Capítulo 8

13.2K 967 265
                                    





Llegué a casa alrededor de las tres de la mañana. Kira fue muy amable en ofrecerse a llevarme hasta casa ya que Stiles no podía. Saludé a Kira y le agradecí por todo.

—De nada, Olivia. Nos vemos mañana —se despidió y caminé hasta la puerta de casa.

Tomé las llaves y la introduje en la cerradura. Hice todo el proceso en un silencioso paso. Sin embargo, la esbelta figura de Jordan me asustó al verlo parado junto a la puerta que dividía la cocina con el living.

—Dijiste que volverías a medianoche —se cruzó de brazos—. Además, estuve llamándote y no contestabas.

—Es que olvidé el celular en el auto de Stiles —dije un poco arrepentida por haber desobedecido a Jordan, aunque en parte no había sido mi culpa. Pero eso no se lo podía decir.

—Estaba muy preocupado, Olivia —suspiró y se tomó de la cintura—. Con todo esto de los asesinatos y asesinos a paga, Beacon Hills no es seguro.

—Lo sé, lo siento —tragué saliva—. No volverá a pasar.

—Claro que no volverá a pasar, estás castigada —dijo con firmeza y mi cara se transformó en un signo de pregunta junto con uno de exclamación.

— ¿Qué? Pero...

—A tu cuarto.

Subí sin rechistar ya que Kira me pidió por favor que evitara cualquier situación que pueda llevar a provocarme enojo o ira. Dijo que era probable que volviera a transformarme en lo que sea que sea de nuevo.

Me quedé dormida nuevamente y al parecer Jordan también. Horas después, me vestí apresuradamente y bajé las escaleras corriendo.

— ¿Jordan? —Grité pero al parecer no estaba en casa. Me pareció un poco raro ya que él solía llevarme a la escuela antes de irse a trabajar. Supongo que habrá tenido algo en el trabajo.

Me rebané un par de tostadas que había dejado Jordan con mantequilla y salí corriendo de la casa tratando de llegar a tiempo.

Sin pensarlo, ya había pasado dos manzanas en menos de un minuto. Supuse era por el cambio en mi cuerpo. Paré unos segundos para descansar y siento como alguien choca contra mi cuerpo con fuerza y hace caerme de rodillas.

— ¿Qué diablos? —Digo mientras me paro con enojo mirando todas mis rodillas raspadas y con un poco de sangre.

Alzo la vista y era el idiota de Liam Dunbar totalmente agitado.

—Oye, disculpa no te vi, es que voy llegando...

—Tarde a la escuela, sí, yo también —le respondo mal. Mientras bajaba mi mirada a mis rodillas que sorprendentemente ya estaban curadas sin ningún rasguño—. Dime que no soy la única que notó eso.

—Creo que no, yo también lo noté —respondió Liam igual de asombrado que yo—. Es parte de toda esta locura que hablaban un par de noches atrás. Cuando Scott me mordió la mordida se curó en menos de una hora.

—Increíble —susurré para mí—. ¿Será que no tendré más el periodo? —Volví a susurrar para mí. Liam frunció el ceño.

— ¿El qué?

—Nada —respondí. Luego caí en la realidad y me fijé la hora en mi reloj, ya estaba cinco minutos tarde a mi primera clase—. Mierda, ya es tarde.

—Corre —dijo Liam y comenzó a correr rápidamente. Lo seguí inconscientemente.

Como ya sabíamos, llegamos bastante tarde por lo cual no nos dejaron entrar a la primera clase que casualmente era la misma.

SHE WOLF ¹ | Liam DunbarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora