Me acerque a Fenrir para quitar algunos escombros que habían caido sobre el, pero inmediatamente después de que lo toque gruño alejandose de mi, me miraba y en sus ojos había miedo, nunca creí que semejante lobo tuviera miedo de mi, pero mientras más me acercaba a el más aullaba como un pequeño perro muerto de miedo.
- ¿Anna?
Me di la vuelta al escuchar esa voz y lo vi de pie en lo que deberia ser la puerta. Asmodeo parecía agitado y confundido, su vista iba de fenrir a mi y luego a su hermana que ya se había levantado y estaba sacudiendo su vestido furiosa. Mire a Asmodeo y me acerque cuidadosamente.
- Yo... No se que pasó ... - Dije mientras miraba mis manos.
Lo miré y un segundo después para mi sorpresa fui jalada hacia él, cuando me di cuenta estaba entre sus brazos, me estaba abrazando y estaba tan confundida como sorprendida que no fui capaz de reaccionar.
- ¿Estas bien? Mierda, cuando sentí ese gran poder venir de aquí y luego vi este desastre pense que había llegado tarde...
- Estoy bien ... Ehm Asmodeo yo...
Sin dejarme terminar la frase, Asmodeo se separo rapidamente de mi para pararse delante tapando mi vista, al mirar por sobre su hombro vi a una Lilith que nunca había visto, en su piel habían aparecido extrañas marcas negras, sus ojos eran de un color rojo sangre y se veían un poco ausentes mientras que su cabello estaba completamente negro solo con las puntas blancas.
- ¿Qué le pasa? - Pregunté a Asmodeo.
- Rompió su sello y sus poderes estan fuera de control...
Miré a Asmodeo quien no apartaba la vista de su hermana, tenía el ceño fruncido pero no parecía asustado o perturbado por esto, solo parecía preocupado.
- Me estas jodiendo que todo este tiempo Lilith solo usaba una parte de sus poderes.
- Probablemente un cuarto de su poder - Dijo encojiendose de hombros. - pero sus poderes estan sellados por una razón y no puedo dejar que use todo su poder.
Miro a su hermana una vez más y luego a mi.
- Debes salir de aquí Anna, pero Kandian también te esta buscando y si sintió lo mismo que yo cuando usaste tu poder debe estar muy cerca tratando de encontrarte.
- Puedo ayudarte con ella... No se usar esto - dije apuntandome - pero si quieres que me vaya debes venir conmigo, no quiero encontrarme con Kandian...
- No puedes venir conmigo aún, si te llevo al tártaro los demonios intentarán comerte, vendre enseguida y mientras tanto mantente escondida, Fenrir te- -
- Fenrir ya no confía en mi - Dije mirandolo pero quizás al ver a su amo tan confiado conmigo, se acerco a olfatearme un poco y cuando vio que seguia siendo yo misma paso su cabeza por mi mano amistosamente - Bueno, ahora si.
Justo en ese momento creí haber visto una pequeña sonrisa sincera en el rostro de Asmodeo pero él enseguida giro su cabeza para ver a su hermana, se acerco a ella y tomo su brazo, pude ver la cantidad de fuerza que necesito para hacer esa simple acción pues las venas de sus brazos comenzaban a resaltar, le dijo unas cuantas palabras a Lilith en un idioma extraño y sin decirme ni una palabra desaparecieron de la habitación como si se hubieran evaporado. No sabia que hacer, no queria estar sola otra vez asi que me sente en un rincón de la habitación entre los escombros junto a Fenrir, quizás así pasaría desapercibida, si Kandian viniera a este cuarto solo vería un montón de escombros, solo comenzaba a desear que no sintiera mi poder o mi alma ...
Supongo que después de unos momentos escondida me quedé dormida porque ahora he despertado en los brazos de alguien, siento el ritmo de sus pasos pero no logro ver quien es, tampoco sé hacía donde me esta llevando ya que todo esta oscuro, solo logro ver las antorchas de ves en cuando lo que significa que aún estoy en el castillo. Cuando siento que abre una puerta una luz cegadora entra por esta, a mis ojos les es dificil acostumbrarse de primeras a ella después de estar tanto tiempo solo a luces de antorchas, pero cuando puedo lograr ver algo me doy cuenta de que estoy fuera del castillo, en el jardín de rosas que había visto cuando llegue al banquete, cuando me giré a ver quien me tenía en brazos vi a un Asmodeo herido con algo de sangre en su labio, me apresuré a empujarlo suavemente para que me dejara en el suelo, una vez en piso firme pude ver a mi alrededor, era de día en el pueblo, solo debía echarme a correr colina abajo para llegar al mercado y luego a mi casa, estaba tan cerca de la salida...
- Adelante, puedes irte.
Miré a Asmodeo pero el no me miraba, estaba limpiando su labio y parecía algo irritado.
- ¿ Estás bien con esto ?
- Es solo el sol, ya sabes, tan jodidamente brillante por la mañana.
- Sabes que no puedo irme antes de encontrar a Logan ¿ Verdad ? ¿ Por qué me trajiste ?
La pregunta parecio pillarlo por sorpresa, pero no quería contestar mi pregunta ya que el silencio que se creo entre los dos fue largo e insoportable.
- ¿ Está muerto ? ¡Dime si esta muerto!
Pero nada, seguia en silenció mirando las rosas. Me acerque a él y lo empuje con mis dos manos pero no se movió ni un centimetro.
- ¡ Contesta maldita sea !
- Lo siento.
- ¿ Lo sientes ? - en ese momento sentí que por segunda vez en la noche habían arrancado mi corazón de mi pecho y lo hubieran pisoteado en el suelo. - ¡Eres el jodido principe del infierno! ¿No puedes hacer nada?
Otra vez recibí como respuesta solo el silenció.
- Esto es por entrar a su mierda de castillo sin permiso ¿No? ¡Pues entonces devuelvanmelos y matenme a mi! - puse mis puños en el pecho de Asmodeo mientras sentía mis ojos arder pero no podía llorar más, me habían sacado todas mis lágrimas.
- ¿Cambiarias lugares con ellos para que pudieran vivir? ...
Lo habia dicho en un tono tan bajo que pensé que estaba imaginando cosas, pero no, Asmodeo en verdad me estaba dando la oportunidad de cambiar lugares con mi hermana y Logan, pero antes de poder contestar nos habían interrumpido.
- ¡No puedes hacer eso, vales mucho más que dos miseras vidas humanas!
Mire hacía atras y Kandian venía saliendo del castillo más cabreado que nunca, se acercaba a nosotros a grandes pasos y en un momento estuvo frente a nosotros.
- Sueltala en este instante Asmodeo. - Dijo mirandolo furioso y apretando sus puños, el ambiente comenzaba a sentirse extraño y las rosas que antes eran hermosas estaban comenzando a marchitarse.
- ¿Y si no qué? - Asmodeo puso su brazo alrededor de mi cintura a cercandome más a él con una sonrisa, pero no había nada de cierto en esa sonrisa, estaba preocupado y nervioso, se podía ver por la forma en la que sujetaba de mi, no quería volver a pelear con su hermano, pero en su interior había una batalla entre hacer lo que se consideraría correcto o en desafiar nuevamente a su hermano.
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Masquerade
ParanormalEn el aburrido pueblo de Mahintara, Annabella, una introvertida adolescente de 17 años y deseosa de una aventura, vive una aburrida vida junto a su familia. Cuando Sarcham, un enorme y abandonado castillo con una oscura historia, reabre sus puertas...