pensado quedarme estudiando aqui un rato— nos dijo Clara.

— Te acompaño,— le dijo Nicolas— despues de mi practica de futbol, nos encontramos en la libreria a eso de las seis treinta, ¿te parece?

— Perfecto.

— Entonces, ahora que este par de tortolos irritantes acabaron de hablar...Mia— me dice Maya intentando de llamar mi atencion.

— SI, ¿Que paso?

— Al terminar las clases hoy voy a ir con Gaston a la cafeteria nueva que abrio a un par de calles, ¿Quieres venir?

— No creo que pueda... Perdon.

— OK, le digo a Ben entonces.

— Pero, si Ben va probablemente pueda ir yo tambien.

Clara se rie en susurro, pero cuando la miro estalla a carcajadas.
—¿Qué?—le preguntó mientras la miro fija.
—Nada...¿Pero porque tanto interés por si él va o no?
—Porque mi padre tiene el auto, y si no tengo quien me lleve no puedo ir.
—Ahhh... Seguro es por eso...
—Cállate—le digo cortante.
Suena la campana indicando la hora de entrada entonces todos nos dirigimos hacia nuestras clases. Yo camino a mi clase de literatura acompañada de Gastón, quien me iba contado sus anécdotas matutinas de como su perro lo despertó a las cuatro de la mañana para que lo sacar afuera a hacer "pipi", como él le dice, y me cuenta de cómo lo saco con la correa de como comenzaron a caminar y en vez del llevar al perro el perro lo llevaba a él, por cierto el perro es un chihuahua diminuto.