Capítulo 11: Seducida.

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SEDUCIDA.

Giré la cabeza cuando sentí el impulso de gritar, y me taparon la boca para impedirlo entonces supe quien era.
-¡Shhh! -me dijo Marlon metiendome en el baño y cerrando la puerta. Me soltó.
-¡¿Qué te pasa?! ¡Me diste un susto enorme! -susurre alterada así que mi voz sonaba más fuete-. ¿Estas demente? ¡Nos van a ver!
-No, porque ahora la puerta está cerrada, además no había nadie en el pasillo, relájate.
-¿Qué quieres?
-¿Porqué estas enojada? -dijo sin más.
-¿Enojada? ¿Yo? ¡Ja! Claro que no. -Miré el piso del baño.
-Claro que sí. ¿Porqué te molesta que Keyra me hable? No lo entiendo.
-Mira Marlon; por mí hagan lo que quieran.
Estaba a punto de abrir la puerta y salir del baño, pero me tomó del brazo y me aprisionó contra la pared, un brazo a un lado de mi cabeza y el otro en mi cadera.
-¡Oye sueltame! -dije empujandolo, enserio me ponía nerviosa.
-¿Enserio quieres que te suelte? -susurró a escasos centímetros de mi rostro.
No, Neey no puedes perder la compostura. ¡Controlate!
-Yo... yo... -no sabía que decir.
-¿Qué? -dijo.
¡Ay Jesús! ¿Qué hago?
Bien, tengo dos opciones:
1. Darle una patada en la entrepierna para lograr que se soltara.
¿De verdad quería que me soltara?
2. Sucumbir a él.
Optaba un poco más por la primera opción, pero...
Se acercó más a mi, no podía... no quería... yo...
Cerré los ojos.
Una parte de mi quería salir de ahí, correr lejos de él. Pero la otra parte quería que me quedara. No había raciocinio.
Bajo sus labios hasta mi clavícula, sentí escalofrío en mi cuerpo.
Volvió a subir su rostro para mirarme.
-Mirame -pidió.
Lo hice, y me besó en los labios, respondí a su beso, me deje llevar por él y su increíble boca, su aroma y todo de él.
No se cuanto tiempo había pasado, hasta que di un pequeño salto cuando tocaron a la puerta y dijeron:
-¡Hey! ¿Hay alguien? -dijo una voz femenina.
¡MIERDA!
Empuje a Marlon, ambos con la respiración entrecortada y él me indicó con la mano que guardara silencio, negué con la cabeza. Si lo hacía nos descubrirían más rápido, tal vez si se me ocurría algo ambos tendríamos tiempo de salir sin ser vistos...
-Hey -dije-. ¿Puedes traer a alguien? Al parecer un bromista cerró la puerta y ahora se atasco. En el otro edificio se encuentra el señor Tom, el ayudará a abrirla.
-Oh, claro. No te preocupes, ahora voy.
Se escucharon unos pasos acelerados, casi corriendo de la chica.
Mejor así, tenía razón; si me quedaba callada la chica iría por un maestro y estarían fuera del baño esperando y nos meteriamos en problemas, ahora que la había mandado al otro edificio por el conserje disponíamos de unos 4 minutos para salir de ahí. Un punto para mi en esta jugada.
Salté dos veces para ver por una ventana que no hubiera gente o maestros cerca, y cuando vi que nadie se acercaba dije rápidamente:
-Marlon, esto jamás paso -suspiré-. ¿Estas loco? No se lo digas a nadie, por favor.
-¿Porqué no?
-¡Porque no! Esto no está bien.
-Para mi esta bien -dijo frunciendo el ceño, parecía algo molesto.
-Ay Marlon por favor, promete que no le dirás a nadie antes de que llegue la chica con el conserje y nos atrape. -suplique desesperada.
-Bien, pero esta conversación aún no termina.
-Bien.
Comprobé una vez más que no hubiera nadie, y salimos. Yo primero y eché a andar por él pasillo, voltie y Marlon me seguía muy de cerca hasta que me alcanzó y caminó a mi lado. En ese instante sonó el timbre y aparecieron alumnos de todas partes. Frente a nosotros venía el conserje con una chica ambos de prisa hacia el baño, Marlon y yo nos miramos y después giramos la vista hacia el baño reimos cuando el señor Tom veía la puerta del baño y a la chica molestamente, apuesto que pensaba que ella le había jugado una broma. El se fue caminando y pisando fuerte en señal de enojo.
Pobre chica ella sólo se quedo ahí y luego se fue. Le debía una, me había sacado del apuro, la conocía, creo, la vi un par de veces en historia. Más tarde investigaria su nombre.
-¿Porqué me sigues? -pregunté a Marlon con una sonrisa.
-Hoy igual que tu tengo Álgebra VI, ¿lo olvidas? -me sonrió de vuelta-, misma clase.
-Oh claro.
Y seguimos caminando hacia el salón.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*


