Danielle.
Me quedo congelada, ¿estoy embarazada? ¡ESTOY EMBARAZADA! Es imposible.
—Doctor, ¿está de broma? —lo mira John con ojos muy abiertos.
—No tengo razones para divertirme con un tema como este, Señor Adams, su mujer está en estado de embarazo —aclaró.
—Esto no puede ser verdad, yo tuve problemas por mi primer embarazo.
Pero luego recuerdo a Derek, entonces. Yo jamás estuve enferma o por lo menos no completamente. Ese hijo de puta, ojalá y se pudra en el infierno.
—Danielle, no —me mira con la cara triste— yo... Ese bebé no es mío... No...no...
Sale de la habitación corriendo y me pongo a llorar como una idiota, ¿acaso cree que lo engañé? ¡Por favor Dios mío, que vuelva! Me duele el pecho de la tristeza, ¿Y es que todo esto acabará mal?
A pesar de que mi cuerpo aún esté muy débil el llorar me hace liberar toda la angustia que he guardado, saber que estoy embarazada es algo hermoso y me da esa chispa de esperanza de poder cambiar el rumbo de mi vida y ver que tengo un motivo más por el cual luchar, pero ver la actitud de John hacia mí me confunde, no sé cómo podría creer que yo le he sido infiel cuando pasaba todo el tiempo con él, hasta mi casa dejé perdida por estar juntos.
—Señorita Danielle, si quiere podemos dejar el tema para después, veo que no ha sido una buena noticia ¿No lo tenían planeado? —me interrumpe el médico.
—En realidad no, doctor, pero yo quiero ver mi bebé —sorbo mi nariz— para mí ha sido la mejor noticia que he recibido.
Dani y al pobre Derek qué le dejas, pasó seis años sin saber de ti, él también merece algo de privilegio.
—Está bien, como usted quiera. Vamos a ponerla en una silla de ruedas para llevarla a la sala de sonografía y ver cómo va —asiento y me acomodo.
Veo a Derek aún dormir en el sillón, mi niño, después de tantos años. Se mueve un poco y abre lentamente sus ojos, su cabello está todo alborotado. Es tan hermoso, se parece mucho a mí.
—¿Mami? —se estruja los ojos.
—Sí mi amor —sonrío.
—¿Por qué tienes tus ojitos rojos? ¿Dónde está papi John? —cuestiona.
El corazón se me arruga al escuchar su nombre.
—Él salió, cuando desperté no lo vi—mentí.
—Me dejó cuidándote, mami —agarra su pequeño muñeco y lo guarda en el bolsillo.
No pude evitar reír.
—Parece que sí, ¿Sabes? Te tengo una noticia, ponte aquí cerca—bajó del sillón y se puso a orillas de la camilla. Me quedé mirando sus grandes ojos miel, Dios, era como disfrutar de un amanecer de otoño— Bien, vas a tener un hermanito.
Pone sus manos en la boca reflejando asombro y sonríe.
—Sííí, tendré un hermanito —empieza a reír.
Escucharlo reír me enamora, estoy feliz por saber que ya lo tendré para mí.
—¿Te gustó la noticia?
—Sí mami, pero papi no está para saberlo, le daremos la sorpresa.
Sonrío tratando de ocultar lo mal que me siento.
—Sí pequeño, le daremos la sorpresa después. Ahora iremos a ver el bebé ¿Quieres ser el que represente a tu mami?
Mueve su cabeza de arriba a abajo provocando que su melena se despeine, lo que es muy gracioso.
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Hasta Ayer©
RomanceNo existe castigo más grande que la persona con quien decidiste pasar el resto de tu vida, te haga sufrir. No siempre toca un príncipe azul, mucho menos alguien "fiel", a veces nos toca una bestia. Pero... nada es para siempre, ¿no? *Creditos de po...