SHE WOLF ¹ | Liam Dunbar

Capítulo 27

  Último capítulo
🥺

     

       Abría y cerraba desesperadamente mis ojos tratando de enfocar mi vista, pero se me hacía cada vez más difícil.

A lo lejos podía escuchar unos gritos, pero se oían tan lejanos. Mi vista cada vez más borrosa sin dejar de mirar los ojos de Liam.

—¡Liam, detente!

Cerré los ojos aguantando un poco más el dolor.

—El sol, la luna y la verdad —murmuré por lo bajo—. El sol, la luna y la verdad.

Sentí como Liam se tensaba y dejaba de moverse.

—El sol, la luna y la verdad —repetí, sin abrir los ojos.

Escuchaba a la perfección el corazón de Liam ahora, latía con mucha rapidez. Sabía que estaba entrando en razón, estaba funcionando. Abrí los ojos y pestañeé varias veces para tratar de enfocar la vista a los ojos de Liam, quien seguía mirándome fijamente.

—Repite conmigo, Liam —murmuré suavemente, él volvió a tensarse pero no dejó de mirarme, parecía hasta un poco confundido—. El sol, la luna y la verdad. Vamos. Repite conmigo.

—El sol, la luna y la verdad...

—El sol, la luna y la verdad... —repitieron los dos juntos.

Observé sus ojos, que volvían a su color natural. Solté un suspiro de alivio y cerré los ojos.

—¿Qué...?

Derek lo interrumpió lanzándolo contra la pared de la camioneta y lo sostuvo ahí con fuerza, alejándolo de mí.

Stiles tomó mis brazos y los miró con el ceño fruncido.

—Son muy profundos —dijo Stiles algo pálido—. Y... y estás perdiendo sangre.

—Lo sé —me arrastre como pude para sentarme y apoyar mi espalda y cabeza sobre la pared de la camioneta—. Supongo que ya sanará.

—S-sí —Stiles dirigió su mirada hacia Liam al igual que yo.

Él ya estaba calmado pero su respiración era fuerte. Liam comenzó a observarnos y abrió los ojos al ver la sangre en mi ropa.

—Yo... lo siento mucho —negó con la cabeza—. No debí haber venido, fue un error, perdóname...

—Está bien, Liam, no pasa nada—dije mientras limpiaba un poco el suelo con mi manga.

Observé a Liam, estaba sentado con la cabeza para abajo y sus manos sobre ella. Dudé, pero con lentitud me acerqué a él, sentándome a su lado. Pude notar lo conmocionado que estaba, sabía que lo que había hecho era muy grave, pero quería tratar de calmarlo y que estaba todo bien, aunque supiera que no lo creería.

—Liam —lo llamé pero él negó con la cabeza y se escondió aún más—. Mírame.

—No puedo.

—Claro que puedes, vamos —lo animé pero no hubo avance.

—No, Olivia, no cuando estuve a punto de matarte.

—Estoy viva y te perdono por casi matarme —murmuré suavemente tratando de bromear un poco.

—No me hace sentir mejor —gruñó Liam y rodé los ojos. Pero antes que pudiera decirle algo más, la conductora nos interrumpió.

—Llegamos —avisó Braeden.

—¿Podrás lograr el mismo nivel de control y fortaleza dentro de La Iglesia? —preguntó Derek.