Después de clase me vi con Scott y Marlon fuera de la escuela.
-Hey, ¿iremos a Trollis? -dijo Scott.
-¡Claro! -respondí sonriente me sentía extrañamente felíz-. Pero ni creas que yo te voy a comprar donas, no cumpliste con el acuerdo ayer.
-Oye mis padres casi me decomisaron el móvil, apenas tuve tiempo de avisarte. Pero esta bien yo invito.
-No de ninguna manera -intervino Marlon- Hoy invito yo, tengo algo que celebrar -me miro.
Casi me ahogue con el agua que bebía de mi botella.
-¿Ah si? ¿Qué es?
-Pues, digamos que algo muy bueno.
-¿Otro auto? -dijo Scott, emocionado.
-No, ha ha.
-Oh, pensé que era eso.
-¿Tal vez conociste a alguna chica? -dije con media sonrisa.
-Tal vez les cuente luego.
-Bien bien, ¿Porque no nos vamos ya? -dijo Scott.

Llegamos a Trollis.
Pedimos hamburguesas, papas, refrescos y malteadas con donas.
Antes de irnos a casa quedamos de salir esa misma noche. Scott noto el buen rollo que había entre Marlon y yo.
-Me alegro que ustedes ya no estén peleando todo el tiempo.
-Uh, bueno creo que si, vamos a tener que convivir. ¿No Marlon?
-Claro. -Dijo sonriendome.

En el camino a casa Scott nos hizo señas de que tenía que desviarse. Un momento más tarde me llamó al móvil:
-Lo siento mi madre me llamó y me dijo que si podía ir al supermercado.
-Oh, claro no te preocupes. Pero puedes salir en la noche, ¿no?
-Si, claro.
-Perfecto, nos vemos más tarde.
-Bien adiós.

Marlon estaciono el Mustang afuera de mi casa y dijo:
-No bajes aún, yo te abriré la puerta.
-No hay necesidad, no te preocupes yo...
-Quiero hacerlo -me interrumpió y luego sonrió.-  Yo soy un caballero.
-Un caballero que arrastra a las chicas al baño más cercano y luego las besa en contra de su voluntad.
-No a todas las chicas sólo contigo. ¿Fue en contra de tu voluntad enserio? -me dijo con media sonrisa y una ceja levantada.
Me sonrojé, la verdad yo quería que me besara.
-Bueno, podemos omitir este tema.
Me miro, sonrió y dijo abriendo su puerta:
-Espera aquí, yo abro la puerta.
-Bien -le devolví la sonrisa.
Rodeó el auto, caminaba como un chico rudo, pero tenía estilo y porte elegante.
Abrió mi puerta y bajé.
-Gracias -le dije.
-Por nada.
Me acompañó al porche.
-Bien, nos vemos en un rato, ¿no?
-Sí -se acercó hacia mi y retrocedí.
-Perfecto -dije nerviosamente.
Se acercó de nuevo y me dio un beso en la mejilla tomando el otro lado de mi rostro con una mano.
-Paso por ti.
-Cla... claro, sí.
Sonrió ampliamente dejando ver su dentadura impecable, subió al Mustang y arrancó.
Me recargué en la puerta y sonreí mirando hacia el cielo.
Vale, tal vez si me gustaba un poco Marlon.
Esa noche salimos a un restaurante de comida escocesa que Marlon recomendó, fue una noche verdaderamente divertida, esos chicos eran increibles. Soy afortunada.







Te agradecería votos y comentarios, el siguiente capítulo será diferente... Hay una sorpresa.
Ella. x





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