Another Hale | Stiles S.

78. Ya se conocen de antes.

-Creo que me estoy haciendo una idea de como sucedió todo esto.-Dijo Lydia mientras se paseaba por la oficina del Sheriff Stilinski.- Utilizaste a Brunski, ¿verdad?-Le preguntó Lydia a Meredith, la cual seguía sentada en el banco desde anoche.-Sabías que había matado a gente y... que lo haría de nuevo.-Dijo mientras jugaba con sus manos por estar nerviosa, y acto seguido se sentó al lado de Meredith.-Utilizaste el código de mi abuela para la lista negra, él la colgó en internet, él cogió el dinero de los Hale, y después convirtió los bonos al portador en efectivo, él hizo los pagos.-Dijo. Lydia y yo llevábamos aquí toda la noche, después de que intentaran quemarme viva y que a Lydia también intentaran matarla por descubrir algo sobre la lista negra, Meredith había planeado todo esto.- ¿Fue idea de Brunski fingir tu muerte?-Preguntó. Pero Meredith seguía sin responder a sus preguntas.-¿Se puso nervioso porque nos ayudaste con una de las claves cifradas?

-Yo quería ayudar.-Empezaba a cansarme de esa frase, siempre quería ayudar, pero nunca nos ayudaba. La gente estaba muriendo y no podíamos impedirlo, si ella sabe algo que yo no sé voy a tener que sacárselo yo misma.

-Por eso estás aquí.-Dijo Lydia ignorando mi cara de enfado y mi mandíbula apretada.-Sé que no estarías aquí si no quisieras ayudar.

-Sí, pero solo con una persona.-Dijo mirándome, a lo que yo miré inmediatamente a todos los demás, al sheriff, a Parrish y a Lydia, todos ellos también me estaban mirando.-Peter.-Dijo. ¿Por qué querría ella hablar con mi padre?-Peter Hale.

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-¿Ella es la chica que robó mi dinero?-Preguntó mi padre detrás del cristal. Tuve que ir a buscarlo yo misma al apartamento, él no se fiaba de nadie que no fuera yo.

-Esa chica es una banshee, creo que es más peligrosa de lo que piensas.-Dije poniéndome justo a su lado para poder ver a través del cristal como Meredith miraba al suelo.

-Creo que la luz de esa niña se apagó hace mucho tiempo.-Dijo sin despegar su vista de ella.- Sheriff no es por cuestionar la incuestionable reputación de su comisaría pero... ¿Está totalmente seguro de que es ella?-Preguntó.

-¿Qué tal si entras y oímos lo que te dice? - Le dijo el sheriff a mi padre levantando una ceja. Ninguno de ellos confiaba en mi padre. Él ha hecho cosas horribles, pero no por ello se merece todo esto.

Inmediatamente nos dio la espalda para pasar por la puerta y bajar las escaleras hasta llegar a la pequeña habitación de interrogatorios, y se sentó en la silla que estaba enfrente de la de Meredith.-Muy bien Meredith, ¿Dónde está mi dinero?-Ella parecía mirarle asombrada, y un tanto asustada.-O mejor dicho, lo que queda de él.

Ella, lentamente y con miedo acercó la mano a la cara de mi padre, el cual, agresivamente agarró su mano impidiendo que siguiera tocándole.-Suéltala.-Le ordenó el agente Parrish. Seguimos sin averiguar que tipo de ser sobrenatural es. Intentaron quemarle dentro de su coche cuando se iba de la comisaría, pero no tuvo ni una sola quemadura.

Mi padre inmediatamente obedeció a la orden que le había dado Parrish.-¿Por qué lo has hecho?-Le preguntó confundido a Meredith.

-Se han ido.-Dijo Meredith levantando la mirada y mirándole a los ojos.-Todos.-Recalcó. ¿De qué está hablando? ¿Quién se ha ido?

-Oh dios mío.-Dijo Lydia, captando mi atención y la del sheriff, ella parecía estar confusa.- Ya se conocen de antes.

-Los quemados ,se han ido.-Dijo ella regalándole una pequeña sonrisa a mi padre, el cual parecía estar entendiendo algunas cosas.-Todos.

-Meredith, has puesto a todos, incluidos mi sobrino y mi hija en una lista negra, ¿No crees que nos deberías dar una mínima explicación de por qué?- Tiene más de una hija, pero claramente estaba refiriéndose a una de ellas. No entiendo por qué lo ha hecho, tal vez él no sepa de la existencia de Malia.