Mis dedos escribieron con rapidez mi temporal dirección y presione enviar.
-¿Terminaste de empacar?
Mi mamá aparece por el marco de la puerta y se cruza de brazos observándome acostada mirando el techo.
-Ajá.
Apenas tenía ganas de articular palabra.
Habían pasado tres horas y él no me había respondido. Por un momento tuve la esperanza de que apareciera en la puerta de mi casa, de verlo, de conocerlo al fin. Pero ya era media noche y nada iba a pasar.
Me iba a ir, lejos, sin conocerlo.
Todos nuestros planes, toda nuestra relación se iba a ir a la mierda.
Probablemente notó que no había más que hacer y me dejo en el pasado. Pero a mí me dolía profundamente, lo quería.
Si me hubieran dicho que me iba a enamorar de alguien a quien no iba a ver físicamente, no les hubiera creído pero estaba enamorada de aquel chico del cual no conozco su nombre, ni su aspecto físico, pero lo conozco como nadie y él me conocía como nadie lo hacía.
-Bien, no olvides apagar la computadora ¡Descansa cariño!-grita mi madre mientras se aleja por el pasillo.
Mamá estaba emocionada, siempre soñamos con viajar lejos.
Yo también, pero eso fue antes de conocer a Gordon.
Quería quedarme por él, pero al ser menor eso no sucedería.
Apago la computadora y me recuesto en la cama para dormir. Todo esta a oscuras.
Melancólica recuerdo la primera vez que hable con él, hace algunos meses atrás cuando comenzó a mandarme mensajes porque me encontró y estaba aburrido. Puede que hacía mucho deberíamos habernos conocido pero el misterio le daba un toque tan interesante, aquella emoción que a nuestra vida le faltaba.
De todas formas, habíamos acordado una fecha. Habíamos planeado todo, un estúpido plan que no sucedería jamás.
Mis ojos comienzan a cerrarse a causa del sueño y cuando estoy al borde de un sueño profundo un ruido hace que desaparezca.
Abro los ojos exaltada y el ruido continua. Alguien o algo golpeaba mi ventana.
Me levanto de la cama y voy a la ventana. Abro las cortinas y el vidrio para mirar debajo. Una silueta alta de aparentemente un chico se distingue en mi patio.
-¿Paz?
Esa voz tan familiar que reconocería en cualquier parte.
-¿Gordon? -pregunto estupefacta abriendo la boca con sorpresa.
-Baja, el auto de mi padre está aparcado en la esquina.
-Pe-pero es media noche...
-Nuestra última noche, por favor, baja -suplica.
No lo pienso dos veces.
Entro en mi habitación cerrando la ventana. Miro a mí alrededor buscando mis zapatillas verdes y las encuentro junto a la cama. Me las pongo mientras peino mi cabello. Entro al baño y me miro en el espejo para ver si estaba estable.
Odiaba usar maquillaje por la cantidad de químicos que contenían, y especialmente por la explotación animal que el crear maquillaje conllevaba. O eso era lo que mamá siempre decía. Había generado cierto trauma en mi cabeza, así que el maquillaje estaba fuera de mi vida.
Me lavo los dientes y salgo.
Acepte salir con mi pijama que consistía en una remera grande verde con un tigre implantado en el centro y unos shorts negros. Era una noche calurosa y estaba bien.
Me debato unos segundos por llevar o no el celular y decido dejarlo.
Salgo sigilosamente de mi casa. Agradecía no tener mascotas que se volvieran locas cuando me vieran escapar.
En mi patio hay un chico, mas alto que yo, parado mirando al suelo. Noto por la luz de la luna que su cabello es claro, rubio.
-Hey...-murmuro lo primero que se me viene a la cabeza mientras lentamente me acerco.
Su cabeza se eleva rápidamente causando que mi corazón bombee mucho más rápido de lo normal.
Tiene ojos grandes claros, pero no distingo muy bien de que color son. Cejas anchas, tez muy clara y labios llenos, muy llenos y rosados.
Pero lo que más me llama la atención es su largo flequillo a un costado de su rostro que llega casi a su barbilla.
Oh sus labios.
Oh su sonrisa.
Oh cielo santo.
Da dos pasos hacia mí y extiende su mano.
-Michael Gordon Clifford -se presenta.
Sonrío, su nombre se escuchaba tan bien en mi mente.
-Liberty Paz Rivero -acepto su mano y siento como una corriente me recorre el cuerpo.
-¿Liberty? -enarca una de sus anchas cejas.
-Puedes decirme Liber o Libbie-me encojo un poco de hombros.
-Liberty me gusta-asiente.
A mí me gustaba él, su sonrisa, sus ojos, su nariz, su rostro.
Me sonrojo.
-Es hora de irnos-dice alarmado mirando detrás de mi.
La luz de la habitación de mis padres se había encendido y una sombra dejaba ver como alguien, quien se que es mi padre, se acercaba a la ventana.
-Rápido-exclamo alarmada.
Nuestras manos no se separan mientras corremos por la calle en plena noche.
En la esquina hay un auto aparcado, de color amarillo, viejo.
Michael dice que suba y lo hago, luego sube él y acelera el coche.
-¿A dónde vamos?-pregunto muerta de curiosidad.
-¿Confías en mi?-pregunta dándome una rápida mirada.
-Ciegamente-confieso.
-Bien, pero no te diré. Es una sorpresa.
Asiento mientras veo como él dirige su mano a su estéreo y la canción Last night on earth de Green Day comienza a sonar.
Luego su mano busca la mía y entrelaza nuestros dedos.
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Wrapped Around Your Finger © mc
Short Story- Mike, ¿Soy lo que esperabas? - me atrevo a preguntar en un murmuro. -No - da una pausa para fijar sus ojos en mi y sonreír calidamente - Eres mucho mejor de lo que imaginaba. Copyright © Todos los Derechos Reservados al autor Carrxmantick Está to...