Lo que vive un corazón adueñado (Saga Gaia's Tales I)

Capítulo IV

*Naruto*

Y aquí estaba yo, con mi hermano en el sofá del salón, él se encontraba delante de mí mirándome con cara de concentración absoluta, supongo que quiere saber más de la historia pero es que yo no podía decir nada, al menos ya no, todo el coraje del que había sido víctima hace poco como que de repente se fue a la cuneta y ahora sólo me quedaban los nervios que le quedaban a uno que ha abierto la boca de más y no hay marcha atrás.

—Bueno ¿por dónde empiezo?— la verdad era que estaba intentando ganar tiempo, el mayor tiempo posible, no quería hablar de ello. Ya no.

—Qué tal por el principio.

—Sí, claro, bueno... llevo enamorado de él desde hace ya un tiempo, de hecho gracias a el descubrí que era homosexual, cuando por fin lo reconocí públicamente hacía ya un tiempo de un año que estaba más que pillado por él.

—¿Desde tanto?

—Sí.

—Y ¿porqué no me lo dijiste?

—Bueno, no quería preocuparte con cosas así sin sentido.

—Para mí lo que tenga que ver contigo no es algo sin sentido Naruto, eres mi hermanito así que debo saber qué te ocurre y cómo estas.

—Lo sé, es sólo que no veo para qué decírtelo si la situación no va a cambiar.

—A qué te refieres.

—A que no tengo oportunidad con él— decir eso me resultó mucho más doloroso de lo que  aparenté. Pero me alegré por haber podido decirlo de una manera tan natural e indiferente, no quería que viera cuánto me afectaba todo eso.

—Pero Naruto, es que ni siquiera se lo has dicho.

—Qué más da nii-san.

—Pero...

—Tú no lo entiendes, Sasuke es el chico más popular y deseado del instituto, todas las chicas son sus admiradoras y hasta tiene admiradores, sí, lo has escuchado bien, admiradores, hombres. Yo solo soy uno más del montón.

—No, tú no lo eres, eres Naruto Uzumaki, mi hermanito y me encargaré personalmente de que conquistes a tu Sasuke ese.

—¿Qué?— me levanté de golpe al escuchar semejante cosa. Que pretendía hacer qué.

—Lo que has oído, qué sería de mí como hermano si no pudiera siquiera enseñar a conquistar a mi hermanito.

—Pero...— comencé a acercarme a él.

—Pero nada, a partir de ahora yo me ocupo.

—Pero...

—Aunque necesitaré ayuda, llamaré a Hinata, de seguro puede ayudarme. Porque ella sabe de eso ¿verdad?

—¿Qué?...  si, ella sabe.

—Prepárate Sasuke porque te vas a enamorar pérdidamente de mi hermanito.

Definitivamente se había vuelto loco, no pretendía en serio hacer eso ¿o sí? 

—Pero nii-san no puedes hacer eso.

—Quién lo dice.

—Pues...

—Déjalo ya Naruto, ya he tomado mi decisión y no puedes hacer nada para cambiarla, así que tú también prepárate, vas a volverte irresistible.

El plan de nii-san era bastante loco pero no podía quejarme, prácticamente me lo había impuesto y es que cuando le entraba por hacer algo no había quien le hiciera cambiar de opinión, por favor Santa Madre Luna ayúdeme.