- ¿Qué crees que estas haciendo?
Mientras Kandian sacudía el polvo de sus ropas, Asmodeo seguía de la misma forma mirándolo fijamente sin decir nada, estaba cabreado, aunque había dicho que no se interpondría entre esa chica humana y sus hermanos no había podido evitar ayudarla luego de ver su rostro. La había roto por dentro, había matado a su hermana delante de sus narices y el sabia que eso había causado mucho más daño que el que le hubiera hecho si solo la hubiera golpeado.
Si tan solo la hubiera golpeado el habría podido soportarlo, porque podía sanarla, pero no sabía que hacer para arreglar el dolor que ella sentía y que por alguna razón, el también sentía, o creía sentirlo.
Fenrir luego de llevar a Anna a una habitación protegida por Asmodeo volvió con su amo y se posiciono a su lado gruñendo hacia el rey.
- Tu cachorrito tampoco es muy educado, hay que ver al dueño - Dijo justo antes de llegar frente a Asmodeo y tomarlo por la camisa en forma amenazante.
- No me das miedo, soy igual de fuerte que tu, mi señor - Dijo Asmodeo cargando la voz en la ultima frase para molestarlo.
- ¿Que demonios haces? - Había aflojado su agarre y fruncido el ceño.
Asmodeo lo empujo bruscamente para que lo soltara haciendo que su hermano diera unos pasos hacia atrás mientras lo veía confundido, no había visto a su hermano cabreado desde ... nunca, Asmodeo era conocido por su semblante frío y que no le importara nada, era la primera vez que había visto esa mirada en su rostro antes de haberlo lanzando por los aires hacia la pared.
- Te pasaste de la linea Kandian, debía hacer algo, estabas desquiciado.
- Lo se - dio un suspiro y paso su mano por su cabello mientras maldecía - se me salio de control, estaba un poco celoso porque ella ... ¿Por qué Anna olía a ti?
Su mirada había pasado de frustración a enojo, había recordado porque había estado cabreado, la que se suponía su prometida olía a su hermano, y aunque era un olor bastante suave, lo que significaba que no habían pasado a mayores, sabia que algo había pasado entre estos dos y fue donde su cerebro hizo clic.
- No lo hiciste por mi, lo hiciste por ella ... te gusta.
¿Le gustaba? Asmodeo nunca había experimentado algo parecido al amor, siempre había creído que por ser un demonio no tenia derecho a sentir esas emociones, el solo tenia chicas para divertirse, para satisfacer sus deseos de todo tipo, pero nunca había sentido por ellas algo pareció al amor, o aprecio o incluso respeto, nunca sintió la necesidad de protegerlas pero con Anna era todo lo contrario, quizás era su alma pura la que llamaba a su alma corrompida, no lo sabia, solo sabia que debía ayudarla, quería ayudarla, quería que ella lo viera como un aliado si no un amigo.
- Te equivocas.
- Oh ahora todo tiene sentido - Dijo riendo secamente - por eso no la había encontrado hasta ahora, la habías escondido para que no la sintiera . . . por eso estas aquí y te has sublevado ante tu rey.
- ¿Te gusta mucho ese titulo no? Lástima que yo solo te veo como un hermano, un hermano mayor arrogante, nunca serás mi rey, no te acercas ni un poco a como fue nuestro padre.
Kandian no pudo soportarlo más, le dio la espalda a su hermano para poder controlarse y no hacer algo que trajera más problemas, pero su hermano no lo ayudaba a tranquilizarse.
- Puede que me guste la humana - Asmodeo volvía a hablar con su vista clavada en la puerta por la que la chica se había ido, cuando dijo esto su hermano se dio la vuelta para mirarlo sorprendido así que lo miró de reojo y sonrió maliciosamente - o puede que no me guste, quien sabe, esos sentimientos son muy complejos para mi.
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Masquerade
ParanormalEn el aburrido pueblo de Mahintara, Annabella, una introvertida adolescente de 17 años y deseosa de una aventura, vive una aburrida vida junto a su familia. Cuando Sarcham, un enorme y abandonado castillo con una oscura historia, reabre sus puertas...