Capítulo XVIII

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Luego del día de campo, Jacob nos dejo en casa de An y me hizo prometerle por lo menos unas cincuenta veces que lo llamaría en la noche como lo veníamos haciendo hacía días.

Cuando terminé de contarle lo sucedido con mi detestable padre, si es que puedo llamarle así, a mi mejor amiga, ella me rogaba que me quedara en su casa temiendo que cuando llegara a la mía sucediera lo peor, pero me negué y le prometí que no dejaría que nada malo me pasara aunque en el fondo no sabia que pasaría.

-De verdad, Vic.-Dijo sacando su labio inferior como si fuera un niño.-Sabes que no molestas aquí y de verdad no quiero que nada te pase.-Negué sonriendo intentando tranquilizarla y bueno... Tranquilizarme.

-No, tranquila An. No pasará nada. Confía en mí. 

-Serás terca.-Dijo negando y golpeo a modo de broma mi cabeza con su mano, yo reí y me despedí de ella.

Probablemente no saldría nada bueno, pero eso no importa. No puedo huir de mis problemas. Tengo que enfrentarlos hasta que llegue el momento indicado de poder mandar todo a la mierda he irme. 

Me fui caminando a mi casa. El camino fue algo largo ya que lo que hice fue que transcurriera bien despacio para evitar estar mas tiempo del que quisiera encerrada en ese lugar con esa bestia que tranquilamente podría matarme mientras dormía si no me encerraba en mi cuarto.

Finalmente, llegue y cruce la puerta despacio para que la bestia no me escuchara y evitara la paliza que probablemente me daría por no estar en la casa cuando el llego. Así que simplemente entre como si estuviera invadiendo propiedad privada aunque fuera mi propio hogar. ¿Hogar? Creo que hacía tiempo que había dejado de serlo, pero en fin. Da igual.

Cuando llegué, me encontré con una imagen la cual no recuerdo haber visto nunca en la vida. Me sorprendí demasiado porque al pasar por la puerta de la cocina, logré observar que la bestia se encontraba sentado en una silla fumando y bebiendo.

Pero eso no era lo poco habitual, si no el hecho de que se veía llorando. Pero no enojado o brotando de ira como de costumbre, si no que se veía como triste. Derrotado. Como cuando los problemas te sobre pasan y no sabes que hacer entonces rompes a llorar y a maldecir como loco. Creo que en ese momento no le temí y no entiendo el motivo, no entiendo porque lo hice pero me acerqué a el. 

-¿Te encuentras...-El giró su rostro y me miró-Te encuentras bien? 

-Déjame en paz Victoria, tu eres el motivo de que no me encuentre bien-Eso se sintió como mil cuchillos en mi corazón, es decir yo lo odiaba, y el a mí. Pero ninguna persona tolera que sus padres lo odien. Son las personas que nos dan la vida. Y me duelen. Sus palabras me lastiman, a veces las personas tienden a creer que el dolor físico de un maltrato es el peor, pero yo creo que una palabra puede llegar a doler malditamente mas que un jodido golpe. Y mas si viene de una persona a la que en algún momento amaste. -Y si no quieres que te golpee hoy, solo vete a tu cuarto. 

-Esta bien, me iré. Pero antes te diré algo.-El me miró sorprendido y para ser sinceros me arrepentí un poco de haberlo dicho, pero ya estaba.-Tu me odias, no se el motivo, pero lo haces y probablemente yo también lo haga. Me golpeas y me destruyes poco a poco, me voy apagando, me estas matando ¿No lo ves?-Una lagrima se derramó de sus ojos. Solo una.- Pero no es necesario eso.-Señalé el alcohol.-Tienes dinero, busca ayuda, visita a un psicólogo, no lo sé.-Respiro profundo y continúo.-Ya arruinaste la vida de mamá y la mía, ten un poco de valor y salva la tuya.

Y así sin más, temiendo que me golpeara no escuché su respuesta y corrí a las escaleras para subirlas y encerrarme en mi habitación. Luego de ponerle traba a la puerta me puse a pensar en lo que había sucedido hacía minutos.

No se porque lo hice, no lo entiendo. Supongo que lo vi tan débil e indefenso que le dije lo que pensaba. No le tuve miedo, en el fondo sabía que estaba triste. No entendía la razón por la que el me golpeaba nunca lo hice. 

No lo justifico pero se, que hay algo que anda mal con el. Digamos que el no era una persona violenta conmigo cuando nací, ni cuando era una niña, sinceramente no se si lo era con mi madre pero yo creo que algo pasó. Hay algo que me perdí de la historia.

Algo que me escondieron y nunca me contaron. El motivo por el que mi padre comenzó a golpearme. El motivo por el que me odia, por el que me quiso matar y terminó con la vida de mi madre. Joder, mi propio padre me quiso matar ¿Como se sentirían si su padre intentara matarlos? 

Siento como si hubiera algo en el pasado que dejó que su personalidad violenta saliera. Se que es así estoy totalmente segura de que alguna mierda paso con nosotros para que destruyera nuestra familia de esa forma.

Alejé todos esos pensamientos y le envíe un mensaje a An.

Yo:

An, ya estoy en casa. Todo está bien. Te amo y te veo mañana para ir a la universidad

a lo que ella a los pocos minutos respondió.

An:

Oh Vic, gracias por avisarme. No dudes en llamarme si algo sucede. Pasa por casa mañana, te amo. Bye!

Lo bueno de tener una amiga como An es que no caben dudas de que siempre estará ahí pase lo que pase para darme una mano con los problemas que tengo en mi ''familia''.

Hace un tiempo podría haber dicho que era la única persona en la que podía sostenerme si algo hacía que me hundiera en una depresión, pero eso cambió y ahora también tengo a Jacob. Al pensar en el recuerdo que prometí llamarlo así que lo busco entre mis contactos y no dudo el hacerlo.

-Hola preciosa ¿Todo está bien?

-Hola Jac, si si, todo está bien por aquí. Mi padre ha estado... Extraño pero, de todas formas tranquilo-Dije con incredulidad. -¿Como estas tu muchachote?-El rió y eso me hizo sonreír. Me pregunto hasta cuando seguiría sonriendo cuando escuchaba su risa.

-Eso me pone muy feliz, aunque preferiría que estuvieras aquí conmigo.-Juraría que estaba poniendo cara de perrito.-Pero, todo esta bien. Si tu estas bien yo estoy bien princesa.

-Eres tan tierno, que podría morder tus mejillas.-Dije bromeando. O bueno, eso creo. El rió y yo sonreí al escuchar esa hermosa melodía. 

Y así continuamos hablando de puras tonterías sin sentido hasta que el sueño me venció y me despedí de el para irme a dormir.

Un día mas sin golpes, y sin pesadillas. 


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Holaaaa quisiera saber sus opiniones hasta el momento, de todas formas muchas gracias por leer :) Estaré actualizando mas seguido.  





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