Capitulo 48

2.5K 101 33
                                    

Capítulo 48

-¡ya llégueee! -grito Ángela entrando por la puerta de su casa, subió las escaleras sin mirar a su mama y se encerró en su habitación. Empezó a registrar el escritorio, buscando unos lentes de sol y en una pila de ropa apilada al lado de la cama encontrando su suéter.

<<¿Dónde demonios están?>> la cabeza le dolía y la cara le ardía. Sus manos nerviosas se movían por encima de los papeles buscándolos hasta que los encontró. Se colocó el suéter y subió su capucha, se colocó el bolso que había tirado en la cama y se puso los lentes. Salió del cuarto a paso veloz evitando que su hermano o su mama la vieran.

-Ángela ven a comer -escucho a cuando iba bajando las escaleras. Agacho la cabeza más y apresuro el paso, termino de bajar y se encamino a la puerta dándoles la espalda.

-voy a la farmacia un momento, me duele la cabeza -le aviso a su madre y salió de la casa antes de que esta la pudiera detener.

Caminando por la calle empezó a calmarse porque tenía el corazón acelerado, respiro profundo tratando de obviar el dolor de cabeza. ¿Ahora que le iba a decir a sus padres? bueno no era muy difícil mentir acerca de porque no tienes tu teléfono, simplemente podía decir que lo había perdido. Ángela volvió a pensar en el inconveniente de hacía unos minutos y la quijada le crujía, la rabia la invadió ¡que fastidio! ¿Porque se volvía valiente cuando ya todo había pasado? si se le hubiera enfrentado a Cassandra como ahorita lo estaba pensando quizás ella no hubiera roto su celular y no tendría un ojo morado.

Llego a la farmacia y paso directamente a comprar la base con más cobertura que encontró y fue a la caja.

-son 9$ -le dijo la chica del mostrador. Ángela volteo la cabeza a ambos lados y se mordió el labio respirando profundo mientras le entregaba los billetes a la chica. Tomo su bolsita y salió de la farmacia.

Ángela se sentó en un banquito de la plaza, sus ojos se movieron por todo lo que estuvo dentro de su campo visual, admirando a los niños que jugaban y reían felices en el parque, las parejas agarradas de las manos mientras sonreían llenos de amor, el movimiento de los árboles bailando con el viento y las ardillas trepando los troncos huecos pasando por las ramas hasta llegar a la cima de estos. todo se veía ajeno e irreal a lo que ella estaba pasando, lo que le había ocurrido en el baño de la escuela, que Cassandra la tuviera agarrada contra ella, que le tomara su teléfono y lo arrogara al suelo pateándolo y que no solo eso, si no que también la golpeara justo en el ojo izquierdo, parecía imposible comparado con lo que veía en el parque, cuando el viento le despeinaba el cabello, al ver a la gente ser feliz y los niños jugar, hacía que toda su vida pareciera un sueño, una pesadilla y como le hubiera gustado que así fuera, porque la verdad era que sí, esa era su vida y claro que estaba ocurriendo.

despertó del trance en el que estaba, saco de su bolso un polvo que tenía desde hace mucho ya que no lo usaba seguido y abrió la nueva base, se unto un poco en el dorso de la mano y con el dedo índice de la otra se colocó la crema alrededor del ojo desapareciendo poco a poco el moretón que ya se le había formado, el roce de su piel con la afectada le dolía, su ojo se cerraba instintivamente al tocarse, a veces se preguntaba cómo era posible que siendo Cassandra una muchacha delgada tenía tanta fuerza. Sello la base con el polvo para terminar y se levantó del banco, justo después de confirmar viéndose en el espejo que no había huellas de golpes. Luego partió de nuevo a su casa.

Con cada paso que daba se preguntaba cómo iba a hacer ahora para estar comunicada con sus papas, o con Niall, ese teléfono por más obsoleto y anticuado que sea, era justo y necesario.

-Ángela, por fin llegas hija, me dejaste preocupada cuando saliste despavoría de la casa -le dijo su mama cuando la vio entrar, la mujer se encontraba sentada en uno de los taburetes de la mesa de la cocina, esperándola.

Bullying (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora