➵ 20 (Su novia).

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Stiles.


— ¿Cuánto tiempo va a tardar en atacar?

Terminé preguntándole a mi mejor amigo, y es que la Kanima no estaba dando señales alguna de cuando iba a dar su primer movimiento, y eso me ponía todavía más nervioso de lo que ya estaba. 

— No... No lo sé. ¿Stiles?

Me preguntó él a mí, haciendo que yo girara mi cabeza para ver lo que me estaba señalando, que era ni más ni menos un beso entre Sarah y Isaac. Mi cara cambió en cuestión de segundos, y juraría que varias lágrimas recorrían mis mejillas; me las limpié lo más rápido que pude para que nadie se diera cuenta. 

No sé qué debía hacer ahora, tampoco me había dado cuenta de que Jackson ya había atacado, paralizando a medio club, y con ello, Danny también, que al parecer era el único que lo soportaba sin contar a Lydia. Quizá fuera una advertencia. 

— ¡Jackson!

Gritó Scott, pero este ya no se encontraba en la sala; al menos, ya no le veíamos por ninguna parte. La gente empezaba a gritar, estaban realmente asustados, yo uno de todos ellos. No tardó demasiado en ir en su busca, mientras yo me centré en buscar a la chica que me gustaba junto con el chico al que había besado. 

Inmediatamente, salí del club, encontrando un rastro de sangre que nos llevaba al cuerpo de la Kanima, totalmente desnudo como si acabara de salir de un revolcón. Sarah lo estaba mirando fijamente, intentando no parecer demasiado babosa con él, y Isaac haciendo lo mismo con ella, como si estuviera molesto. 

— Se te va a caer la baba.

Scott terminó hablando de nuevo, haciendo que ella inconscientemente se limpiara la boca, comprobando que efectivamente no había babeado, solamente se había quedado hipnotizada con la enorme entrepierna de... Mejor no sigo mirando. 

— Yo... em...yo...Te ayudaré a esconderlo, en el jeep de Stiles. 

Negó varias veces con la cabeza, volviendo de nuevo a ser consciente de todo lo que estaba pasando a su alrededor después de varios segundos. Sin duda, no me gustaba demasiado la idea de tener a ese hombre desnudo metido en mi coche. 

— No, ¿Vale? Primero a Derek medio muerto por una bala llenándome el coche de sangre ¿Y ahora un Jackson desnudo e inconsciente? Creo que paso. ¿Podemos largarnos antes de que alguno de los hombres de mi padre me vea?

Pregunté, pues el club comenzaba a llenarse de coches de policía y ambulancias, y eso significaba que probablemente mi padre estuviera rondando también por aquí; teníamos que llevarnos al bicho lo antes posible. 

Scott cogió a la Kanima, poniéndola en la parte trasera de mi coche, creía haber dicho que no quería que ese tío desnudo se sentara en los asientos de mi choche. Se sentó en el asiento de copiloto, mientras que Isaac y Sara se sentaban detrás junto con Jackson.  

Cuando quise darme cuenta, mi padre se encontraba justo delante de nosotros; no tuve más remedio que salir del coche para poder hablar con él, esperando que no se diera cuenta de quién se encontraba en el asiento trasero. 

— ¿Qué estás haciendo aquí?

Me preguntó, haciendo que mi cuerpo diera un pequeño brinco por el susto que me había metido, como si fuera un niño pequeño y mis padres me hubieran pillado pintando con ceras la pared del cuarto. 

— Pues en la discoteca. Música, bailamos, ya sabes, lo normal.

Todo lo normal que puede llegar a ser encubrir a un lagarto homicida, y desde luego, eso es nada con todo lo que hemos pasado y que él no sabe. Creo que no quiero contarle jamás lo que este pueblo esconde. 

— Esta discoteca no va contigo; no eres gay. 

— Podría serlo. 

 — Vestido así no.

Me hizo un gesto de desagrado, no entiendo qué tipo de problema tiene mi ropa y por qué no podría ser gay. Además, soy atractivo para ellos, seguro que para Danny sí, tendría que tener una charla con él. 

— Vinimos con Danny, porque él acaba de romper con su novio, así que sólo intentábamos entretenerlo para que dejara de pensar en su ex.

No estaba mintiendo del todo. Aunque, no me gustaba mentir, pero de vez en cuando tenía que hacerlo para que nadie se diera cuenta de lo que verdaderamente tramaba; creo que sí soy un mentiroso. 

— ¿Y ella?

Preguntó, señalándome a Sarah, que seguía sentada en la parte trasera del coche, con los demás, no se había movido ninguno. 

— Es la novia de Isaac.

(...) 

— ¡Stilinski, McCall, Lahey, Hale! ¡Sacadme de aquí ahora mismo, os voy a matar!

Escuchamos el grito de Jackson desde la camioneta blindada que habíamos robado, y es que necesitábamos tenerle encerrado hasta que supiéramos lo que deberíamos hacer con él. Me acerqué yo solo hasta la puerta, abriéndola y metiéndome dentro; le había traído comida. 

— Te he puesto esos pantalones ¿Sabes, macho? Y te los he subido yo solito. Y tener tus partes intimas en la cara no ha sido un grato recuerdo; no pienses que disfruto con esto, de hecho, te hemos hecho un favor. Te has cargado a varias personas. Las has matado, y hasta que podamos averiguar cómo detenerte, te quedas aquí, lo siento.

— A ver, cuéntame en qué criatura maligna me transformo.

— Tienes escamas.

— Escamas, como un pez.

— Más bien como un reptil, y las garras tienen ese líquido que paraliza a la gente. También tienes cola.

— ¿Puedo usarla para estrangularte?

Volvía a decir mientras se movía intentando llegar hasta mí, pero lamentablemente tenía unas esposas que le impedían su movilidad. Y, con eso, impedían que me hiciera todo el daño que estaba deseando hacerme. 

Salí antes de que la cosa se pudiera todavía más violenta, encontrándome con Sarah en la puerta de la camioneta, esperándome. 

— He visto como os besabais.

Dije finalmente, y es que no podría aguantar esa carga durante mucho tiempo, tenía que decirle lo que había visto, tenía que mentirle, en este mismo momento. 

— Stiles...

— No, está bien, yo... quería decirte esto hace mucho tiempo. Siempre he querido a Lydia ¿Sabes? Nunca he podido dejar de quererla, espero que me perdones. 


Another Hale | Stiles S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora