13 de Marzo 2001

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Las horas parecen hacerse cada vez más cortas.

Luis se encuentra sentado en una banca frente a la laguna. A estas horas, la gente casi no pasaba por ahí. Era justo lo que él necesita para pensar. 

Las cosas habían cambiado. El ambiente para él poco a poco ha dejado de mantenerse pesado. Quizá todo estaba empleado a su favor por un momento. Éstos meses habían dejado una gran marca en él. 

Se quedó pensativo un buen rato.

Quizá Yedid era una ladrona, y él fue su víctima. 

Le dejó ver partes de él que no eran tan hermosas, y con cada caricia, las arregló.

Quizá podría aprender a amar de nuevo. 

Recordó esos días donde un "Para siempre" no se veía muy lejano.

Solía tumbarse cerca de ella sonriendo por la maravillosa suerte de poder apreciar su mirada angelical y preguntarse si había algo más precioso que eso. Podría haberse quedado ahí para siempre, cerrar los ojos, sentirla. Sólo ellos dos, y nada, absolutamente nada habría podido ser mejor aquel día. 

 Él sólo quería eliminar tantos lamentos y errores, de lo que están hechos los recuerdos. 

¿Quién habría pensado que todo iba a tener un sabor tan agridulce? 

Dicen que el tiempo todo lo cura, pero he olvidado cómo me sentía ante el mundo antes de que cayera a nuestros pies —susurró para sí mismo—. 

 No es ningún secreto que ambos se estaban quedando sin tiempo. Sin un sólo beso para sellar ninguna grieta.  

Observó la luna, y las lágrimas cayeron sin que él se diera cuenta si quiera. De cualquier llanto que él pudiera dedicarle, éste era diferente.

Y duró tanto tiempo, realmente tanto...

"Todavía te debo de estar esperando, incluso cuando sé que esto ya está acabado, no puedo evitar buscarte..."

Todo indicaba como si las lágrimas se hubieran quedado retenidas y por un instante, parecían haber sobrepasado el límite. Era tiempo de sacar todo el dolor, todo lo que tenía encima. Hoy por fin, las cosas para Luis tendrían un nuevo objetivo. 

Era la despedida definitiva.

Él sabía que era hora. Hora de decirle adiós.

Sin olvidarla, comenzaría rejuveneciendo su corazón. 

"Acuérdate de lo que te digo, 

eso es todo lo que tengo.

Pero no me dejaré perderte,

y no dejaré que simplemente nos esfumemos.

Aún cuando esté en busca de mi camino, 

siempre recordaré esos motivos por los que yo te amé..."

Esa noche no llegó a dormir. 



N/a: Amores míos, de verdad fue un reto escribir tanto este capítulo como el penúltimo y el final, no por la extensión de ellos, sino por el contenido. 

De verdad preferí subirlo esta madrugada, puesto que así mi mente estaba más despejada para suprimir errores. Espero les guste mucho mucho. Los quiero demasiado. Una vez más, perdón por subirlo hoy. Gracias por tomarse el tiempo para pasar a leer. ¡Cada vez vamos creciendo un poquito! 

Bonita noche a todos. 

YEDIDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora