Almas Gemelas

Juntos.

Pensé que después de hablar con Ken, tendría la oportunidad de volver a ver a Julian. Ya casi se acercaba la hora de la cena y no lo avía visto.
Las chicas y yo nos dirigimos a la cocina para ayudarle a Lina con la cena.
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Alguien sabe dónde está Lilibeth.
- la última ves que la vi, andaba buscando al señor del castillo.
Por qué no lo llamas por su nombre.
Es una costumbre de llamarlo amo ó señor del castillo.
Que medieval.

Ya Wendy deja de decir cosas.
- ya.! Me dirán que Lilibeth no está en algún lugar en los brazos de su amado.
Wendy deja de hablar de eso.
Oh vamos Isabella.

Dejen las dos de hablar de eso, no les prestes atención Abby.
No te preocupes Ross, no lo hago.
Te molestaría si te hiciera una pregunta Abby.
No adelante, pregunta lo que quieras.
Bueno ¿ sigues pensando en Jack ó en Ken.?
Me imaginaba que preguntarías eso. La respuesta es sí y no.
Si, por qué todavía siento que quiero a Ken. Y no es por Jack, lo que pasó con el no fue verdad. Y ya que estamos hablando sobre Jack, quiero disculparme contigo Dawn por lo que les hice a ustedes.

No te preocupes Abby, entiendo por los que estabas pasando. Y si hablamos de pedir perdón, también te pido perdón por haberme portado mal contigo, ahora entiendo por qué todos querían protegerte, todavía no puedo creer lo que ellos nos hicieron.
Eso no justifica lo que hice.
Claro que lo justifica. Cualquier mujer enamorada es capas de cometer una locura.
Si pero resulta que yo nunca estuve enamorada de Jack.
Por eso aún, eso ya está olvidado sé que tú nunca lo quisisteis.
Él es un buen chico, así que cuídalo Dawn.
Lo aré, y tú ¿qué harás con lo que sienten Julian y tú.?
Nada, Julian ya a tenido bastante por culpa mía. Tal ves el este mejor solo, yo estaré con mi hijo.

As decidido quedarte Abby.
Si Rashel, quiero que mi hijo esté con su padre.
Hablando de padres, irás a ver a tus padres Abby.
No lo sé aún, además no sé cómo reaccionarían y prefiero mantenerme alejada de ellos, sabes que nunca fui la preferida de ellos.
Eso sí, por nuestra parte hemos acordado no volver, ese lugar nos trae recuerdos no muy agradables.
Creo que será mejor para todas si nos alejamos de ellos.

Lina, que prepararemos para la cena.
Los que ustedes quieran, señorita Abby.
Vamos Lina, llámame por mi nombre.
No me acostumbraría señorita.
Bueno pues ya lo aras, así que manos a la obra chicas hay que cocinar, aunque solo sea para ustedes.

Los chicos también pueden comer, aremos comida para ellos también, después veremos si comen ó no. Si no lo hacen llevaremos la comida a los orfanatos más cercanos.
Muy bien pensado Wendy.!
Lo sé Ross, soy fantástica.
Hey.! Vanidosa.!
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De tanto pensar y pensar decidimos hacer una comida fácil y nutritiva.
La cena se aria antes del anochecer.
Todo estaba preparado. El gran comedor estaba decorado con un hermoso mantel blanco, en el centro de la mesa se encontrara un candelabro de cuatro velas de color rojo.
Las paredes del comedero también estaban decoradas con lámparas que le daban una iluminación tenue a la habitación.
Lina avía decidido colocar los mejores jugos de platos, eran de color blanco, con unas colección de copas de vidrio italiano. El comedor estaba radiante. El salón donde se llevaban a cabo las fiestas oh resecciones, no se nos permitió entrar, Lina aseguró que las demás chicas del servicio se estaba encargando de decorarlo, así que no le tomamos mucha importancia.
Después de estar satisfechas con nuestro trabajo, las chicas y yo decidimos que era hora de hacer algo por nuestro aspecto, ya que después de estar cocinando y preparando la mesa, aviamos acabado echas un desastre. Cada una subió a su cuarto, que era compartido con los chicos también, solo yo tenía mi cuarto para mí y para mi hijo.
Al llegar a mi cuarto vi que el pequeño Oliver, Oliver era el primer nombre que aviamos escogido para llamar a mi bebe, pero después de lo ocurrido con las chicas, acordamos que sería mejor llamarlo con otro nombre para que mi hijo no corriera peligro. Cosa que avía sido en vano. Emocionado por con las caricias que la muchacha le hacía, parecía que nada avía pasado para el, parecía como si para él solo fue un cambiar de brazos.
Ester, era una muchacha no mucho menor que mi, ella probablemente estaría entre los los 20 y 21 años, pero parecía como de unos 17 ó 18. Me preguntaba si ella era humano, si avía sido trasformada.
Para mi sorpresa, descubrí que ella era humana y que avía entrado a trabajar en el castillo ase muy poco tiempo.
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¿ Como se a portado el bebé más guapo de este lugar.?
-muy bien señora, es un bebe muy tranquilo.
Bueno querida, eso es solo por ahora, cuando pueda caminar veremos si dices lo mismo.
-no creo poder verlo cuando el empiece a caminar, señora.
Por qué dices eso Ester, tu trabajo aquí está asegurado, yo me encargaré de que tu trabajo solo sea de cuidar a mi hijo.
-Muchas gracias señora, pero puede que mi trabajo corra peligro dentro de poco.
A que te refieres con eso Ester, no me digas que te irás. Tú no puedes irte, tú y Lina, son las únicas dos personas a las que confió plenamente el cuidado de mi bebé.
-le agradesco la confianza, pero hay algo que no me permitirá quedarme aquí. Así que será mejor que busque a otra persona para cuidar del bebé, señora.
A ver, para ahí,! ¡no entiendo lo que no te permite quedarte.! Yo no veo ningún problema contigo. Si yo tengo confianza en ti muchacha, dime lo que te preocupa.
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Al parecer ella decidió confiar en mí por qué empezó a llorar y se sentó en la cama al lado de mi hijo.
¿Que podía ser eso tan malo que no le permitiera quedarse en el castillo y al cuidado de mi hijo.?
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El problema es que estoy embarazada. Estando así no podré hacer nada señora.
-¿Eso es lo que te impide quedarte.?!
Si, yo no sé qué hacer señora, tendré que irme para otro lugar a buscar trabajo.
-Pero ¿por qué? No creo que aquí en el castillo aya una póliza que diga que mujeres embarazadas no pueden trabajar aquí.
No, no lo dice.
-y entonces, cuál es el problema, si crees que te van a correr créeme yo hablaré personalmente pon el señor oh la señora del castillo para que tú estés segura aquí.
Le agradesco de todo corazón que se preocupe por mí señora, pero no es por miedo a mi embarazo lo que me impide quedarme aquí. El problema es con el padre de mi hijo.
-¿que paso con el, no me dirás que es uno de los señores del castillo.?
Oh no.! Señora no! Yo no podría hacer eso. El padre de mi hijo es un empleado del castillo, trabaja en la seguridad del castillo. Es un chico muy guapo y pensé que me quería, pero creo que nada fue verdad. Yo me enamore de él y pensé que él lo estaba de mi pero no fue así, el está con otra chica, alguien que no es una simple empleada como yo.
- eso no es justo, el también es un empleado en este lugar.
Lo sé y créame que se lo grite en su cara, pero eso hizo las cosas peores entre nosotros. Cuando le dije que estaba embarazada, me dijo que este hijo no era de él, que yo era una cualquiera y que cualquier hombre puede ser el padre de mi hijo.
Me advirtió que si no me desasía de este embarazo, el aria que me echarán de aquí.
- ¿por eso es que piensas que tu no durarás en es te lugar?, as decidido tener a tu hijo ¿ verdad?
Si, no quiero quitarle l vida a mi hijo, pero eh decidido que al nacer lo daré en adopción.
-¿por qué quieres hacer eso.?
No tengo como cuidar de mi hijo, además no podré cuidarlo cuando la enfermedad me llegue.
- ¿de que enfermedad me estás hablando.?
Es una enfermedad que a venido de generación en generación en mi familia, es una enfermedad del corazón. No hay nada que se pueda hacer para tratarla, ya eh intentado pero nada me funciona, mi organismo rechaza todo los que eh probado.
- ¿crees que tendrás la fuerza necesario para tener a tu hijo.?
E planeado tenerlo por cesaría. Quiero dejar aúna parte de mí en es te mundo, suena ridículo pero no me importa.
- para nada es ridículo querida. Y por ese maldito que jugó contigo, ya me encargaré de que le pasen su factura. Y por lo del bebé ya veremos qué hacemos, por ahora no te preocupes, ve a la cocina y come algo saludable para ti y para tu hijo, si.!
Gracias por escucharme señora. Pero no veo cómo puede hacer para que no me corran.
No te preocupes déjamelo a mí, por ahora será mejor que valla a la cocina y comas lago, más noches subes a cuidar del bebé, y te traes mucha fruta y agua para que estés bien alimentada, en la cocina hay muchas cosas que puedes comer si se te antoja algo, y si no dile a alguno de los demás empleados que vaya y te lo consiga de inmediato, entendido.
Pero señora, no puedo hacer eso sin el consentimiento de los amos.
As lo que te digo, ya veras que ellos no dirán nada al respecto, además, yo viviré aquí por un buen tiempo así que también puedo darte órdenes a ti y a los demás. Así que vamos andando tengo que arreglarme y tú tienes que comer.
Muchas gracias señora. No sé cómo agradecérselo.
Me lo puedes agradecer, haciendo lo que te digo.
Si señora!
Ah y otra cosa cariño, no me llames señora, todavía no estoy casada asía que llámame Abby será mejor para las dos.
De acuerdo Abby.!
Ves, es mejor así, ahora a hacer lo que te dije.
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La chica se fue limpiándose las lágrimas que todavía le recocían las mejillas.
Me devolví asía mi hijo que de tanto estar jugando, se avía quedado dormido en el centro de la cama, Ester le avía echo unas barrera con las almohadas, me sentía tan feliz de tenerlo a mi lado.