Capítulo 8

14.8K 940 22
                                    

Estaba consciente de que este viaje iba a ser algo agotador y decidí vestirme lo mas cómodo posible. Cuando llegamos al aeropuerto presenté a John a las personas que iban a bordo (el piloto, copiloto y azafata) nos tomaría alrededor de unas trece horas llegar, mi trasero lamentará esto.

Minutos más tarde el jet se eleva y podemos caminar por la cabina, odio los viajes, son súper estresantes, pero al estar a cargo de la empresa he tenido que acostumbrarme a esto; a pesar de no agradarme la idea. Miro las mantas de nubes blancas por la ventanilla, John fue a la parte de atrás a ponerse algo más sencillo, o eso creo.

—¿Te sientes bien? —lo escuché decir.

—Sí, descuida —fue lo único que respondí.

—Este viaje será extenso, señorita Morgan, sería bueno que descanse un poco.

Él tenía razón, así que me puse de pie y me dirigí a la parte de atrás. Cerré la puerta, saqué las sabanas y me acomodé en uno de los sillones cayendo inmediatamente en los brazos de Morfeo.








John Adams.

Después de beberme dos copas de vino voy a la parte de atrás para ver a Danielle, al entrar la veo plácidamente rendida, su hermoso cabello color almendra tapa su rostro, se ve tan tranquila, su respiración lleva un ritmo muy suave, no se parece nada a la chica que suelo ver todos los días en la empresa, allí dormida es toda una dulzura. Me acerco y me siento a verla dormir, pongo su cabello detrás de su cara y empiezo a contemplarla desde un mejor punto. Se mueve un poco, pero no despierta, no sé por qué con ella se ha vuelto tan fácil comunicarme, nos hemos abierto paso a nuestras vidas, no completamente, pero si lo necesario. Su cuerpo es indescriptible, tiene unas curvas para morirse. Es una joya. Usa un camisón lila de seda, se puede notar que no lleva sostén y no puedo evitar sonreír, trato de cubrirla un poco más con la manta y me fijo en algo muy extraño, cerca de su cuello hay una cicatriz, abro un poco más el hueco y puedo ver que se extiende hasta un lado de sus costillas, termino de arroparla y salgo de allí. Esa imagen se me ha quedado grabada y se quedará plasmada siempre en mi cabeza, ahora tengo más razones en indagar acerca de ella, sé que Danielle no tuvo un buen comienzo en la vida, al igual que yo oculta cosas que son duras de admitir, pero ya son parte de nuestro diario vivir.

****
Danielle

Al fin llegamos a nuestro destino, Becca, mi secretaria se encargó de elegirnos todas las comodidades mientras dure nuestra estadía aquí en Japón, es como la tercera vez que vengo, y siento que cada vez es una primera, es un país hermoso y muy rico, una cultura envidiable.

—Señorita Morgan ¿Cuál es el hotel? —pregunta el chofer.

—Ya ni recuerdo —dije.

Me encuentro extraño que John no ha hablado nada en el camino, solo cuándo llegamos en el aeropuerto me preguntó si me sentía bien, pero no volvió a decir nada.

Yo tampoco implantaré una conversación, no sé si quizás tuvo problemas personales o algo similar. Me quedo mirando por la ventana del auto  mientras recorremos la cuidad, al sentir mi celular sonar dejo de apreciar la vista y contesto.

—Hola, mamá —respondí.

—Hola, cielo. ¿Qué tal el viaje?

—Estuvo bien, extenso, pero eso es lo de menos. ¿Cómo están allá?

—Estamos bien, hace un rato cenamos.

—Me alegro, provecho, ¿y mis hermanos?, ¿Cómo les fue en la empresa?

—Les fue bien, no tienes de que preocuparte. Danielle, ellos son adultos, saben qué hacer.

—Lo sé, mamá, me tranquiliza que todo marche bien.

—Hablamos luego, mi niña, te quiero.

—Yo también, madre —y termino la llamada.

Giré a ver a John, estaba concentrado en su laptop, al igual que yo es muy trabajador.

—Guten Tag Herr Beckman ist eine Freude, mit Ihnen zu sprechen ..(buenas tardes señor Beckman, es un placer volver a hablar con usted..) —dijo al ver que se presentaba alguien en la pantalla de su celular.

Joder, no sabía que hablaba alemán.

—Ditto Mr. Adams, in zwei Wochen werde ich nach Kanada reisen , um offene Fragen zu diskutieren.(Lo mismo digo, señor Adams, en dos semanas estaré viajando a Canadá para debatir los temas pendientes.)

—Es wird eine Freude , dies in meinem Unternehmen wieder zu haben , werde ich meiner Sekretärin sprechen, um alles fertig zu diesem Zeitpunkt würden Sie in Ordnung sind ?(Será un gusto tenerlo de nuevo presente en mi empresa, hablaré con mi secretaria para que tenga todo listo para esa fecha ¿le parece bien?)

—Ausgezeichnet, denn wir halten Mr. Adams berichtet .. Danke (Excelente, pues nos mantendremos comunicados. Gracias, Señor Adams )

—Es ist Ihnen, Herr Beckmann , glücklich Rest des Tages (A usted, Señor Beckman, feliz resto del dia) —y desapareció el hombre de cabello blanco de la pantalla.

Habla perfectamente el idioma, su lengua saborea cada una de las palabras, es algo increíble, estoy en proceso de estudiar alemán, pero por ahora solo hablo francés, portugués, italiano y mi idioma natal.

—No sabía que hablaba alemán, señor Adams —trate de sonar lo menos entrometida posible.

—Todos estamos llenos de secretos, señorita Danielle —curvó sus labios tratando de sonreír.

Él tenía razón, particularmente yo estaba llena de ellos.

***

Hasta Ayer©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora