Lost. (TERMINADA)

020. "Secuestro".

FALTAN DOS CAPITULOS PARA EL FINAL.

Trate de abrir los ojos pero me fue imposible, los tenia cubiertos totalmente.

¡Rayos!

El pánico se comenzó a apoderar de mí, tenía frio y dolor de cabeza, solo quería estar bien.

-Veo que la princesa Braun ya se despertó. –Una risa con la que soñé muchísimas veces resonó por toda la habitación.

¿Por qué tenía que aparecer justo ahora que lo estaba comenzando a superar?

Solloce silenciosamente.

-Nicolás por favor. -Suplique. -Déjame ir, tu no quieres esto. -Dije comenzando a llorar.
-No, tú no quieres esto. -Sentí su mano en mi pierna, comencé a moverla para quitar su asquerosa mano.
-Nicolás, basta. -La voz de una mujer se escuchó.
-Hay, ¿Ahora qué quieres? -Bufo el hombre.
-Necesito que vayas a la ciudad por algunas pertenencias de nosotros y de esta. -Y con esta, sabía que probablemente se refería a mí. Solloce de nuevo.

¿Me llevarían lejos?

-¿Por qué no vas tú? -Gruño él.
-También necesitas llamarle al novio y al padre. -El rio.
-¡Cierto, lo había olvidado! -Otra risa.. -Vuelvo en unos minutos, nena. -Acaricio ambas piernas, no podía soportarlo más.

Apreté los dientes mientras traba de apartar su asquerosa mano.

Minutos después escuche que el auto arranco, yo seguía llorando como una magdalena.

Sentí como mis amarres se hacían débiles.

¿Qué estaba pasando?

-Venga princesa. -Decía la mujer, esta apresurada. -No hay tiempo de explicar, nos tenemos que ir.
-¿Qué? -Murmure.

Mis manos y pies dolían, estuvieron atados por muchas horas y se veía a simple vista.

Al poder ver ya, pude notar que todo estaba sucio en algunas partes del suelo había agua y goteras, señal de que afuera llovía, por la ventana no entraba luz, era de noche o eso deduje. Una mujer bastante conocida para mi estaba frente a mi vestida con tan pocas prendas que parecía que iba casi desnuda, su rímel estaba corrido y su cabello húmedo, ella arrugo la cara mientras comenzaba a llorar.

-Cariño, vas a estar bien, venga. -Me quito la tela que impedía que hablara y después las ataduras de manos y piernas -Rápido, volverá en diez o quince minutos. -Dijo.

-¿Tía Kelly? -Solloce. -Tu... -Negó.

-No mi amor, todo esto tiene una explicación y te la daré, lo prometo, pero no ahora, ahora corre si quieres salvar tu vida, créeme. -Dijo mientras lagrimas caían de su rostro, al igual que el mío.

-¿A-a dónde? -Dije nerviosa.

-Por aquí. -Me tomo de la mano, me dolió y pude notar que tenía marcas de sogas en mis ante brazos y en mis piernas.

La lluvia era más intensa cada vez, corrimos alrededor de diez minutos más o menos, un auto paso por nuestro lado dejando a Kelly y a mí en el suelo escondiéndonos, Nicolás estaría en la casa en cuatro o cinco minutos, teníamos que huir.

-Debería de estar por aquí. -Murmuro.

-Va a matarme. -Murmure. Ella negó.

-No voy a permitirlo, ¿Esta bien? -Asentí mientras apartaba mi cabello de mi cara.

-¡Ahí están! -Grito Kelly. -Ven, corre. -Un auto negro estaba aparcado un poco alejado de nosotras, levantamos las manos en señal de que estábamos ahí. El auto se acercó más a nosotras, el medio invadía mi cuerpo, no podía más. Otro auto en dirección contraria se acercaba.

-¡Kelly! -El grito de Nicolás me estremeció. El auto aparco frente a nosotras, corrimos al abrir la puerta me encontré con mis héroes, mi familia. Justin y mi papá estaban ahí, ambos con los ojos vidriosos. ¿Kelly llamo a mi familia? Un disparo se escuchó, Nicolás bajo de auto, nosotras subimos al otro auto. Nicolás se aproximaba con una pistola en sus manos, y una sonrisa.

-¿Creían que podían engañarme? Salgan de auto todos, imbéciles. -Escupió. Todos bajamos con las manos en alto, nos pusimos frente a él, con su lengua lamio toda su boca, hice una cara de asco.
-Te vas a arrepentir. -Le grito Justin. Nicolas rio.
-Si claro, rubio. -Sonrio.
-Por favor. -Rogué. -¿Que te hice? -Le grite.
-¿Tu? Nada... ese imbécil. -Señalo a Scooter. -Dile lo que hiciste. -Scooter nego.
-¡Dicelo! -Gritaba el hombre con el arma.
-Cuando conocí a tu madre ella recibía cartas de un anónimo, y ese era Nicolás... ella-ella... me conoció y se olvidó de los anónimos, me convertí en su pareja y pasaron más cosas que no tienen importancia, pero éramos unos niños, Nicolás. –El negó.

Justin me tenía abrazada y detrás de mi estaba Kelly sin parar de llorar.

-Si tienen importancia... ¡Me quitaste al amor de mi vida! -Grito.
-No, Nicolás, Leah no sabía quién eras... te convertiste en su mejor amigo y raptaste a su hija, eso no le harías al amor de tu vida... -Dijo mi padre.
-Nicolás, basta. -Pidió Kelly.
-¡Tu cállate, zorra! -El disparo hacia a pierna de Kelly, ella cayó al suelo retorciéndose de dolor. Justin y yo corrimos hacia ella, Justin se quitó su camisa para ponérsela en la pierna para hacer presión en la herida, Kelly no dejaba de chillar.
-Vas a estar bien. –Susurraba Justin. –Ya llamamos a la policía antes de venir, están por llegar. –Me dijo.
-Gracias. –Murmure.
-Todo está bien, princesa. –Beso mi cabeza y siguió con a suyo con Kelly
-No vas a volver a quitarme lo que me pertenece... imbécil. -Nicolás jalo el gatillo dándole a mi padre, un grito desgarrador salió de mi garganta.

-¡Papá! -Grite. -¡Papi! -Deje a Kelly tirada en el suelo y corrí hacia mi padre quien se encontraba en el suelo de aquella calle solitaria. -No, no, no, no... -Susurre.

Muchas policías comenzaron a llegar de todas las direcciones posibles, rodeándonos a todos, Nicolás puso la pistola en su sien.

-¡Vas a pudrirte en la cárcel, imbécil! –Le grito Justin lleno de rabia.

-Jamás iré a la cárcel, idiota. -Y con eso una bala estallo su cabeza.