El amor que sentía por Sasuke se caracterizaba por permanecer en silencio, pero cuando sus sentimientos fueron correspondidos Naruto no pudo hacer otra cosa que llenarse de felicidad.
Todo en su relación era perfecto a su parecer, pero nada dura par...
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Holaaaaa, siento mucho no haber actualizado la semana pasada, estaba ocupada.
La dedicatoria va a ANGELAZARELYTOVARVAL, muchas gracias por todos los votos, te lo agradezco de corazón.
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*Naruto*
Me desperté por el ruido estridente de la alarma. Llevé mi mano hasta la mesilla al lado de la cama de la habitación de invitados de la casa de Kakashi e Iruka, hoy tenía que ir a clases y no me apetecía nada la verdad.
Con una lentitud digna de una tortuga me levanté de la cama y caminé hasta la maleta que había traído. Cogí algunas cosas de ella y salí de la habitación para poder ingresar al baño que estaba al lado.
Por suerte no había nadie dentro, algo normal ya que ellos no tenían que madrugar. Kakashi era psicólogo y entraba a las diez en su consultorio mientras que Iruka-sensei había dejado su trabajo de profesor para comenzar a dedicarse al secretariado, de hecho, era el secretario personal de Kakashi desde hacía dos meses.
Me preparé más rápido que de costumbre y bajé para poder desayunar. Ya sabía que bus tenía que coger desde aquí para llegar al instituto así que no era necesario que les despertara para nada.
Estaba terminando mi última tostada cuando Iruka-sensei entró a la cocina y me saludó con una sonrisa. La verdad es que desde que había empezado a salir con Kakashi le veía muy feliz, bueno, siempre estaba feliz, incluso en aquello momentos como este en los que caminaba raro.
No lo mostraba, pero sabía muy bien a qué se debía esa manera de caminar.
Definitivamente eran una pareja muy activa.
—Buenos días Naruto— dijo al sentarse delante de mí.
—Buenos días, Iruka-sensei.
—¿Necesitas algo antes de irte? — preguntó al mismo tiempo que se servía zumo de naranja que había tomado de la nevera.
—No. Está todo bien— cogí mi mochila de la silla de al lado y me la puse en el hombro—. Nos vemos luego.
—Vale. Ve con cuidado.
—Sí.
En el poco tiempo que había estado aquí con Iruka-sensei me había dado cuenta de que era una "mama gallina". Se preocupaba mucho por las cosas sobre todo lo que tenía que ver conmigo, era como una madre que tenía la necesidad de controlar todo lo que estaba haciendo su hijo. No me quejo de ello ya que me demuestra que le importo mucho, pero a veces me pregunto cómo de protector sería con sus propios hijos si conmigo es así.
Supongo que el tiempo lo dirá.
Cuando llego al instituto encuentro el lugar lleno como siempre, eso ocurre porque soy de los que siempre llegan en el último momento. No me gusta estar en aquel lugar así que procuro llegar lo más tarde posible sin que eso perjudique a mi asistencia.
