Capítulo XXXV

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Holaaaaaaa, después de toda una vida de abandono a esta historia, por fin vuelvo con el penúltimo capítulo

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Holaaaaaaa, después de toda una vida de abandono a esta historia, por fin vuelvo con el penúltimo capítulo. 

Sí, se nos acaba la historia, el próximo capitulo es el último. Se nos va el niño (lágrimas deslizándose en mis mejillas y un pañuelo amarillo chillón intentado limpiarlas). Se me va el hijo, Dios mío.

La verdad no tengo mucho que decir así que... 

La dedicatoria va a @-Luka-Chan- , 

@LilianaValentin  

@yosoykakashi  

@SL_Castle_12  

@Akira_Uchiha13  

@luworld13  

@mariexedd  

@I_LOVE_Divergent_FAN  

@alib2utyelf  

Muchas gracias a todos por los votos y por los comentarios. Os mando un montón de besos.

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Naruto frotó de nuevo el rostro en el pecho de Sasuke. La postura que habían elegido para sentarse en la silla del piloto no era la más cómoda pero el rubio se negaba a separarse del otro. Se encontraba sentado a horcajadas sobre un Sasuke que le rodeaba con los brazos y se dedicaba a frotarle la espalda y a besar su pelo.

—¿Quieres que volvamos ya a tu casa? Mañana hay clase.

—No. No tengo actividades y quiero que me sigas mimando— dijo acercando más su pelo a su boca en busca de más besos.

—Vale. Cuando quieras que nos vayamos me avisas.

—Vale.

Pasaron otra media hora de este modo hasta que por fin el rubio accedió a que se fueran a su casa.

Durante el camino de ida se mantuvieron en silencio, aunque con las manos entrelazadas lo que dificultó un poco a Sasuke a la hora de conducir, pero no se soltó en ningún momento.

Naruto no le había dicho si le perdonaba o no y él necesitaba saber su respuesta, pero tampoco iba a presionarle, ya la había cagado lo suficiente como para seguir haciéndolo.

Llegaron habiendo ya anochecido. Bajaron juntos del coche, Sasuke agradeció el hecho de que allí cerca hubiera lugares para aparcar sino habría tenido que ir al hotel donde se hospedaba a dejar el coche y volver en taxi, algo que a nadie le gustaría.

Naruto abrió la puerta de la casa y tras dejar caer su mochila al suelo se dio la vuelta y rodeó a Sasuke por el cuello, apresurándose a besarle, sintiendo cómo el pelinegro le rodeaba la cintura a cambio. Caminaron a ciegas hasta la habitación del rubio y se dejaron caer en la cama sin separarse ni un segundo.

Lo que vive un corazón adueñado (Saga Gaia's Tales I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora