Capitulo 9: Interacción Interrumpida

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— ¡Hermanito, pero que gusto me da verte!—Decía benjamín mientras atravesaba la puerta principal, pasaba por un lado de nosotros, y se deslizaba en uno de los costosos sillones que habían en la sala del departamento de Christopher.

— ¿¡Benjamín, que haces tú aquí!? —preguntaba Christopher  furioso, una vez más mi intento de dejar de ser la chica que jamás había besado a nadie, había sido completamente arruinado.

—Lamento mucho hermanito, si llegue a interrumpí algo—respondió mientras llevaba sus tonificados brazos hacia la parte trasera de su cabeza, y a juzgar por la gran sonrisa que relucía en su clonado rostro, el definitivamente estaba muy satisfecho, de lo que había interrumpido —Bueno, Bueno, déjenme explicarles, estaba festejando con gatita, todo era genial, bailábamos como nunca, bebíamos, compraba tragos para mis amigos, cuando de repente en medio de la pista de baile, la mesera sexy de la mesa dos, vino hacia mí para decirme algo, yo pensaba, que quería mi numero, porque tú sabes que las meseras, me aman, pero en lugar de eso, me informo que las tres tarjetas de los señores Harris, habían sido rechazadas, así que regrese a casa, donde ellos me estaban esperando,  y tras un gran sermón de los Señores Harris, no tenia adonde ir, así que entre a escondidas en el despacho de papa, abrí el primer cajón de su escritorio, y ahí estaban la copia de las llaves de tu departamento, así que las tome, conduje hasta aquí, ¡Y aquí estamos!

 — ¿¡Un momento, tú quebraste las tres tarjetas de crédito de mis padres, y pretendes que te deje pasar la noche aquí!?—No podía entender como dos personas tan parecidas, pudieran ser a la vez,  tan diferentes, Christopher era  la estrella, el hijo exitoso, genio, y galán, y Benjamin el intento de “Chico Malo” descarriado, y el dolor de cabeza de sus padres.

—Ay, hermanito, no seas malo conmigo, ya sé que tenemos nuestras diferencias, pero al fin y al cabo tenemos la misma sangre—decía como si eso, acaso pudiera, hacer cambiar de parecer a Christopher— ¡Rojita! ¿Y tú qué haces aquí? ¿Acaso mi hermano, te estaba dando, alguna clase particular de actuación?—pregunto insinuando algo mas, pero antes de que pudiera seguir hablando, Christopher tomo la palabra.

—Mads, va a pasar la noche aquí, al parecer tú no eres el único, que esta noche, no tenía a donde ir.

—Perfecto, entonces, yo puedo dormir en este sofá, con Rojita—Quería dormir en el mismo sofá que yo ¿Acaso estaba loco?  En primer lugar, por ningún motivo, Christopher lo permitiría, ¿Y quién era esa supuesta Gatita de que en la que tanto hablaba? Pensé, mientras el tomaba mi mano y me hacia sentar en el mismo sofá donde según él, yo dormiría.

—Ni lo sueñes, tú dormirás en este sofá, y Mads dormirá en la habitación de huéspedes—Benjamin no estaba muy de acuerdo, con la decisión de Christopher, y parecía  aun mas enojado, al ver como Christopher me hacia parar, de aquel sofá, y  tomaba de mi mano, para mostrarme donde iba a dormir.

 —Esta es la habitación de huéspedes, mis padres, quisieron que el apartamento tuvieran una, por si, ya sabes, algunos familiares vinieran a visitarme, pero tu siéntete a gusto, porque has sido la primera persona, en entrar a esta habitación —Yo quería ser la primera y la única.

—Está bien, si quieres puedo escribir, en la pared: “Mads Swatt estuvo aquí”, para que ya sabes, dejarlo en evidencia —Los dos sonreímos, al mismo tiempo, volvíamos a estar en sincronía, y ahí entendí que para poder conseguir mi beso, no debía dejar que alguien mas tomara la iniciativa, esa iniciativa la tenía que tomar yo. 

—Si quieres puedes hacerlo, no lo sé, me parece que le daría un toque especial, al lado, del cuadro de Picasso, el más preciado de mis padres —Decía mientras se acercaba a mí, y me miraba directamente a los ojos.

Nunca Antes BesadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora