capitulo 8

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Y aun peleando contra la lluvia

Estaré bajo la luz solar

Y terminare con esta gran soledad

Pues acabo de renacer

Estancia Vancouver, Buenos Aires, 25 de enero de 1899

-hija, en dos días es tu cumpleaños, ¿Qué vas a hacer? ¿Una fiesta o algo?-le pregunto su mama. Algo alegre para su sucesiva frialdad de siempre.

-sí, mi despedida de soltera-respondió Esmeralda irónicamente.

-ay hija no seas irónica-repuso su padre, quien no soportaba el carácter de su hija.

-es la vedad, ya me queda poco tiempo para disfrutar de la soltería, pero las cosas son como son. Bueno me voy tengo cosas que hacer.

-nos vemos hija-le dijo su madre.

-claro-dijo ya exasperada por irse de su casa.

-¿A dónde vas?-le pregunto su padre.

-tengo un asunto pendiente con una amiga.

Ya era la hora de almorzar. Eso significaba volver a sentarse en la mesa con su supuesta familia.

Luego de almorzar, ella y sus padres se sentaron a charlar en la sala. Mejor dicho obligaron a hablar.

-hija creo que ya es hora de que hablemos de tu boda, ¿te parece?- le dijo su padre.

-si, justo pensaba en ir al centro a mirar algunos detalles-respondió Esmeralda con cierta burla.

- yo no te eduque para que seas irrespetuosa - le dijo su madre.

-ni siquiera me educaste-dijo tranquilamente y retirándose. Dejando una discusión entre sus padres.

Ya era de noche y su estomago rugía de hambre, decidió bajar a cenar.

Pero no encontró a nadie, es decir no encontró a sus padres.

-¿Dónde están mis padre?-pregunto Esmeralda a Katty.

-están en lo de los Ceguéis, ellos se quedaran allá y volverán mañana al mediodía.

-pero no me avisaron.

-ellos me dijeron que no querían que vallas, te aburrieras. No hay personas de tu edad.

-a, y... ¿hay algo de comer en la cocina?

-solo hay sándwiches y sopa.

-a, bien, adiós.

Pasaría la noche sola. Solo para pensar. Pensó en ir a la biblioteca, quería leer un poco, pero primero quería comer.

En la cocina mientras comía pensaba en que iba a hacer de su vida, en parte pensaba en sus amigos, en Cooper, lo extrañaba, su mirada, su ternura, todo de él. Y luego pensaba en Marcos lo odiaba.

Luego de comer, entro a la biblioteca y empezó a buscar un libro

- derecho, derecho, derechos humanos, vida en tu país, que es todo esto, solo derecho-pensaba en voz alta.

Decidió buscar mucho más arriba del estante, y nada, en la parte de arriba había unas puestitas que al abrirlas se veía libros distintos, jamás las había abierto porque su padre no se lo permitían.

Abrió la puerta que lentamente se deslizo y dejo al descubierto el polvo de que no se habían abierto ese lugar en meses, o tal vez en años.

Leyó cada título de los libros que estaban dentro, pero no encontraba nada cuando de repente vio algo que le llamo la atención, un libro que decía "mi vida", era un libro de unas 50 hojas fino y delicado, le intereso.

Era un diario.

Eran secretos y realidades escritos por su madre. Su madre había tenido un casamiento arreglado. Eso Esmeralda no lo sabia, pensó que su madre amaba a su padre o algo parecido.

Era imposible su madre nunca demostró alguna cosa de lo que decía ese pequeño diario,

Al final del libro había una llave y un texto extraño:

La derecha 3, 33-44."

¿Qué significaba? ¿Una pista?; en la parte de debajo de la nota decía:

Biblioteca de Luís.

La biblioteca de Luís era una pequeña colección de libros de derechos internacionales. Busco en el armario de la derecha, busco el estante 3 y en el medio de los número 33 y 44, en el 39, saco el libro y detrás había un botón, lo apretó y una puerta corrediza se abrió al lado. Se sorprendió.


Por siempre tuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora