Recuerdo que había pasado un mes desde que me habías dicho que salias con alguien, había dejado de insistirte de que me dieras una explicación, ya que me había cansado de ser despreciado por ti.Pero volviste.
—¡TaeHyung! ¡TaeHyung! —Golpeabas la puerta de mi casa desesperadamente. —Abreme la puerta, por favor.
Baje de mi habitación, con el cepillo de dientes en la boca, busqué una camisa en uno de los sofás, ya que estaba acostumbrado a dejar mi ropa en cualquier lugar visible de mi casa, pero no encontré nada.
—¿Que quieres, Jeongguk? —Dije al abrir la puerta.
—Lo lamento, Tae. —Dijiste llorando. —Lamento haberte tratado tan mal, lamento haberte gritado de esa manera aquel día, yo en verdad te quiero, TaeHyung. —Te acercaste a mi y me abrazaste.
—Vete de aquí, Jeongguk. —Dije tratando de apartarme de tu abrazo, no quería caer en tu endulzante mirada y voz. —Estas ebrio otra vez.
—Yo no amo a Jimin, Tae. —Me miraste tristemente, no supe como reaccionar. —Yo te amo a ti.
—Jeongguk, por favor. —Trate de apartar la mirada, pero no podía me había perdido en tus ojos.
—Te amo, TaeHyung. En verdad te amo.
Ese día no sabía si creerte o no, ya que estabas muy borracho, recordarlo me causaba gracia, ya que tus mejillas estaban demasiado rojas a causa del alcohol, y tus ojos se miraban tan pequeños, te mirabas muy tierno de esa manera.
—TaeHyung.. —Susurraste en mi oído, abrazado a mi, era una persona muy débil a ti.
—No hagas eso, Kookie. —Mi piel se había erizado.
Perdí la noción del tiempo y no sé en que momento habíamos terminando ambos en el sofá, tu sobre mi mientras me besabas desesperadamente mientras yo acariciaba tu pequeña cintura.
—Mi pequeño. —Dije besando suavemente tus labios, mientras te cargaba hacía mi habitación.
Nunca olvidaría lo que esa noche paso, se que estabas ebrio pero había sido algo de un sueño para mi, había significado mucho y creo nunca poder olvidarlo.
Esa noche te hice el amor, Jeongguk.
Jeongguk, ¿Recuerdas esa dulce noche? Porque yo si.