Directioner - Familia - Zquad

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Todo ha sido muy genial este tiempo, todos hemos estado relajados, contentos y definitivamente todos están más unidos, da gusto ir a trabajar. Cada día que llego a mi cita con los chicos están jugando, riéndose, comentando lo increíbles que son sus fans, están tan motivados y seguros de las decisiones que toman, es muy grato llegar y conversar con ellos, enseñarles las cosas y ser contagiada con su felicidad, la pasamos muy bien, me divierto mucho cuando no le salen las palabras en los idiomas, o cuando aprendes palabras feas y las repiten una y otra vez, ellos son niños en cuerpos de hombres, aun no puedo creer que estoy aquí, con ellos, siendo una espectadora de su nuevo comienzo.


"All my life you stood by me when no one else was ever behind me, all these lights the can't blind me, whit your love NOODY CAN DRAG ME DOWN" – Drag Me Down.


– Zayn vendrá en un momento – me dice una chica. Se retira. A los minutos veo a un chico que se parece a Zayn, pero no estoy segura de que sea él. Su cabello es gris.

– Andy – me sonríe con alegría. Este definitivamente no es el chico que vi hace unos cuantos meses atrás. Lo miro sorprendida – Gracias por venir – me abraza.

– Hola – digo sorprendida.

– ¿Qué tal el viaje?

– Bien, digo muy cómodo y corto – sonrío.

– Me disculpo por pedirte que vinieras con tan poco anticipo, pero necesitaba hablar contigo.

– No te disculpes, está bien, me alegró mucho que llamaras... ¿cómo está todo? Digo, han pasado cinco meses, han pasado muchas cosas, pero quiero saber cómo estás tú.

– Yo estoy bien, estoy tranquilo, me siento libre – algo había en esos ojos tan bonitos, esa chispa, eso que no había visto la última vez, libertad. Sonrío con nostalgia.

– Eso está bien.

– ¿Qué pasa? – niego con la cabeza.

– Nada, sigue contándome – se toma unos segundos para analizarme, pero continua.

– Han pasado tantas cosas Andy, creo que por primera vez estoy yendo en la dirección correcta – me río sin ganas – Sé que es algo... bueno que diga eso, pero siento que es verdad, real, ahora siento que puedo ser yo y que nadie está ahí diciéndome lo que tengo y no tengo que hacer.

– Me da gusto que te sientas libre, pero ¿era tan malo estar en la banda?, digo he leído noticias sobre ti, todo lo que has hecho, es como si estuvieras sacando todo de tu vida para traer cosas nuevas.

– ¿A qué te refieres?

– Dejaste la banda, te fuiste de Londres, dejaste de comunicarte con los chicos, firmaste con una discográfica nueva, dejaste a Perrie... no tengo el derecho de decirte nada ni de reprocharte, pero te veo y no encuentro al chico con el que conversé hace cinco meses.

– Sigo aquí, pero con el que hablaste era uno diferente, uno cansado, saturado, estresado, Andy este soy yo, necesitaba empezar de nuevo – asiento.

– Entiendo.

– Lo hice porque tengo que mostrar quien soy, ¿recuerdas? Música real.

– ¿Lo que cantabas con los chicos no era real?

– No estoy diciendo eso.

– A eso suena Zayn.

– ¿Por qué estás molesta conmigo?

– No lo estoy – digo con dulzura – Estoy confundida, todo lo que has hecho me confunde. He estado con esos chicos durante estos meses, los vi llorar, sufrir, derrumbarse por ti, y tú solo estás aquí diciéndome que este eres tú, que ahora eres libre y que ahora tu vida es real, ¿cómo quieres que me sienta?, ¿quieres que salte y grite?, porque no lo voy a hacer. Estoy muy feliz de que te sientas bien, lo juro, pero no puedo pretender que todo está bien, porque tengo un millón de dudas en mi cabeza.

Hey! Till The EndDonde viven las historias. Descúbrelo ahora