24 de Noviembre 2000

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"Estoy intentando todo Yedid.

Que tu recuerdo no me duela, que tu voz no resuene en mis oídos cada noche, que dejes de aparecerte en mis sueños constantemente. Como si quisieras que te viera siempre. Como si no me permitieras olvidarte.

Dios, me es tan difícil. Pero no puedo culparte, ni mucho menos enojarme por dejarme en este mundo vacío solo. Por no compartir más junto a mí. Ahora no me queda nada por que seguir levantándome cada maldita mañana. Ni por qué seguir despierto cada madrugada a observar eso que nosotros en nuestro interior podíamos tocar.

Quizá desde algún lado me observes. Y, como notarás... me convertí en un completo desastre. Ya no soy tu pareja, Yedid. Tu pareja era feliz contigo, estaba vivo porque así se sentía, creía en lo imposible y observaba lo incomprendido y aún así, seguía con ganas de averiguarlo.

Ahora no quiero más nada. Te llevaste todo en lo que yo podía creer.

Pero me es imposible dejar de pensar en ti, por que mantener vivo tu recuerdo, es mantenerte viva conmigo, y mantenerte viva conmigo es sentirte aún cerca de mí. Quizá eso es lo que yo quiero. Quizá por eso me sienta así. Porque aún tengo fe en que pueda estar contigo tan sólo un minuto. Es todo lo que necesito. Es todo lo que anhelo. Quiero... volver a disfrutar la vida como lo hacía estando contigo. Quiero sentir que puedo levantar este enorme peso que poco a poco me está matando. Dios, quiero otra vez sentirte conmigo.

Quiero volver a sentir tu dulzura envolverme. Volver a sentirme contento porque escucho tu risa incontables veces en el día. Por que tus manos encajan perfectamente con las mías. Como si estuvieran hechas solo para mi. Volver a cargarte hasta que mis brazos se acalambren. Volver a ver tus ojos vivos, y esas pestañas largas y hermosas. Como tú. 

Tú me hacías sentir protegido. Me hacías creer en mi. Me hacías tan feliz. Hacías de todo un motivo de sonreír. Quizá por eso me enamoré de ti. Jamás fuiste como las demás. Siempre tuviste ese nosequé que me dejaba atónito, intrigado, maravillado. Fuiste pieza clave en la torpe y aburrida vida que me forjé antes de conocerte. Llegaste a cambiarme. Llegaste para mí, pero no para quedarte...

No me siento mal por llorar, por que sé que eso ayuda a sacar las penas. Mi cabeza estalla constantemente ¿sabes? Un día todo esto que me está aprisionando me dejará sin nada de fuerzas, de las pocas que ya me quedan.

Quiero tener tus labios de nuevo, quiero volver a abrazarte como solía hacerlo, quiero jugar, quiero reír, quiero amar, quiero todo Yedid. Lo quiero todo, pero nada más contigo.

Quisiera decir que no lloro por la ausencia que dejaste. O decir que estoy bien. Que poco a poco me he fortalecido por ti, por nosotros. Quiero decirlo.

Quiero, pero no puedo. Sencillamente, por que prometí jamás engañarte.

Tal vez en estos momentos esté loco, por que puedo sentirte justo aquí a mi lado.

Quizá me estés mirando. O escuchando, o leyendo.

Quizá las tres, quizá ninguna.

Pero aún te mantengo viva en mi corazón, y con eso puedo levantarme mañana. No sé después.

Te amo Yedid, te amo mucho.

Es todo lo que mi corazón me permite decirte."

YEDIDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora