TERCERA NOCHE: SECRETOS

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TERCERA NOCHE: SECRETOS

El rostro de Natsu lucia realmente furioso, trague saliva por el temor que me infundían aquellos ojos jade sobre mí.

- Lo s.. si. Siento.- salió de mis labios

Después de aquellas palabras pareció volver en si bajo la vista hacia el suelo para que no pudiera observar sus ojos y lentamente se giró y coloco la botella sobre la barra.

- Discúlpame tú a mí.- me dijo.

- Yo lo siento mucho, no quería molestar, es solo que me dio mucha sed.- dije mientras me rascaba la nuca.

No respondió por un instante pensé que realmente estaba muy molesto me fije en él y ya no traía puesto su traje negro ahora estaba vestido con un jean de color negro y una playera roja sin mangas permitiéndome ver su muy bien fornida espalda.

El silencio se me hizo una eternidad hasta que lo escuche decir:

- Que desea beber?-

- Agua por favor.- fue todo lo que pode articular.

Paso de largo ignorándome cogió un vaso de la estantería y luego una botella de agua mineral, lleno el vaso con el agua y me lo tendió.

Dude en aceptar pero mientras mi mente aun dudaba mi cuerpo ya estaba estirando los brazos para recibir el vaso con agua. Temiendo hacerlo enfadar y que mis piernas fallaran me senté en uno de los taburetes de la barra alejada de la botella. Termine de beber el vaso y le di un:

- Gracias.-

- De nada.-me dijo Disculpa nuevamente por mi comportamiento, es solo......... - guardo silencio un momento como meditando lo que me diría.- es solo........ que esta botella de aquí es de mi propiedad y es muy importante para mí.

- Discúlpame yo no sabía.-

- Tranquila.... pero disculpa puedo darte un consejo.-

Aquello me tomo por sorpresa y solo dije:

- Si.-

Me miro de pies a cabeza y dijo:

- No es conveniente que te vistas así frente a un grupo de desconocidos.

Me mire de pies a cabeza para ver mejor mi atuendo que consistía en un short corto de color blanco y una playera a tirantes en color rosa, también me percaté de que Salí sin haberme calzado las sandalias al notar ese pequeño detalle me avergoncé de estar vestida así, pero esta era mi forma de vestir en casa ya que solo vivía allí con Spetto y me sentía cómoda así.

No me atrevía a levantar la vista para encontrarme con aquellos ojos jade, mi timidez me hizo colocarme de pie para salir de allí lo más pronto posible, pero cuando lo hice un rayo resonó muy cerca del jet, aquel estruendo hizo que pegue un pequeño grito mientras volvía mi cuerpo en dirección a la barra con rapidez para sostenerme, en el proceso rompí el vaso de cristal y me hice un pequeño corte en el antebrazo.

No note el corte que me hice hasta que una hilera de sangre brotaba y corría caliente por mi piel haciéndome dar cuenta de que el corte no era superficial al contrario era un poco profunda, las frías manos de Natsu pronto levantaron mi brazo para ver mejor la herida, pude notar un pequeño temblor en su cuerpo, alce la vista para ver su rostro pero sus ojos eran ocultados por el flequillo de su rosada cabellera.

MI ETERNO GUARDIÁN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora