La noche pasaba entretenidamente, bailo con sus amigas amigos, en un momento ella se quedó sola y decidió salir a fuera un rato, de repente la voz de marcos resonó detrás de ella.
-¿bailamos?
- me asustaste.-dijo ella.
-¿bailamos sí o no?
-no.
-¿Qué, te doy miedo?-dijo él acercándose a ella intimidante, ella ni se inmuto.
-no, solo creo que me contagiare tu idiotez.-él se enfadó y la agarro fuerte del brazo-suéltame estúpido- bramo ella con furia sin obtener respuesta.
-las cosas no suceden porque sí.-dijo el con furia.
-¿porque dices eso?-dijo Esme removiéndose y tratando de liberarse de el.
-por algo la vida nos puso a los dos en este lugar.
-a que te réferis.
-a que si sigues así vas a sufrir las consecuencias.-dijo el la soltó y se fue.
Esmeralda entro a la casa y serró la puerta con fuerza, estaba enojada con ella misma por estar confundida y por no entender por milésima vez porque le pasan ese tipo de cosa. Mientras Marcos caminaba hacia el establo en busca de su caballo pensaba, pensaba en como controlar a esa niña que pronto seria su esposa.
El sonido de la puerta y las voces que venían de la planta baja despertaron a Esmeralda, ella se levantó, se peinó se cambió lo más linda que pudo, ya que los sonidos revelaban que había visitas. Bajo y fue directo al comedor, al entrar al comedor su sonrisa se desvaneció. Eran los Echeverría, saludo de mala gana y se fue a la cocina y sin darse cuenta Marcos iba detrás de ella.
Sirviéndose un vaso de leche la vos de marcos la sobresalto.
-¿ya pensaste? ¿Piensas cambiar tu horrible carácter?-pregunto el con exasperación.
-no tengo nada que pensar –respondió decidida.-basta, deja de presionarme, cuando esté lista te aviso.
-trata de que sea antes de la boda.-ante Esmeralda estallo ya no lo aguantaba nada.
-te odio, mi familia, tú y tu familia me a echo la vida casi imposible, te odio, te odio. Además no me puedes obligar a hacer algo a la fuerza.
Ella se fue llorando a su cuarto, ya no aguantaba más, necesitaba salir de ahí. Iba a aprovechar el momento, preparo un bolso y salió por la puerta de atrás, se escaparía, no sabía a dónde pero lo haría. Ya estaba llegando a la entrada de la estancia cuando alguien la agarró del brazo.
-¿A dónde vas?-era Marcos.
-suéltame.
-dime a dónde vas.
-me quiero ir de este lugar de locos. Descansar un rato, dar un paseo-repuso ella con falsa cortesía.
-con un bolso, por favor no me hagas reír.
-no seas irónico, por favor déjame tranquila, déjame.
-jamás te voy a dejar sola.
-quiero pensar, déjame, lo necesito.
- tienes un campo gigante, y te vas a otro lado.
-me siento mejor fuera de aquí.
Al ver que el no la dejaría marcharse y su plan de huir fracasaba, dio la media vuelta y se alejó rápidamente de la entrada, volvió a su cuarto.
Ya en su cuarto decidió dormir la siesta, pero no lograba dormir.
Ya de noche, tampoco podía dormir, tenía que pensar que haría de su vida, tenía que pensar que haría con su vida.
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Por siempre tuya
RomanceUn amor, un casamiento obligado y una decisión. Esmeralda deberá decidir si luchara por su vida o se dejara vencer por el mundo al cual a sido impuesta. La decisión de luchar puede cambiar todo.