—¿Puedo verlo?Doctor Michael, se le necesita en la habitación 515, es una urgencia, él paciente numero 234 esta teniendo un infartó.
—¿Ese no es el número de, Jeongguk? —Preguntó NamJoon.
—Jeongguk esta muriendo.
Empecé a correr escaleras arriba, dejando a NamJoon y HoSeok en el primer piso, nada importaba en ese momento, solo quería verte, Jeongguk, quería estar a tú lado.
Doctores te llevaban en una camilla, corrían a la sala de operaciones. ¿Qué está pasando?
—Respire joven Jeon, no nos dejé. —Una enfermera te estaba hablando.
—TaeHyung. —Susurraste mi nombre, lo escuche.
—¡No se lo lleven! —Grité y seguí a los enfermeros. —Jeongguk, estoy aquí, no me dejes.
Pude acercarme a la camilla, y después de tanto tiempo pude ver el color de tus ojos otra vez, sonreí aunque pequeñas lágrimas caían por mis mejillas.
—No me dejes, Jeongguk. —Te abracé fuertemente y escondí mi cabeza en tu pecho. —Por favor, no me dejes otra vez.
—Joven, necesitamos que se aleje, no puede entrar.
Dos enfermeros halaron de cada uno de mis brazos, traté de soltarme pero no pude, grité tu nombre muchas veces, pero no me escuchaste más.
Jeongguk, dime que saldrás con vida de ahí.
***
Dos días han pasado desde que te vi por última vez, los doctores no dijeron nada, no sé si vives o simplemente esta vez has pasado a mejor vida.
He llorado ya dos años con 4 días desde que ocurrió ese accidente, fue mi culpa, Jeongguk, por eso estas como estas, por mi tu estuviste a punto de morir, por mi has estado en coma por tanto tiempo, por mi tu perdiste todas tus oportunidades en la vida, ¿Por qué no me paso a mi y no a ti? ¿Podría algún día saber eso?
—Jeongguk, puedo explicarlo... —Dije caminando detrás de ti.
—¿Explicarlo, TaeHyung? —Caían lágrimas de tus ojos, dolió —Te he visto con mis propios ojos bajo el cuerpo de HoSeok Hyung, no puedes explicar lo que estaban haciendo, porque seria ridiculo.
—No es lo que piensas, Kookie. —Me acerqué a ti, pero me empujaste.
—¡Alejate! —Diste dos pasos atrás. —¡No quiero volver a verte!
Recuerdo que no querías verme, ni mucho menos hablarme, pero fui un necio y te obligué a hacerlo, te metí a mi auto esa noche y conduje hasta lo más recóndito de Seúl, conduje calles que ni yo conocía, pero solamente quería estar contigo, hablar y tratar de arreglar lo que había arruinado.
Jeongguk ¿Recuerdas lo que paso esa noche? Porque yo lo recuerdo cada día de mi existencia.