Another Hale | Stiles S.

44. Chicos con los ojos brillantes.

No me quito de la cabeza las palabras que dijo Caroline el otro día en casa de los Tate.

"No me dijo su nombre, pero me dijo que debía protegerte. Sólo puedo decirte que es una mujer y que quiere con toda su alma que no seas dañada, y yo vine aquí para eso".

También me hizo prometer que no le diría esto a nadie, ya que ella tenía algo que perder, y no tiene nada que ver con este mundo.

Scott ya podía convertirse, Stiles podía leer y Allison podía disparar. Parecía que tiempos buenos venían a Beacon Hills, aún no recuerdo la última vez que todo fue bien.

Aparqué mi moto en el aparcamiento. Un coche llamó mi atención, un coche en el que alguna vez había estado dentro, y que hace al menos tres meses que no veo.

Entré en el instituto respirando hondo y encontrándome con Stiles y Scott hablando de cualquier estupidez, lo cual me hizo sonreír, pues hacía mucho que no nos veía así de bien.

-Eres un alfa, eres el depredador definitivo, todo el mundo te quiere, eres como la tía buena que todo hombre desea.-Dijo Stiles alzando las manos.

-¿Soy la tía buena?-Le preguntó Scott.

-Eres la tía más buenorra.- Le dijo Stiles para luego darle una palmada en el hombro e irse directo a su clase.

-Soy la tía buena.-Afirmó Scott mientras Isaac se acercaba desde el otro lado del pasillo.

-Sí, lo eres.- Dijo Isaac mientras Scott se iba sonriente a clase, igual que si le das una piruleta a un niño pequeño, igual que si le regalas un coche a alguien que cumple la mayoría de edad.

-¿Qué demonios ha sido eso?-Le pregunté a Isaac, pues todavía no acababa de creerme lo que acababa de pasar.

-No tengo ni idea.- Dijo Isaac mientras me daba un beso rápido en la mejilla y se dirigía a su clase dejándome sola en el pasillo.

Tenía clase con el entrenador, y acababa de darme cuenta de que los chicos y yo teníamos clase juntos, pues los vi sentados en sus respectivos sitios. Al parecer hoy era el cumpleaños del entrenador, y algunos alumnos le gastan bromas de madrugada desde hace años.

Alguien tocó la puerta unos pocos minutos después de que empezara la clase, con un gran nivel de miedo y enfado a la vez. El sheriff Stilinski.

-No quiero que nadie entre ni salga del instituto, las clases quedan suspendidas.-Decía mientras cerraba la puerta para irse a decir lo mismo a otra clase.

¿Qué narices estaba pasando? ¿Qué pasa con los tiempos buenos?

-William Barrow, el bombardero del autobús ha sido visto por los alrededores del instituto.-Dijo Scott, el cual parecía que estaba escuchando la conversación que policías y profesores estaban teniendo fuera.

-Barrow fue a por chicos con ojos brillantes.-Añadió Isaac.

-¿Barrow fue a por chicos con los ojos brillantes? - Pregunté alterada.- Conozco a unos cuantos con esa descripción.

-Sí, y nadie sabe cómo ha despertado de la anestesia, pero cuando lo han abierto han encontrado un tumor lleno de moscas vivas, cosa que en otras circunstancias la verdad es que sería increíble.-Decía Scott mientras seguía escuchando la conversación.