49. La casa del eco.

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Stiles.

El coche de mi padre se estacionó en la puerta de Eichen House, yo mismo le había pedido que me internara aquí.

Hace unos días que nadie me decía nada acerca de Sarah. Unos decían que se había ido de la ciudad y otros simplemente que había desaparecido.
Fui al apartamento tres días consecutivos y nadie abrió la puerta, aunque sabía que había gente dentro, escuchaba hablar a Peter, a Derek, pero nunca escuché hablar a Sarah.

Bajé del coche de mi padre mientras él seguía preguntándome si realmente quería hacerlo. Yo sin pensarlo dos veces entré por la puerta del lugar aterrador seguido por mi padre.
El sonido de una moto hizo que retrocediera varios pasos.

-¿Por qué no me lo dijiste?-Me preguntó.

-Porque queríamos evitar algo como esto.-Dijo mi padre.

-Solo serán 72 horas.-Dije como si estar internado en un manicomio fuera lo más obvio.

-Este es el mismo lugar donde estuvo Barrow, él salió de aquí con un tumor lleno de moscas, todavía no lo sabes todo.- Le dijo Scott a mi padre intentando regañarlo de alguna manera.

-Sé lo suficiente.-Replicó.- nogitsune, Kitsune, oni, o como se llamen.

-Vaya, es exactamente correcto.-Me sorprendí.

-Scott, vi una resonancia magnética igual a la de mi mujer, y tengo miedo.-Confesó mi padre.

-¿Por qué lo traes aquí?-Le preguntó Scott.

-Él no, fue cosa mía.-Dije para darle la espalda a Scott y pasar la puerta que hace algunos minutos tenía intención de pasar.

Subí las escaleras y abrí la puerta pudiendo ver a personas que daban mucho miedo. Me acerqué a recepción. Me dejaron bien claro que no habrá llamadas, ni mensajes ni visitas. Ahora me harán un pequeño examen físico, y por la mañana me evaluará uno de los psicólogos y tendré que asistir a terapia de grupo con los demás chalados de por aquí.

Vacié mis bolsillos y dejé a mi padre atrás antes de que se pusiera hecho una furia y quisiera sacarme de aquí.

Subía las escaleras con la recepcionista y me quedé mirando a una chica que era exactamente igual a Sarah, la cual me miró extraño y volvió a meterse a su habitación.
La recepcionista me llamó la atención para que siguiera subiendo las escaleras.

Vi a un hombre con una cuerda recitando algo, creo que era algo de la biblia. Hizo un nudo a la cuerda y la sujetó en la escalera, segundos después se tiró ahorcándose mientras todos los que estaban abajo lo miraban como si estuvieran viendo una película en el cine.

Ella me llevaba a mi habitación sin prestar atención al hombre de las escaleras.

-Hola.-Me dijo un chico el cual estaba atado con cuerdas a su cama, creo que era mi compañero de habitación.-Soy Oliver.

La recepcionista cerró la puerta con llave.

-Stiles.- Respondí mirando la puerta y todavía confuso por lo que acababa de pasar.

-¿Ha habido un suicidio eh?-Preguntó de lo más animado.

-Sí.-Respondí atónito.

-¿Es lunes?-Me preguntó con el mismo tono.- Hay una tasa de suicidios mucho más alta los lunes.

-Vale, genial.-Dije ignorándolo.- ¿Puede alguien, alguien por favor que me deje salir de aquí? ¿Me oye alguien?-Grité.

-Lo he oído.-Dijo Oliver.- En el hueco de la escalera.

Another Hale | Stiles S.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora