Capitulo XII

728 65 6
                                    



*Naruto*


La semana se me había pasado volando, bueno, es bastante normal teniendo en cuenta que ha sido la mejor semana de toda mi existencia.

En clase ya todo el mundo sabía de lo mío con Sasuke, la gente hablaba de ello a cada rato y cada vez que Sasuke y yo estábamos juntos se nos quedaban mirando como si fuera telenovela, no es que eso me extrañara, ya sabía que pasaría algo así pero por favor un poco de respeto, no puedo corresponder bien las caricias de mi novio si estáis todos allí mirando cada movimiento.

En todos los descansos Sasuke venía a por mí y me llevaba a un lugar del instituto, a veces eran lugares que ni siquiera sabía que existían y otras veces nos quedábamos en una clase vacía, al parecer no había aprendido la lección con el profesor Kakuzu. Había intentado varias veces hacerle cambiar de opinión sobre el lugar, pero lo único que conseguía era que me callara con un beso y como por arte de magia dejaba de quejarme. 

Durante los descansos, Sasuke se había dedicado especialmente a besarme, entre besos, caricias y risas me pedía siempre que le hablara de mí, hoy en día podía decir que le había contado toda mi vida, pero él en cambio cambiaba de tema cuando intentaba saber de él, lo dejaba pasar, no quería que se molestara conmigo pero eso no impedía mi curiosidad por saber más de él.

Por las noches nos mandábamos mensajes hasta la madrugada, hablando de cosas triviales, y sí, ahora tenía su número, nos los dimos para evitar que ocurriera de nuevo lo del día de la detención y ahora cuando no nos veíamos hablábamos todo el tiempo.

Sasuke y yo tenemos una cita hoy, va ser el mejor sábado de mi vida, me lo propuso el miércoles cuando estábamos en el laboratorio besándonos y yo encantado accedí. Es nuestra primera cita y quiero que salga bien. Después de haberme pasado la noche entera escuchando consejos de Hinata sobre qué llevar puesto estaba más o menos listo.

Los nervios me estaban matando, en cualquier momento él tocaría la puerta.

—Naruto, cálmate, sólo es una cita— estábamos sentados en el sofá, nii-san veía un programa de cocina que le gustaba mucho mientras comía palomitas y yo estaba al lado suyo moviendo mis manos sin parar—. No va a pasar nada fuera de lo normal, estaréis en un lugar público, no podrá tocarte— ay nii-san, si supieras.

—No es lo que me preocupa— dije intentando controlar mis manos.

—Cómo que no, entonces qué.

—Es que estoy muy nervioso, es la primera cita, ¿y si no sale bien?

—Por Dios Naruto, qué puede pasar mal en un cine.

—No lo sé, muchas cosas.

—Ya, ya, tu sólo cálmate.

—Es fácil decirlo— intenté calmarme, al ver que no funcionaba se me ocurrió una idea—. Y bien nii-san, qué tal con tu enamorado— de repente empezó a toser, parecía que se estaba atragantando. Empezó a hacer gestos extraños con las manos y yo alarmado me acerque a él— ¿Estas bien? Nii-san—  comencé a frotar su espalda para calmarle, poco a poco empezó a tranquilizarse.

—Naruto— me acerque más a él.

—¿Si, nii-san?

—CUANTAS VECES VOY A DECIRTE QUE NO TENGO NINGÚN ENAMORADO HERMANITO BAKA— gritó directamente en mi oreja provocando que me asustara y me alejara de su lado a la velocidad de la luz, creo que me dejó sordo.

—No grites nii-san— dije frotando mis pobres oídos.

—Como no me haces caso

—Ay nii-san, y yo cuántas veces voy a decirte que puedes seguir engañándote pero a mí no.

Lo que vive un corazón adueñado (Saga Gaia's Tales I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora