capitulo 12

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Carga con tu mundo,

Que yo te ayudaré a cargar

Con ese mundo
Carga con tu mundo y con todos

Tus pesares

Agosto 1899

Se supone que debería estar llorando por la partida de su marido, el cual no volvería en unos meses. Pero más que eso saltaba de alegría.

Se rió de su ironía.

Desde la últimas vez que vio a Cooper que no sonreía de esa forma, que no sonreía de alegría, pero así era.

Camino por las calles de piedras, casi oscuras y solitarias, era de tarde y el sol se estaba ocultando, un hombre caminaba delante de ella, en dirección contraria.

Al pasar por al lado de ella la agarro por la cintura y tapo su boca con la mano.

El desconocido la arrastro hasta un pequeño callejón mientras ella e retorcía. Lugo la apoyo contra la pared dejando a la vista su rostro y soltándola.

-maldición Cooper-dijo ella en jadeos tratando de tranquilizar su pulso acelerado.

El la abrazo con fuerza, sabia que la había asustado pero no le importo, solo quería estar cerca de ella.

-lo siento Esme-le susurro al oído.

Estuvieron abrazados por largos minutos hasta que ella dio el primer paso besándolo con fuerza y pasión.

Los días siguientes fueron escondidos de las personas, amor, pasión.

En esos días ambos se reencontraron, ambos reencontraron su amor, se reencontraron a si mismos.

Pero no todo fue amarse con locura, ella decidió por fin luchar por ella.

Ambos prepararon su escape, la liberación de ella.

Octubre 1899

Marcos entro echo una furia a su casa buscando a su esposa, esa chiquilla que creía que podía pasar pon enzima de él.

Al llegar a la ciudad un amigo suyo le había entregado una carta perteneciente a Esmeralda.

Ella se encontraba en la cocina de espalda a él.

La agarro del cabello y la golpeo con su puño.

-en verdad crees que puedes tener un maldito amante y que yo no me entere.

La sacudió con fuerza.

-no se de que hablas-grito ella tratando de soltarse y sintiendo como el miedo se apoderaba de ella.

-que no sabes, tengo una carta tuya-grito marcos volviendo la a golpear.

-fue hace mucho, déjame.

-nadie me asegura que en estos meses que no estuve tu no te hayas visto con ese.

-no lo hice-afirmo ella mirándole a los ojos-él es parte de mi pasado.

Ella no se resistió cuando marcos la beso con fiereza, ella no se resistió. Solo dejo que el dolor la hiciera olvidar. Ella tenía que proteger algo más importante.

La vida que crecía dentro de ella.

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Por siempre tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora