—No llores más, Jeongguk. —Trate de abrazarte, pero me empujaste.—Estoy solo, TaeHyung. ¡No me puedes pedir que no llore más!
Tú madre había muerto. No sabía que hacer o que decirte, sabía como te sentías, yo estaba solo desde los 13 años, sabía lo que era sentirse completamente solo, pero nunca había perdido a alguien de esta manera. Así que solo te abracé.
—No te atrevas a decir que estas solo, Jeongguk. —Me separé para mirarlo a los ojos y pose mis manos sobre sus húmedas mejillas-—estas conmigo,y me quedaré contigo. Yo no me iré.
—Promételo, TaeHyung, prometeme que te quedarás conmigo, y que nunca me dejarás.
—Respiré profundo y tome de tus manos. —Te prometo con mi vida que me quedaré, que no te dejare nunca, que estaré para ti en todo momento, que cuando necesites llorar, mi hombro estará dispuesto para ti, que desde hoy, seré lo que quieras que sea para ti. Te prometo eso y más, Jeon Jeongguk.
Recuerdo que en ese momento te soltaste a llorar desesperado, me abrazaste fuertemente mientras escondías tu dulce rostro en mi pecho, y sin saber el porqué lloré contigo.
—Te quiero demasiado, TaeHyung, demasiado que se siente irreal.
"Yo también te amo, Jeongguk." Pensé, sonriendo estúpidamente.
—Y yo te quiero a ti, Jeongguk.
Jeongguk, ¿Que ocurrió con esa promesa?