SHE WOLF ¹ | Liam Dunbar

Capítulo 4

           

El despertador sonaba desesperadamente en mi oído. Mis tímpanos quedaron absortos de tanto ruido. Últimamente, he estado muy sensible de mis sentidos. Muchas veces escucho cosas que no debería escuchar, aunque no es siempre. También mi olfato, huelo cosas demasiadas cosas, no sabría describirlo, ya que pienso que estoy totalmente loca. Huelo algo así como los sentimientos, lo sé, una estupidez.

Anoche llegué tarde a casa, estuve haciendo horas extra en la comisaría. Limpiando como loca y ordenando archivos.

Necesitaba el dinero, aunque mi padre me había dejado suficiente.

He estado con la esperanza de largarme de aquí muy pronto. Volver a casa, a Canadá, con mis amigos. Pero no he recibido ningún mensaje de parte de mi familia. Sólo me contacté con mi madre una sola jodida vez y ella no se ha preocupado por mí. Ni si quiera mi padre o mi hermano. Éste último no tomaba mis llamadas. Desde que me dijo eso, se volvió todo aún más raro.

Dejando mis problemas familiares. Hoy empiezo el instituto. El hijo del sheriff, Stiles, ha estado ayudándome con las materias y a conseguir los libros que tenía que comprar.

También nos hemos vuelto algo cercanos, me contó sobre sus amigos y su familia, su historia familiar y algunas otras cosas.

Guardé todo en mi bolso y bajé a desayunar. Allí estaba Jordan preparando el desayuno como todas las mañanas.

—Buenos días —saludó con comida en su boca e hice una mueca en forma de saludo.

Al ser menor de edad, Jordan se hizo a cargo de mí hasta que algún familiar quiera venir o hasta que cumpla la mayoría de edad. Por lo tanto, él vive conmigo. Fue algo repentino, me rehusé la primera vez, pero entendí que sería lo mejor. No me gusta estar sola, pero al menos me llevo bien con él.

Aunque es muy incómodo trepar por la ventana en la madrugada, desnuda. Mis salidas en medio de la noche son algo exasperantes. Nunca en mi vida había sido sonámbula o algo parecido. Jordan no sabe sobre mis salidas, ya que al parecer, soy muy silenciosa al salir y entrar a la casa a escondidas. Aún sigo investigando cómo es que lo hago.

— ¿No te olvidas de nada? —Pregunta Parrish señalando mi mochila con su cabeza.

—Espero que no —digo tomando mi última tostada—. Vamos, Jordan. Llegaré tarde —dije mirando mi reloj.

—Ya voy, ya voy —tomó su chaqueta de oficial y nos subimos a la camioneta.

Sé que será raro llegar a la escuela en una patrulla de policía. Pero sinceramente no me importaba, no venía el día en marcharme de aquí y volver a casa.

—Buena suerte —me sonrió y le devolví el gesto.

Bajé del auto y caminé hacia la escuela. Había estado unas tres veces aquí. Stiles me había hecho un recorrido algo corto y vine a hablar con el director para que me dé la lista de lo que tenía que traer y mi número de taquilla.

Mi primera clase era biología, mi clase favorita, al menos la que no odio tanto como las demás. Entré y busqué un asiento, conseguí uno al fondo.

—Buenos días —entró la profesora—. Veo que se nos ha sumado una nueva alumna —me miró desde lejos y lo único que pude hacer era encogerme en mi lugar ante todas las miradas de los alumnos sobre mí.

Sentí mis mejillas arder. Diablos.

—Muy bien, espero y que respeten a su nueva compañera —ella se dio vuelta y comenzó a escribir unas cosas en la pizarra—. Neurología... —releyó lo que decía en el pizarrón—. Vayan a la página 15 de sus libros, allí veremos...

La profesora se vio interrumpida por un alumno que entró por la puerta algo despeinado y con miles de papeles en mano.

—Dunbar —miró con desaprobación la profesora—. Tercera vez que llegas tarde a mi clase.

—Lo siento, yo...

—Ya no creeré en sus excusas baratas —negó con la cabeza—. Estás castigado.

Oí como bufó por lo bajo y se fue a sentar al asiento que quedaba disponible. Que quedaba frente a mí.

—¿Alguien puede decirme la función que cumple el núcleo de una neurona? —Preguntó la profesora.

Levanté la mano al instante.

— ¿Sí? Señorita... —se fijó en su lista—. Johnson.

—El núcleo de una neurona contiene material genético en forma de cromosomas, que dirige la actividad de la neurona —expliqué.

—Muy bien —dijo algo sorprendida. Observé como el chico Dunbar se giró un poco y frunció el ceño al mirarme, le devolví el gesto.

La campana sonó y todos se levantaron de sus asientos y salieron a toda velocidad de la clase.

La verdad es que no tenía apuro en salir, ya que no tenía amigos por el momento. Choqué con el chico que se sentaba delante de mí, haciendo que tropiece y se caigan las hojas de mi carpeta.

—Deberías dejar paso a los demás —gruñí un poco enojada con el inútil de chico que tenía en frente.

—Deberías fijarte por donde caminas —me contestó en el mismo tono y lo fulminé con la mirada.

—Como sea —junté mis papeles y salí lo más rápido de allí.

Que estúpido chico.

➽

Las horas habían pasado con tranquilidad y no había visto al chico Dunbar en alguna de mis otras clases. O quizás pudo haber faltado, aunque no me interesaba en lo más mínimo.

Llegué a casa y lo primero que hice fue tirarme en el sofá y tomar una pequeña siesta en él.

Estaba totalmente cansada.

Cerré mis ojos y me dormí profundamente.

Luego de varias horas, el sonido de la puerta me despertó. Supuse que era Parrish, ese olor peculiar y ese sentimiento de aburrimiento había entrado por la puerta.

—¿Sabes la hora que es, verdad? —Me preguntó mirándome con seriedad.

Fruncí el ceño y miré mi reloj. Abrí mis ojos con sorpresa y miré a Jordan en forma de disculpa.

—Lo siento mucho —me disculpé—. Estaba muy cansada, olvidé por completo el trabajo.

Él suspiró.

—No es nada, espero que sea la última vez —dice él caminando hacia la cocina—. Traje pizza.

—Genial —me senté en una de las bancas en la mesa de mármol que había en la cocina.

— ¿Cómo te fue? —Preguntó mientras servía las porciones en un plato.

—Creo que bien —le dí un mordisco a mi pizza.

— ¿Hiciste amigos? —Interrogó.

—Claro que no, son todos unos estúpidos —le respondí y él soltó una pequeña risita.

—¿Algo importante en la comisaría? —Le pregunté esta vez yo.

—Sólo un hombre detenido por exceso de velocidad y de alcohol.

—Que interesante —respondí sarcásticamente y él rodó los ojos.

Al terminar de comer, me despedí de Jordan y me fui a dormir.

N/A

Sólo es para decirle que opté por cambiar el apellido de la protagonista, ahora voy a editar los capítulos anteriores y el reparto.