- Buenas tardes señor Fernández.
- Buenas para usted, dígame lo que pasa con mi hija.
- Primero necesito hablar de usted, me preocupa.
- Usted comprende que no tengo todo el tiempo del mundo.
- Me preocupa su salud, comprenda que su usted no esta bien, su hija tampoco.
- ¿Qué quiere decir con eso?
- Que usted me venga a visitar a la consulta, tomarle un chequeo y darle un tratamiento.
- Yo no estoy loco.
- Y su hija tampoco, y tiene lo mismo que ella.
- Claro que no.
- Venga y hágalo por su hija, si tanto la quiere.
- Lo pensaré.
- Si quiere le hago el chequeo al tiro.
- Dije lo pensaré.
- Ok, ¿le doy mi número y me llama?
- Ok.
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Un amor violento
RomanceAlex era un hombre viudo con su hija Ignacia, el quedó con una profunda depresión después de la muerte de su esposa, pasado los años con su depresión conoce a Camila una sicóloga que le ofrece ayuda a su hija la cual tiene depresión igual que su pad...