➵ 14 (Hacerte daño).

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Stiles le prestó su abrigo a Lydia, y accedió a llevarla a su casa, yo sin embargo, iba a la mía sola y andando, no quería estar en el mismo coche viendo como él la miraba de esa manera tan necesitada. 

Llovía esa noche, entonces no tuve otra opción que tomar otro atajo para llegar antes a mi casa, quedaba demasiado camino si quería llegar a tiempo y que Derek no se enfadara demasiado por llegar a altas horas de la noche. Unos pocos minutos caminando, encontré una bicicleta tirada en el suelo y escuché a alguien llorar en uno de los pisos abandonados que solía haber por ese atajo que solía coger. A mí, personalmente nunca me han dado miedo los lugares tétricos, no me importaba pasear por allí, y al parecer a esa persona tampoco. 

Entré en el piso con mucho cuidado de no clavarme nada, y encontré una cara conocida, era Isaac Lahey, era mi compañero en varias clases, siempre había intentado sacarle conversación, intentaba hablar con él, pero me evitaba, a veces le preguntaba por los cortes y moratones que llevaba, pero él se defendía diciendo que era por el Lacrosse. Y no, no era por el lacrosse, su corazón latía rápidamente, como lo hace cuando alguien miente, y además había escuchado rumores de que tenía problemas en casa; su padre le pegaba.

— ¿Por qué lloras?

Pregunté al verle encogido, estaba temblando y parecía tener demasiado miedo, estaba escondiéndose de alguien, pero por el momento no sabía por qué lo hacía, quizá su padre le estuviera persiguiendo. 

— He sacado un insuficiente en química, y...

Ya me imaginaba qué era lo que había ocurrido, por lo que no quise indagar demasiado en el tema y hacerle sentir peor de lo que ya estaba. Ambos oímos un ruido, no tuve otra opción que taparle la boca a mi compañero de clase para que dejara de hablar, al menos pro el momento; era su padre, llamándole varias veces, pero ninguno de los dos contestamos. 

Asomándose pude ver una sombra, no era la sombra de un humano ni de lejos, tampoco era la sombra de un hombre lobo, no sabía lo que era, solo sabía que no podíamos salir de ahí o nos mataría. Segundos después, el padre de Isaac se alejaba de él, corriendo hacia su coche, pero ese bicho arrancó la puerta, atacándole como si tuviera algo en contra de él, quitándole la vida.

Cuando desapareció, Isaac salió corriendo, no sabía qué era lo que iba a hacer y hacia adónde iba, por lo que no me pensé demasiado eso de seguirlo, sorpresa la mía cuando me encontré en la puerta de mi casa. 

— Derek, mi padre está muerto.

Habló, o más bien gritó con la esperanza de que mi primo abriera la puerta, y en menos de varios segundos ya estaba en las escaleras, mirándonos a los dos con el ceño fruncido, como si nos estuviera incriminando. 

—¿Qué es lo que habéis hecho?

Preguntó señalándonos, claro que nos estaba acusando de haber hecho algo que no habíamos hecho, era una de sus especialidades, al menos conmigo lo era. Me crucé de brazos, al igual que él lo estaba haciendo.

— Eso es lo raro, nosotros no hemos sido.

Dije, mirando a Isaac, no parecía estar demasiado triste por lo de su padre, más bien lo que parecía era aliviado por haberse quitado ese enorme peso de encima, no le culpo, yo también lo estaría. 

— Mañana iréis al instituto como si no hubiera pasado nada, ¿Entendido?

(...)

Primera hora, entrenamiento de Lacrosse, raramente Scott estaba de portero y estaba cuchicheando algo con Stiles que yo no quería saber, pues por el momento estaba más pendiente de que Isaac no la cagara. El entrenador, que apareció varios minutos después, ordenó hacer la fila y el primer jugador se dirigió a marcar en la portería, sin embargo Scott le tiró al suelo con intención de olerlo. Hizo lo mismo con los demás jugadores, espero que no esté buscando más hombres lobo, porque entonces tendríamos un problema, pues ahora mismo era el turno de Isaac. 

Cuando le tocó su turno, se estaba poniendo nervioso, viendo como Stilinski se daba cuenta de parte de la situación, pues estaba tras él, no tenía buena pinta. Corrió, Scott también lo hizo, chocando los dos en el aire, mas los ojos del primero se fueron volviendo de color amarillo. 

— Isaac, sé que me estás escuchando, escucha mi voz, tranquilo.

Susurré para que no me escuchara nadie más que él, aunque puede que Scott pudiera darse cuenta de mis palabras. Sus ojos volvieron a su color natural, azules como el mismísimo mar; adoraba esos ojos. 

Algunos policías irrumpieron atravesando el campo en dirección a él, creo que nos habían pillado, iríamos directos a la cárcel, estaba completamente segura de eso, incluso estaban a punto de llevárselo. Bajé corriendo las gradas. 

— Sheriff él no fue, yo estaba con él anoche. 

Dije, sabiendo que la mayor parte de mis compañeros me estaba observando, cuchicheaban, como si de alguna manera pensaran que soy una asesina, que los dos lo éramos, cuando no era para nada parecido a la realidad. 

— ¿¡Qué!? 

Escuché la voz de Stiles gritar, puede que él también pensara que soy una asesina, aunque creo que él sabe cómo soy, espero que lo sepa, porque creo que es la única persona que puede llegar a entenderme. 

— Bien, acompañadme a comisaría. Stiles, no te metas en esto. 

Le dijo el sheriff a su hijo, claro que nos iban a encerrar, o al menos iban a interrogarnos, no me estaba gustando demasiado esto. Hoy noche había luna llena, o Isaac me mataría entre rejas, o escaparía rompiendo la puerta, sinceramente prefiero la segunda opción. 

Nos metieron directamente en el coche patrulla antes de llevarnos a la comisaría, encerrándonos entre rejas como los dos habíamos pensado, o al menos yo lo había hecho, era una jodida putada, quería salir de aquí ahora mismo, no me gusta sentirme encerrada. 

— He oído a Stiles hablando con Scott de Lydia, le gusta mucho, ¿Sabes? Oye, no sé desde cuando lo siento, simplemente lo hago, eres la única persona que se ha preocupado por mí desde que murió mi madre.

Me miró a los ojos, parecía completamente sincero, en el fondo no estaba mintiendo, por lo que no me sentí demasiado bien por sus palabras empleadas, puede que después de todo me gustara al menos un poco. 

No le estaba culpando, quizá tuviera algún tipo de Crush en mí, pero dudaba demasiado que sintiera algo sin apenas emplear más de dos frases conmigo hasta la noche de ayer. Cuando quise darme cuenta, sus ojos volvieron a iluminarse, empujándome contra la pared, cayendo directamente al suelo, quejándome de dolor. 

— No quiero hacerte daño.

Dijo antes de romper la puerta y salir directamente a la habitación en la que estaban las rejas, poco después sonó la alarma de incendios, Stiles estaba allí junto con un hombre que quería inyectarle acónito. Isaac derribó al hombre desconocido hasta que Derek rugió tan fuerte que le hizo volver a su estado natural. 

— ¿Estás viva?

Me preguntó Stiles, el que al parecer fue el primero en preocuparse por mí al verme tirada en el suelo, gimoteando por el dolor que estaba sintiendo en mi hombro ahora mismo, aunque probablemente se curaría pronto.

— Sí.

Respondí, mirándonos los dos fijamente a los ojos, él me agarró la mano, acercándose a mí, yo también lo estaba haciendo, quería besarle en ese momento, pero alguien nos interrumpió; Isaac. 


Another Hale | Stiles S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora